Plan Recclaje Diputación de Granada.
Manuel Ruiz, hermano de Arturo Ruiz

'Un ejemplo de lucha contra la impunidad del franquismo'

Ciudadanía - Paco Vigueras - Viernes, 15 de Diciembre de 2023
Paco Vigueras, periodista y portavoz de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, firma este artículo en el que recuerda la lucha de Manuel Ruiz, recientemente fallecido, para hacer justicia a su hermano Arturo, asesinado por sicarios de ultraderecha en 1977.
Manuel Ruiz, en una fotografía de Mundo Obrero.
Mundo Obrero
Manuel Ruiz, en una fotografía de Mundo Obrero.

Hemos perdido a Manuel Ruiz, amigo, compañero y ejemplo de lucha contra la impunidad del franquismo. Tanto él como su familia llevaban 45 años reclamando justicia para su hermano Arturo Ruiz, el joven granadino de 19 años, asesinado por un pistolero de la extrema derecha el 23 de enero de 1977, cuando se manifestaba en Madrid pidiendo amnistía y libertad. Por entonces, yo también estaba en Madrid estudiando periodismo y participé en aquella manifestación, duramente reprimida por la policía franquista (los grises). Recuerdo que los sicarios de ultraderecha actuaban en complicidad con la policía y eran los encargados de hacer el trabajo sucio: dar palizas y matar.

El compañero Manuel encontró al asesino de su hermano, poco antes de morir, gracias a un periodista de El País, José María Irujo, que localizó al pistolero de extrema derecha en su casa de Buenos Aires

El compañero Manuel encontró al asesino de su hermano, poco antes de morir, gracias a un periodista de El País, José María Irujo, que localizó al pistolero de extrema derecha en su casa de Buenos Aires. Manuel debió sentir impotencia y un profundo escalofrío cuando vio en el periódico la foto de José Ignacio Fernández Guaza, tumbado al Sol y viviendo plácidamente en su exilio dorado.

Cuando el periodista lo entrevistó, comprobó dos cosas: que este sicario sigue protegido por la Policía argentina y que nunca mostró arrepentimiento por haber matado a Arturo Ruiz. Guaza recordaba su crimen como si hubiera sido ayer y, con absoluta frialdad, intentó justificar ante el periodista el asesinato de Arturo: "me arrojó una piedra, entonces cogí la pistola y le pegué un tiro en el corazón". 

Para colmo de cinismo, el pistolero afirmó que le disparó al sentirse atacado: "Yo disparé, pero hasta qué punto soy responsable". Guaza miente, dice José María Irujo: "pues disparó cobardemente, dos veces y por la espalda, cuando Arturo intentaba huir, y acertó con el segundo disparo, al tiempo que gritaba el lema fascista: ¡Viva Cristo Rey!"

¿Atacado por un hombre indefenso que estaba huyendo? Qué infamia, propia de un criminal sin escrúpulos. Después de hacer la entrevista, Irujo exclamó sobrecogido: "Guaza se siente tan impune que es capaz de presumir". 

Y Jorge Cesarsky, líder de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), fue el que prestó su pistola a Fernández Guaza para que hiciera los disparos contra Arturo. El ultraderechista argentino fue condenado a seis años por delito de terrorismo y tenencia ilícita de armas, pero sólo cumplió uno al beneficiarse de la amnistía.

Manuel Ruiz fundó el Colectivo por los Olvidados de la Transición y se unió a la querella colectiva, presentada por la jueza María Servini, para buscar en Argentina la justicia que le negaron en su propio país

Manuel Ruiz fundó el Colectivo por los Olvidados de la Transición y se unió a la querella colectiva, presentada por la jueza María Servini, para buscar en Argentina la justicia que le negaron en su propio país. Sin embargo, la Cámara de Apelación de Buenos Aires alegó falta de pruebas y dio carpetazo a la querella de Servini. Con esta argucia, impidió que la jueza abriera un proceso judicial contra el exministro franquista Rodolfo Martín Villa por presuntos delitos de lesa humanidad. Y en España, la Audiencia Nacional ha archivado el recurso de súplica de la familia Ruiz. "Una vergüenza para el Estado de Derecho en España y en Argentina", denunció Manuel Ruiz, poco antes de fallecer.

La muerte de Arturo Ruiz se produjo un día antes de la matanza de Atocha, cuando cinco abogados del PCE y CC.OO. también fueron asesinados por terroristas de extrema derecha. Y ese mismo día, 24 de enero, la joven estudiante Mari Luz Nájera se manifestaba para protestar por el muerte violenta de Arturo Ruiz. El impacto de un bote de humo, lanzado a bocajarro por un policía antidisturbio, le quitó la vida.

Fueron los días más duros de aquella Transición sangrienta que, con 188 asesinados por la policía del régimen y los grupos ultras, distaba mucho de ser modélica. Con todos estos crímenes, la extrema derecha pretendía frenar la incipiente democracia. Intentaba crear una situación de caos y desorden, con el fin de que los generales tuvieran una justificación para dar otro golpe militar. La intentona golpista se produjo cuatro años más tarde, el 23 de febrero de 1981, pero fracasó.

Finalmente, la dictadura dio paso a un sistema bipartidista de alternancia, también conocido como el régimen del 78, que fue incapaz de hacer justicia a las víctimas del franquismo y de la transición, como el caso de Arturo Ruiz. Manuel lo intentó, pero tropezó con el muro de la impunidad, llamado Ley de Amnistía de 1977, una ley de olvido o punto final, que impide investigar los crímenes de la dictadura y protege a los asesinos. A pesar de todo, Manuel Ruiz ha conseguido mantener viva la memoria de su hermano Arturo y sus compañeros del movimiento memorialista nos comprometemos a continuar con su lucha.

Paco Vigueras, periodista y portavoz de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación