La Policía Nacional está investigando a una pareja de marroquíes, un hombre de 37 años de edad con numerosas detenciones y antecedentes policiales, junto a su esposa de 23 años y sin antecedentes, por un presunto delito de abandono de menores. La pareja simuló que se había encontrado a un menor desamparado, supuesto inmigrante ilegal, y lo trasladó hasta una comisaría, "cuando la realidad era que se trataba del hermano de su esposa, el cual se encontraba empadronado y habría vivido con la pareja al menos durante una semana", indica una nota de la Policía granadina.

Según relata la Policía, a media tarde del pasado 26 de febrero se presentó en el vestículo de entrada a la Comisaría Provincial-Jefatura Superior de Andalucía Oriental un ciudadano marroquí, residente en nuestro país, acompañado de un menor de edad. Acto seguido este ciudadano manifestó al policía que custodia el acceso al edificio que momentos antes, mientras paseaba por Granada, se encontró con ese menor, el cual estaba desamparado y deambulando por la ciudad, desorientado tras haber entrado ilegalmente en España en el interior de los bajos de un autobús.

No obstante el aspecto del menor no parecía compatible con acabar de salir de los bajos de un vehículo, según la Policía, teniendo en cuenta que iba vestido con ropa limpia, aseado y peinado. Por otra parte, el supuesto benefactor insistía en que el menor fuese ingresado en un centro de menores porque esa era la finalidad con la que lo había trasladado hasta la Comisaría.

Seguidamente el menor fue asistido por los policías integrantes de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación, quienes sirviéndose de un intérprete de árabe, rápidamente se dieron cuenta que el menor había sido aleccionado para contar un relato de los hechos que no se correspondía con la realidad, ya que incurrió en algunas ocasiones en incongruencias y en otras guardaba silencio sobre las cuestiones planteadas. Finalmente los agentes pudieron averiguar que el menor era el cuñado del hombre que lo entregó en Comisaría, se hallaba empadronado en el mismo domicilio de la pareja y habría convivido con ellos al menos durante una semana.

A la víctima se le han aplicado las medidas protocolarias para la protección de los menores en situación de desamparo.