El descontento con la sanidad pública toma de nuevo las calles de Granada en otra gran manifestación
Un año después de que Candel, un médico desconocido entonces, iniciara las movilizaciones después de extender sus denuncias por las redes sociales como Spriminan, la marea ciudadana por una Sanidad Pública Digna, volvió a la calle en un gran manifestación, aunque algo menor de participantes, comparada con todas las convocadas contra la gestión sanitaria de la Junta, las mayores de la historia de Granada.
Las movilizaciones auspiciadas por Candel, que lograron forzar a la Junta a derogar el pasado 28 de febrero la fusión hospitalaria y se llevó por delante al consejero de Salud, Aquilino Alonso, y varios directivos del SAS, se detuvieron en mayo pasado, para que la Consejería de Salud procediera a la ‘desfusión’.
A pesar de que la Junta se ha esforzado en señalar que la vuelta al anterior mapa sanitario está cumpliendo los plazos y se encuentra en la recta final, la manifestación de este mediodía –última jornada de un puente- volvió a demostrar descontento con la Sanidad pública andaluza.
Los lemas de ‘dos hospitales completos’, contra la Ley de Ley de garantías y sostenibilidad del Sistema Sanitario de Andalucía y Susana Díaz atronaron durante todo el trayecto de la manifestación
Pasadas las doce, la marcha arrancaba desde las puertas de la Delegación de la Consejería de Salud, a cuyo titular se le pidió reiteradamente la dimisión. Según la Policía Local, participaron unas 12.000 presonas, mientras que la Policia Nacional lo elevó a 25.000. El Metro de Granada suspendió durante una hora el servicio, dado que algunas paradas están situadas en La Caleta, zona por donde pasaba la protesta.
Volvieron lo globos blancos, las pancartas, muchas de ellas artesanales, y los coros contra la presidenta de la Junta, Susana Díaz, diana de todas las críticas de las movilizaciones y de los vídeos virales de Spiriman -denunciado en los Juzgados por varios directivos-. También este domingo, desde el atril instalado en la Fuente de las Batallas, como final de una manifestación que cubrió con creces toda la Gran Vía, mientras la cabecera avanzaba por Reyes Católicos.
Como siempre en las movilizaciones sanitarias, ambiente festivo, con la agrupación musical ''Befunkbop', abriendo una marcha que superó las dos horas de travesía por el centro de la capital.
El lema de ‘dos hospitales completos’, contra la Ley de Ley de Garantías y Sostenibilidad del Sistema Sanitario de Andalucía atronaron durante todo el trayecto de la manifestación, en la que progresivamente se fue nutriendo de ciudadanos que aguardaban en algunos puntos del trayecto. Y junto a Susana Díaz, también fue censurado el alcalde de Granada, Francisco Cuenca.
Apoyaba la movilización la Plataforma Granada por su Salud, que engloba a 35 organizaciones de profesionales sanitarios, pacientes, consumidores, comerciantes, sindicatos y partidos políticos, la cual sostiene también que los plazos marcados por la Consejería de Salud en el proceso para revertir la fusión hospitalaria "no se han cumplido".
También la respaldaron la Plataforma Ciudadana por el AVE Soterrado del Estadio de la Juventud, Granada en Marcha, Andalucía Por Sí o Vamos, Granada.
No se exhibieron símbolos políticos, como así pidió Candel quien reclamó que nadie portara banderas de partidos o sindicatos.
Según la organización, a la movilización se sumaron grupos procedentes de todas las provincias andaluzas, como la plataforma 'Basta Ya', de Málaga, así como de distintos puntos de la provincia.
Aclamado durante la marcha, Candel exigió a la Junta "responsabilidad política" y que cumpla con los pasos comprometidos para materializar la desfusión hospitalaria. Tras rememorar que la ciudadanía de Granada inició hace un año las marchas contra el modelo hospitalario para reclamar una sanidad digna, manifestó que la manifestación demuestra "que no queremos más corruptos" y resaltó que la Consejería solo quiere recortar, privatizar y mantener a gente "elegida a dedo", al tiempo que cifró en 1.588 millones el recorte en materia sanitaria entre 2008 y 2014.
Las exigencias de los manifestantes, plasmadas en un decálogo auspiciada por Justicia por la Sanidad plantea a la Junta la delimitación clara de las dos zonas hospitalarias; información sobre ratios de profesionales y camas por pacientes y restitución de las plantillas; cese de los jefes de servicio implicados en la "fusión"; nombramiento de nuevos equipos directivos de los hospitales; y destitución y elección de las juntas facultativas y de enfermería, ha informado la asociación Justicia por la Sanidad.
También reclaman la publicación de las listas de espera, quirúrgicas y diagnósticas actualizadas, y de recursos, efectivos y equipamientos de ambos hospitales para comprobar su simetría; la fecha de cierre del hospital San Cecilio y su "funcionalidad futura"; la instalación "urgente e inmediata" de un acelerador lineal en el hospital del Campus de Granada; y la priorización de "la adecuación de un espacio digno, funcional y adecuado para los pacientes oncológicos".
Precedió a la manifestación, la denuncia presentada ante los juzgados el pasado martes por Candel, como presidente de la Asociación Justicia por la Sanidad, contra los últimos cuatro consejeros de Salud y a directivos del SAS, por idear un sistema de nombramientos “opacos” y “al margen de la ley”.
La Junta de Andalucía insistido esta semana en el cumplimiento de los plazos de la ‘desfusión’, que estará culminada en el primer trimestre de 2018 y anunció que adelantará de aquí al final de año la contratación de 44 nuevos profesionales para reforzar la Atención Primaria.
Por categorías, el refuerzo más significativo va a producirse en Enfermería, con la incorporación de 24 nuevos profesionales, que permitirán recuperar el equipo básico de atención primaria como unidad de referencia médica y enfermera.
Además, está previsto contratar 6 matronas, cuatro trabajadores sociales, 1 pediatra y 9 médicos de familia.
El anuncio de la Junta se produjo después de que el Colegio Oficial de Médicos de Granada se plantara ante la Junta de Andalucía y reclamara más profesionales sanitarios y mejores condiciones laborales para tratar de paliar un ‘déficit’ constatable que puede afectar, advirtieron, a la ‘seguridad del paciente’
