Detenidos dos atracadores a empleados de reparto de comida a domicilio de Granada que habían creado alarma en el sector
La Policía Nacional ha detenido en Granada a dos hombres de 38 y 46 años con antecedentes policiales como presuntos como presuntos autores de atracar a repartidores de comida a domicilio a los que empujaban e intimidaban, en ocasiones mediante arma de fuego y en la mayoría de ellas con una navaja para sustraer todo el dinero y efectos de valor.
Los agentes han esclarecido siete atracos, y en uno de ellos se ha intervenido la furgoneta empleada para los seguimientos a los repartidores y la huida. A uno de ellos, que participaba conduciendo la furgoneta con la que huían, se le considera autor de cinco atracos mientras al autor material se le supone autor de siete robos, además de un delito de tenencia ilícita de armas, usurpación de identidad, estafa y quebrantamiento de condena. Uno de los arrestados ha sido investigado por su participación en casi una treintena de robos con uso de la fuerza en establecimientos, entre ellos uno en el que fueron sustraídas tres bicicletas de alta gama recuperadas posteriormente por los agentes. La autoridad judicial ya ha decretado el ingreso en prisión de uno de los detenidos.
La Policía inició las investigaciones a mediados de agosto, cuando comenzaron a recibir denuncias de repartidores de comida a domicilio de diversas entidades que eran atracados por un hombre, a punta de navaja en ocasiones y otras veces intimidándolos con una pistola y que les esperaba a la salida de los domicilios de entrega para sustraer el dinero y objetos de valor. Los atracos se perpetraban por toda la ciudad en las horas de mayor afluencia de reparto de comida coincidentes con los horarios de almuerzos y cenas y los autores llegaron a cometer dos o tres de ellos el mismo día. Uno de estos atracos se produjo en un hotel.
Reparto de papeles
Los policías recabaron información de cada uno de los robos cometidos y tras diversas indagaciones llegaron al convencimiento de que eran dos los presuntos autores y no uno como manifestaban las víctimas, los cuales utilizaban una furgoneta con la que seguían a las motocicletas de reparto de comida a domicilio hasta su destino, donde el copiloto descendía de la furgoneta y esperaba la finalización del servicio del repartidor a la salida del inmueble o del ascensor. Mientras tanto el conductor de la furgoneta la estacionaba en las proximidades, donde recogía a su compinche para huir ambos con el botín a la mayor velocidad.
El “modus operandi” empleado por uno de los detenidos, siempre el mismo, consistía en esperar la salida de las víctimas a la puerta de las viviendas o de los ascensores de los bloques donde les propinaba un fuerte empujón que las desestabilizaba llegando en ocasiones a caer al suelo. Acto seguido, con los perjudicados en situación de mayor indefensión, los amenazaba bien con una pistola o bien con una navaja que colocaba sobre la cabeza o el cuerpo y les obligaba a entregar todo el dinero y efectos de valor que portasen, llegando a cachearlos para comprobar que lo entregaban todo. La mayor parte de las intimidaciones se produjeron mediante el uso de navaja, salvo en tres ocasiones que se hicieron a punta de pistola.
Para evitar que las víctimas viesen su rostro y dificultar su identificación y por ende la labor policial, el autor material ocultaba su rostro vistiendo gorra, gafas de sol y la mascarilla de uso obligado por la situación sanitaria. También adoptaba medidas sobre las víctimas para asegurarse de que no pudiesen seguirlo ni ver el modo y dirección que tomaba.
La huída era muy rápida a bordo de la furgoneta estratégicamente colocada por el conductor, quien emprendía la marcha de forma acelerada una vez que entraba el autor material de los atracos incluso antes de cerrar la puerta.
El trabajo de cada uno de los presuntos atracadores había quedado establecido previamente mediante un reparto de tareas por el que el conductor siempre se encargaba de la furgoneta y el otro varón era el autor material de los robos con violencia e intimidación.
Operativos policiales
Los agentes han redoblado sus esfuerzos en la realización de un dispositivo policial específico para lograr la identificación y detención de los responsables de estos sucesos que estaban originando cierta alarma social sobre todo entre los encargados del reparto de establecimientos de comidas. El dispositivo ha culminado con la detención de ambos individuos tras la obtención de indicios que señalan a uno de ellos como presunto responsable de un total de cinco atracos y al otro de hasta siete. Éste último, el autor material, también ha sido investigado por tenencia ilícita de armas, estafa, usurpación de identidad y quebrantamiento de condena.
Paralelamente a lo anterior, había agentes llevando a cabo investigaciones por la comisión de robos con fuerza en establecimientos de Granada perpetrados desde finales del mes de julio, entre los que se encuentra el robo de tres bicicletas de alta gama valoradas en alrededor de 30.000 euros que han recuperado en un dispositivo policial realizado en el altiplano granadino. Uno de los detenidos en la Operación Repartidores también ha sido detenido en el operativo de los robos en establecimientos en el que los agentes han esclarecido 29 robos.
Los detenidos ya han pasado a disposición de la autoridad judicial, quien ha decretado el ingreso en prisión de uno de ellos.