Campaña Inagra contenedor marrón.
Aboga por la lectura de un manifiesto en el balcón del Ayuntamiento

Granada Abierta reivindica un 2 de enero por la convivencia

Ciudadanía - IndeGranada - Lunes, 30 de Diciembre de 2019
La plataforma ciudadana hace público el manifiesto en el que aboga por "restar munición" a la fiesta de la Toma para que se convierta en una celebración "más acorde con los valores de una sociedad plural y democrática como la nuestra".
Presentación del acto alternativo y el manifiesto 2 de enero.
Granada Abierta
Presentación del acto alternativo y el manifiesto 2 de enero.

La plataforma Granada Abierta ha presentado este lunes en el Ayuntamiento de Granada el manifiesto para el 2 de enero, un texto en el que pone el acento en la convivencia. Ese es el giro que reclama para la celebració que, a juicio de los colectivos que la integran, debe dar un paso para convertirse en una fiesta "más acorde con los valores de una sociedad plural y democrática como la nuestra".

Para ello propone como primer paso la lectura de un manifiesto desde el balcón del Ayuntamiento. 

Como cada año, el 2 de enero Granada Abierta celebrará un acto alternativo en la Fundación Euroárabe -a las 11.00 horas- que contará como invitado con el catedrático de Historia Medieval Antonio Malpica, y también con un concierto de Juan Pinilla.

Reproducimos a continuación el texto íntegro del manifiesto:

Manifiesto por la convivencia para el 2 de enero de 2020

Granada ha vivido durante siglos a la sombra de la Alhambra, fortaleza, ciudad palatina y monumento declarado Patrimonio de la Humanidad. La colina roja no sólo simboliza el refinamiento exquisito de la cultura andalusí, ha sido también, durante cientos de años, el mascarón de proa de la ciudad. A ella le debemos mucha de nuestra identidad, hermosura y desarrollo económico. A ella le debemos la imagen y la marca que ha situado a Granada entre los faros urbanos de la historia y entre los grandes destinos turísticos del mundo.

La Alhambra no se entiende sin Granada y Granada no se entiende sin la Alhambra. En este sentido, es difícil comprender la desconsideración que exhibe la ciudad cada 2 de enero hacia aquellos habitantes de Granada que edificaron la Alhambra y vivieron en este mismo lugar, antes de la conquista. Desconsiderar a las granadinas y granadinos de entonces, supone desconsiderar a los de ahora. Queramos o no, el atrezzo y el ritual que rodea a la celebración de la Toma hiere a muchas personas de otras culturas que conviven en la actualidad junto a nosotras.

Proponemos, pues, algunos cambios que contribuyan a fomentar la convivencia y restar munición a la fiesta. Sí, restar munición, porque munición hay y la prueba evidente de ello son las consignas e insultos que se cruzan algunos grupos ese día y la presencia cada año, de un despliegue policial para evitar enfrentamientos en la Plaza del Carmen.

Muchos ciudadanos y muchas ciudadanas prefieren mantener la conmemoración de este día que fue declarado festivo por el cabildo del Ayuntamiento en la remota fecha del 17 de junio de 1516. Merecen el mismo respeto que quienes piensan distinto respecto a la mejor manera de rememorar la jornada. Se justifica la conmemoración porque señala la fecha del nacimiento del Estado moderno pero también se identifica con el momento inicial de una época de intolerancia.

Para superar esta agria polémica, proponemos la reforma del protocolo, incluyendo la lectura de un manifiesto por la convivencia el mismo 2 de enero desde el balcón del Ayuntamiento, con el fin de poner el acento en el homenaje a las distintas culturas que han contribuido a la prosperidad de Granada. Así daremos un primer paso adelante para que la celebración sea más acorde con los valores de una sociedad plural y democrática como la nuestra.

Es cierto que la celebración de la Toma es una tradición antigua y defendida por un número considerable de granadinas y granadinos pero no es menos cierto que otras muchas no lo consideran así y que la mayor de las tradiciones consiste en que las tradiciones cambien y se adapten al espíritu de los tiempos. Proponemos, en consecuencia, abrir un debate sereno al respecto, hacer un esfuerzo de generosidad colectiva, poner el acento en la concordia y en la convivencia entre todas las gentes que habitaron y habitan esta tierra, sea cual sea su clase, identidad sexual, población o creencia. Y que el día sirva de homenaje a nuestra historia, a todo nuestro pasado, también al que significa la Alhambra, la marca de la ciudad, la que tanta fama, belleza y sustento nos ha dado durante siglos.

'A mí, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, a mí, Juan León de Médicis, circuncidado por la mano de un barbero y bautizado por la mano de un papa, me llaman hoy el Africano, pero ni de Africa, ni de Europa, ni de Arabia soy. Me llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, pero no procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu. Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía (LEON EL AFRICANO)'.

Con este fragmento del León Africano queremos simbolizar lo anteriormente dicho y nuestro deseo de que nuestra fiesta no sea la toma por la conquista sino la fiesta por el respeto, el reconocimiento y la convivencia.