Juande, un robot terapeuta para niños con dificultades neuromotoras
El robot que utiliza el Hospital de San Rafael interactúa con los niños y niñas con dificultades neuromotoras para mejorar sus terapias y mediar, "con alta precisión", la mejora del rango articular en sus movimientos.
Orden San Juan de Dios
Juande, el robot del San Rafael, durante su presentación a los medios.
El Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) del Hospital San Rafael ha presentado este miércoles a Juande, un robot interactivo tipo NAO que interactúa con los niños y niñas con dificultades neuromotoras para mejorar sus terapias y mediar, "con alta precisión", la mejora del rango articular en sus movimientos. Todo ello, mientras los usuarios se divierten por la sensación lúdica que mantienen en las sesiones gracias al robot.
El acto de presentación se ha desarrollado de manera práctica de la mano de los profesionales del centro durante una sesión terapéutica con una niña y su familia.
Según ha explicado José Luis Castellar, director gerente de los centros de la Orden en Granada, las nuevas tecnologías se están implantando a través de varios programas financiados con Fondos Next Generation. Unos fondos, según ha apuntado, que "nos están permitiendo trabajar en la implementación de varias líneas de innovación digital en este campo del desarrollo infantil y que, en plena fusión con nuestra seña de identidad más característica en los centros de San Juan de Dios, como es la humanización y la calidez en la asistencia gracias a nuestros terapeutas, está dando sus frutos y unos excelentes resultados con quienes están en el eje central de nuestro trabajo: los niños y niñas y sus familias".
Actualmente, el robot Juande ya forma parte de la terapia habitual de 15 niños y niñas del CAIT San Rafael, que atiende anualmente a 700 niños al año de toda la provincia de Granada de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, "con el objetivo de atender lo más rápidamente posible las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos".
La adquisición de este robot ha supuesto "un nuevo reto para todos los profesionales", según ha señalado por su parte Armando Montes, responsable del Centro de Atención Infantil Temprana, quien ha añadido que "los resultados que estamos obteniendo están siendo extraordinarios apreciando en ellos un notable aumento de la motivación, mejora en habilidades motrices, en atención e imitación, entre otras".
El caso de la pequeña Guiomar
Entre la quincena de niños que ya se benefician de las terapias lúdicas con Juande se encuentra Guiomar, una niña de cinco años, con trastorno generalizado del desarrollo que afecta principalmente a su capacidad del lenguaje -algo que trabajan en terapia a través de sistemas aumentativos de comunicación-, a su capacidad de mantener la atención y a su desarrollo motor y manipulativo. Desde los 2 años la atención temprana especializada ha sido clave para Guiomar, que viene trabajando desde la terapia ocupacional como logopedia, pasando por la fisioterapia. Trabajar parte de su plan de terapia habitual individualizada con el robot de San Juan de Dios ha supuesto un nuevo estímulo para ella.
"Nuestras terapias son divertidas y nos gusta que, cuando pueden, las familias puedan participar en ellas para hacer equipo y que aprendan juntos, pero los pequeños no estaban acostumbrados a tener como compañero de juegos a un robot", explica la terapeuta de Guiomar, Jessica Romero. "En el caso particular de Guiomar, Juande está potenciando y favoreciendo que su capacidad de atención esté aumentando y que sus tareas habituales las vaya desarrollando con más organización".
Estos beneficios no solo se hacen patentes en la consulta, sino que se extrapolan a su vida diaria, tanto en casa como en la escuela. "La atención temprana es un factor clave en su desarrollo. El trabajo con Juande ayuda a Guiomar a enfocarse en las actividades que plantea su terapeuta y mejora la capacidad de atención, lo que para ella es fundamental para su desarrollo porque le ayuda de manera práctica en su día a día en actividades tan cotidianas como peinarse, cepillarse los dientes o cualquier tarea de la vida diaria", cuenta Jesús, padre de Guiomar, "y eso se traduce en una evolución, también, en el desarrollo, la mejora y la capacidad de organización familiar".
Entre la quincena de niños que ya se benefician de las terapias lúdicas con Juande se encuentra Guiomar, una niña de cinco años, con trastorno generalizado del desarrollo que afecta principalmente a su capacidad del lenguaje -algo que trabajan en terapia a través de sistemas aumentativos de comunicación-, a su capacidad de mantener la atención y a su desarrollo motor y manipulativo. Desde los 2 años la atención temprana especializada ha sido clave para Guiomar, que viene trabajando desde la terapia ocupacional como logopedia, pasando por la fisioterapia. Trabajar parte de su plan de terapia habitual individualizada con el robot de San Juan de Dios ha supuesto un nuevo estímulo para ella.
"Nuestras terapias son divertidas y nos gusta que, cuando pueden, las familias puedan participar en ellas para hacer equipo y que aprendan juntos, pero los pequeños no estaban acostumbrados a tener como compañero de juegos a un robot", explica la terapeuta de Guiomar, Jessica Romero. "En el caso particular de Guiomar, Juande está potenciando y favoreciendo que su capacidad de atención esté aumentando y que sus tareas habituales las vaya desarrollando con más organización".
Estos beneficios no solo se hacen patentes en la consulta, sino que se extrapolan a su vida diaria, tanto en casa como en la escuela. "La atención temprana es un factor clave en su desarrollo. El trabajo con Juande ayuda a Guiomar a enfocarse en las actividades que plantea su terapeuta y mejora la capacidad de atención, lo que para ella es fundamental para su desarrollo porque le ayuda de manera práctica en su día a día en actividades tan cotidianas como peinarse, cepillarse los dientes o cualquier tarea de la vida diaria", cuenta Jesús, padre de Guiomar, "y eso se traduce en una evolución, también, en el desarrollo, la mejora y la capacidad de organización familiar".
Según explica Rocío Carrasco, coordinadora de los CAIT de San Juan de Dios en Andalucía y de los proyectos de innovación digital Next Generation, existe una diversidad de proyectos enfocados a continuar avanzando “en la mejora terapéutica y mejor pronóstico de nuestros niños y niñas, así como en la calidad de nuestros tratamientos”. En este sentido, el robot Juande es uno de los tres proyectos que coexisten desde diferentes ámbitos de la Atención Temprana y que se han acogido a los fondos Next Generation para poder desarrollarse debido a su gran impacto y repercusión, que afecta a más de 2.000 familias andaluzas.
El Centro de Atención Infantil Temprana San Rafael, ubicado en el Hospital San Rafael, fue creado en 2007 por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Con un equipo interdisciplinar compuesto por 33 profesionales de la psicología, logopedia, terapia ocupacional, fisioterapia y educación infantil, el centro -que posee la acreditación del nivel Óptimo de calidad de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA)- atiende actualmente a 700 menores de toda la provincia de Granada en un edificio de 1.000 m2 con unas instalaciones completamente renovadas.
