Artículo de Opinión
La gran coalición toma Granada
Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz, de la plataforma Granada Abierta, firman este artículo de opinión con motivo del día de la Toma, una fiesta que consideran "sectaria y excluyente".
M.R.
Detalle de los actos del Día de la Toma.
El Partido Popular, PSOE y Ciudadanos celebran unidos el Día de la Toma, la gran coalición tan deseada por Rajoy y Rivera. El partido ultraconservador demuestra, una vez más, ser un maestro del maquillaje, pues pretende presentar esta fiesta sectaria y excluyente como un símbolo de modernidad, con absoluta falta de rigor histórico. Tampoco entendemos la actitud del PSOE, pues la Toma representa todo lo contrario a los valores del socialismo democrático. Y Ciudadanos, que decía ser el partido del cambio, se ha vuelto tan inmovilista como la vieja derecha. En cambio, el apoyo de Izquierda Unida y Podemos al acto alternativo de Granada Abierta supone un ejemplo de dignidad política y coherencia democrática.
La triple alianza celebra un año más la Toma que, para empezar, es una manipulación histórica. Pues tenemos que recordar que no hubo Toma, sino unas Capitulaciones que protegían los derechos civiles y religiosos de la población, y que los Reyes Católicos incumplieron, a pesar de haberse comprometido a respetarlas “para siempre jamás”. Por tanto, lo que ustedes están celebrando, cada 2 de enero, es la violación de un pacto de Capitulaciones y la expulsión ilegal de miles de granadinos (judíos y moriscos), por el hecho de tener costumbres y creencias diferentes, que hoy estarían protegidas por la Constitución. Estamos ante una celebración que debió desaparecer en la transición, como la fiesta franquista del 18 de julio, pues no es propia de una sociedad plural y democrática.
Partido Popular y Ciudadanos se oponen a leer el 2 de enero un Manifiesto por la Tolerancia desde el balcón del Ayuntamiento. Es decir, se niegan a comenzar el año con un llamamiento a la convivencia, algo muy difícil de justificar ante la opinión pública. Es más, Ciudadanos ha resultado ser el mejor aliado del PP en la defensa a ultranza de la Toma y amenaza al PSOE con desalojarlo de la Alcaldía, si se le ocurre hacer el menor cambio en la polémica fiesta.
No se puede denominar fiesta, porque no lo es ni puede serlo, una concentración de extremistas que divide y avergüenza a propios y extraños. Que obliga a realizar un amplio despliegue policial, con el consiguiente gasto superfluo. Y todo ello, para evitar enfrentamientos que algún día habrá que lamentar y el ayuntamiento será el único responsable por convocar y mantener este espectáculo bochornoso.
El gobierno municipal, en una salida que parece una broma de mal gusto, ha optado por incorporar los desfiles de moros y cristianos a la Toma, una innovación folkórica que no soluciona el efecto-llamada a la extrema derecha. Y si lo que pretende es hacer un gesto de reconciliación, tampoco lo consigue, pues se contradice con la tremolación del pendón, símbolo de la conquista, con una parada militar que reabre viejas heridas entre vencedores y vencidos, con la homilía del arzobispo ultra, que lanza su proclama anual de contenido xenófobo y franquista, y con un homenaje a los Reyes Católicos, que impulsaron la Inquisición.
Francisco Cuenca se ha retratado como un alcalde débil y no se atreve a introducir las propuestas de Granada Abierta. Es decir, desmilitarizar la fiesta, darle un carácter laico y sustituir la anacrónica tremolación del pendón por la lectura de un Manifiesto por la Tolerancia. Con tal de mantener el sillón de la Alcaldía, renuncia a buscar una solución sensata a esta tradición insostenible en democracia, que daña la imagen de Granada en el resto de España y en el mundo.
Desde Granada Abierta, recordamos a Constantino Ruiz Carnero, director de El Defensor de Granada, que el 2 de enero de 1932 propuso cambiar el tradicional grito: “Granada por los ínclitos Reyes Católicos” por otro más innovador y lleno de futuro: “Granada por la cultura, por el progreso social y político, y por todos los generosos postulados de la civilización humana”.