Tejiendo con Hilo Violeta

Danso, una original forma de cubrir nuestro cuello

Ciudadanía - Ana Vega - Sábado, 15 de Septiembre de 2018
Comenzamos una nueva sección, titulada, con toda la intención, 'Tejiendo con Hilo Violeta', en la que de la mano de Ana Vega, queremos dar visibilidad a las artesanas, mujeres creativas y emprendedoras, para mostrar sus creaciones y contar sus experiencias.
Paz, en su estudio con uno de sus excepcionales diseños.
P.V.M.
Paz, en su estudio con uno de sus excepcionales diseños.

Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de visibilizar la labor de las mujeres que en su día a día van tejiendo el futuro, pero decidirme a dar el paso no habría sido posible sin un encuentro fortuito.

Geiwa significa paz en japonés Y así nos lo explicó cuando nos acercamos al puesto donde mostraba su trabajo como artesana. Paz era también su nombre y la sensación que transmitía su rostro. En la actualidad, sus creaciones aparecen bajo la marca Danso, nombre compuesto por las primeras sílabas de sus dos hijas: Daniela y Sofía.

No pudimos evitar probarnos sus originales cuellos de todo tipo; imposible elegir sólo un de ellos.

Los días que siguieron al encuentro, no dejé de pensar en la posibilidad de crear un escaparate donde ella y otras mujeres artesanas pudieran mostrar sus creaciones. La llamé para comentarle la idea y su entusiasta respuesta me animó a plantearlo en el medio en el que colaboro desde sus iniccios con el blog La buena vida.

El título de la sección sería Tejiendo con Hilo Violeta, términos para mí cargados de significado. Y así, poco a poco, trabajando en red, como solemos hacer tan bien las mujeres, fuimos tirando de la madeja y una artesana nos llevó a la otra.

Es un placer hablar con Paz Álvarez García de su trabajo, de arte, literatura o de la vida... Y, desde aquí, quiero agradecerle que me introdujera en este mundo. Entre un café y otro me ha ido contando cómo decidió un día dedicarse a lo que realmente le apasiona... Pero mejor, que lo explique ella...



“Estudié Bellas Artes en la Universidad de Granada. Se me daba bien el dibujo y tenía gran interés por el arte. Por otra parte, desde pequeña, siempre me gustó la costura. Veía a mi madre coser y ser capaz de hacer desde un vestido para mis muñecas a unos peuques de bebé. Lo hacía con paciencia y gusto por el trabajo bien hecho y limpio. A mí me exasperaba que no estuviera hecho más rápido, pero claro, el resultado nunca sería el mismo. Las cosas, como las personas, necesitan su tiempo. Y eso me pasó a mí. No ejercí como artesana hasta hace poco. Cosía de forma particular pero no como oficio. Pasé de estudiar Bellas Artes a ganarme la vida en empleos diversos, pero nada que ver con la costura, la artesanía textil o la ilustración”.

En nuestros encuentros hemos hablado sobre lo mucho que nos determina la vida, ese guion que se crea con nuestras primeras experiencias, con las expectativas familiares y de nuestro entorno más cercano y que va configurando quiénes somos, lo que somos capaces de hacer y lo que no.

Resulta difícil salirse de ese camino marcado; a veces simplemente porque no vemos más allá y, otras, porque aunque lo veamos nos sentimos inseguros transitando otro recorridos desconocidos… Sin embargo, a poco que reflexionemos, la vida es cambio. Así, que no me resisto a preguntarle cuándo decidió dedicarse a lo que realmente le gustaba y qué motivo ese cambio de rumbo:



“La crisis económica y la maternidad me llevaron a convertirme en artesana. Hice un curso de diseño de moda y patronaje en la escuela “Estación Diseño” de Granada y allí maduré la idea de hacer complementos, concretamente cuellos de señora y caballero, y retomé la destreza en el dibujo. Lo mejor de todo, es hacer lo que te gusta y saber que ejerces sin descuidar otras parcelas de tu vida. A lo mejor no gano tanto como antes, pero sí me siento más feliz e identificada con lo que hago. No reniego de mis anteriores trabajos, soy lo que soy por lo que he vivido y aprendido y gracias a la gente que se ha cruzado en mi camino. Me han ayudado a madurar y a ver las cosas con perspectiva. Estoy dando un paso hacia adelante, de los muchos que damos “todas las mujeres” en nuestra vida y afortunadamente, en mi caso, lo he dado de forma voluntaria y convencida”.

