Según un comunicado de Podemos Granada, la Oficina Técnica está ideada como un espacio de encuentro, participación y codecisión entre las administraciones públicas, colectivos sindicales y empresariales, asociaciones y ciudadanía con intereses en la Vega de Granada, que será de especial consideración para el Ayuntamiento, procurando su participación en ella y colaborando en la consecución de sus objetivos.

 

Carmen Lizárraga, diputa de Podemos por Granada, como representante parlamentaria ha expresado la voluntad de su grupo que se ponga en marcha el pacto por la Vega de una forma real. Un pacto que lo único que ha logrado consenso en Granada y que se puede convertir en un motor de desarrollo local y social porque en esta oficina se da participación a la ciudadanía, los agricultores, partidos políticos, sindicatos, etc.

 

Por otra parte Alberto Matarán, Secretario General de Podemos Granada, ha puntualizado que la Oficina Técnica de la Vega necesitará de representantes de las Instituciones que están generando Investigación y desarrollo en la Vega de Granada, de las organizaciones agrarias y de los colectivos que tienen una vinculación con la Vega de tal manera que esa Oficina Técnica de la Vega facilite una coordinación real que se tienen que realizar en el territorio. 

 

Ante la cuestión de la formación real de esta oficina por parte de las autoridades competentes, Matarán ha explicado que es fundamental que haya compromiso económico, político y administrativo para que este proyecto se materialice. Éste es el objeto de esta reunión; se ha logrado un consenso, se está dialogando y trabajando, se requiere un compromiso del gobierno para que se constituya. Aunque parece que si la ciudadanía no presiona, la administración no responde. Desde Podemos se espera que la administración responda y lo haga posible. 

 

Marta Gutiérrez entiende que han de recuperarse las relaciones entre la ciudad y la Vega, desde el punto de vista alimentario, para ello el Ayuntamiento puede promover y fomentar la comercialización de estos productos a través de canales cortos y plasmándolo con marcas distintivas con una marca Granada. Esto además puede ser un motor de desarrollo económico y cultural.