En esta tapia, declarada Lugar de Memoria Histórica por la Junta de Andalucía, hay una placa con los nombres y apellidos de todas las víctimas junto a la que los familiares harán una ofrenda floral tras leer un manifiesto y varias declaraciones reivindicando que todos ellos no caigan en el olvido, un acto al que está previsto que acuda la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar.

En este homenaje estará presente el hijo del que fuera concejal del Ayuntamiento de Granada Juan Fernández Rosillo que fue asesinado "por defender la Constitución" que "siempre se emociona" en esta clase de actos que, según el portavoz de la Asociación Verdad, Justicia y Reparación de Granada, Francisco Vigueras Roldán, "no pueden dejar de hacerse porque ya son muchos años de atraso".

En la presentación del homenaje, la delegada del Gobierno andaluz en Granada, Sandra García, apostó por la idea de "educación y mantenimiento de la memoria" entre las nuevas generaciones y, por ello, la Junta mantiene "el compromiso de transformar la memoria individual en colectiva y para eso colabora con las asociaciones memorialistas en decenas de iniciativas".

García reconoció la "importante labor" de colaboración que está desarrollando el movimiento memoralista con la Junta de Andalucía desde los años 80 para "restituir, reconocer, proteger, investigar y difundir" la memoria histórica de las víctimas del periodo franquista para convertirla en "la memoria común y colectiva" y, del mismo modo, señaló que la nueva Ley de Memoria Democrática que prepara la Junta recoge una serie de normas que incluye una perspectiva integral.

El presidente de la Asociación Granadina de la Recuperación de la Memoria Histórica, Rafael Gil Bracero, consideró que Granada necesita que se dignifiquen "esas vidas que quedaron en la tapia del cementerio, más de 600 de las 4.000 víctimas sin nombre", por lo que ha solicitado un memorial con los nombres de todas las víctimas "para cerrar una herida abierta".