Mihaly CsiKszentmihalyi fue quien dio nombre a este estado de gratificación en el que entramos cuando nos sentimos totalmente involucrados en lo que estamos haciendo hasta el punto de perder la noción del tiempo y disfrutar plenamente con ello; hablamos de fluir. Paz disfruta cuando va a buscar las telas, botones o cierres para sus creaciones; cuando hace los figurines antes de convertir sus ideas en algo tangible o cuando cose con cuidado cada una de ellas. “La mayor alegría que puede sentir un artesano es que a los demás les guste lo que hace. He descubierto que la gente es amable y aprecia los detalles y la artesanía. Que se prueben mis cuellos y se sientan favorecidos es muy gratificante. Yo pongo todo mi cariño y paciencia en cada una de las prendas que coso, como antaño hacía mi madre, y en cada figurín que dibujo y luego convierto en ilustración. Me divierto al mismo tiempo que me gano la vida, yo decido cuándo, cómo y qué diseñar, lo que me permite conciliar la vida familiar y laboral. Me siento realmente afortunada.

Mi familia y mis amigas son mis implacables críticos, y me encanta eso de ellos. Saber si mis diseños pasan ese filtro… me da un extra de confianza al exponerlos a la gente. Por otra parte, enseño este oficio a mis dos hijas, que me ven coser como yo veía a mi madre de pequeña”.



También encuentra dificultades en este camino que decidió recorrer; “Es complicado vender tus prendas a pie de calle. Dependes de muchos factores ajenos a ti… Además de los que se tienen en cualquier otro empleo. Los mercados de artesanía no suponen una gran inversión, pero las inclemencias del tiempo y las largas horas de trabajo ininterrumpido, desde primera hora de la mañana hasta la última de la tarde, son realmente cansadas. Además, no cuentas con un sueldo estable. Lo que ganas siempre es variable, hay meses buenos y meses malos. Simplemente tienes que organizarte muy bien”.

Estos son los modelos que Danso nos ofrece para las distintas temporadas:

Cuello Chimenea: Aporta cierta calidez al cuello ya que el forro suele ser de paño, pelo, terciopelo o franela. La tela exterior es de algodón 100%. Se abrocha a un lado, normalmente con un botón grande de coco esmaltado al tono. Temporada de Otoño-Invierno.

Cuello toquilla: Decimos la palabra toquilla y enseguida nos viene a la mente una adorable anciana. Pero la verdad es que no hay nada mejor para el invierno que una toquilla de lana. Mis cuellos tienen ese mismo principio, pero los adapto desde el cuello hasta la altura de los hombros. Para que sean cómodos de poner solos o con abrigo. Se abrochan con un bonito botón o broche. Punto de lana. Temporada Otoño-Invierno.

Cuello punto smoke: Quién no ha tenido un vestido de frunces o de punto canadiense. Yo introduzco esta técnica en estas prendas, que cubren prácticamente el cuello entero, dándole un toque actual y al mismo tiempo retro. Telas de lino o 100% algodón. Temporada Otoño-Invierno.

Cuello de pico: Con flor o sin flor y atados con lazo por la nuca. Telas 100% algodón con diversos estampados o lisas. Todas las temporadas.

Algunas de sus creaciones, con los dibujos previos. P.V.M.

Cuello de gemelos: Imitando los puños de gemelos. Se puede poner en todas las temporadas ya que su fin es solo decorativo. Con un jersey, camiseta o vestido con escote, combina muy bien y aporta originalidad a nuestro outfit.



Cuello camisero: Cuello con pie y voladura, con telas de seda o 100% algodón. Todas las temporadas.

Cuello Victoriano: Tableado en vertical se ata con lazo por delante. Telas de lino o 100% algodón. Todas las temporadas.



Desde hace muy poco ha incorporado a su taller una impresora de 3D, con la que fabricar nuevos productos. Ahora está inmersa en una serie inspirada en dibujos andalusíes, para venderlos en el norte de España. Una forma de llevar la tradición y la cultura de Granada.

Para contactar con ella, podéis hacerlo en danso.creaciones@gmail.com.