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El cannabis y el alcohol, las sustancias que más consumen los menores

El Centro Provincial de Drogodependencias activa un protocolo de intervención pionero para menores con adicciones

Ciudadanía - IndeGranada - Viernes, 1 de Febrero de 2019
El 4,31 por ciento de los 2.133 pacientes atendidos el pasado año era menor de edad.
El personal del centro provincial con el presidente de la Diputación y la diputada de Bienestar Social.
J.Grosso/Dipgra
El personal del centro provincial con el presidente de la Diputación y la diputada de Bienestar Social.

 

El presidente de la Diputación de Granada, José Entrena, ha visitado esta mañana junto a la diputada de Bienestar Social, Olvido de la Rosa, la sede del Centro Provincial de Drogodependencias, donde durante 2018 han sido tratados 2.133 pacientes, de los que el 4.31 por ciento son menores de edad, consumidores fundamentalmente de cannabis (65.21 por ciento) y alcohol.

Entrena ha visitado las obras, ya concluidas, de remodelación del centro y se ha dirigido a los profesionales que forman parte de la plantilla del centro, y que está formada por educadores, trabajadores sociales, médicos y psicólogos, para agradecer su trabajo y su compromiso con las personas a las que tratan.

“Es un orgullo que este Centro sea pionero y referente en la provincia y en Andalucía tanto en la prevención, tratamiento e incorporación social de las adicciones”, ha señalado el presidente de la Diputación.

Entrena ha insistido en “la necesidad de mantener este servicio y el centro en su ubicación actual para continuar prestando ayuda a todas aquellas personas de los municipios de la provincia que tienen dificultades y seguir coordinando y dirigiendo las actuaciones de la red de Centros Comarcales”.

La directora del centro, Blanca Molina, ha explicado por su parte, que los profesionales de las áreas de Atención Sociosanitaria y de Prevención han diseñado un protocolo de intervención con menores consumidores de drogas, pionero en el conjunto de Andalucía, que sistematiza las diferentes intervenciones “para garantizar su efectividad y eficiencia”.

A través de este protocolo, ha expuesto, se pretende evitar la instauración de conductas adictivas y la dependencia a sustancias psicoactivas en adolescentes y jóvenes, mejorando la detección precoz de consumos de alcohol, cánnabis y otras sustancias desde los ámbitos de actuación familiar y educativo que son los más cercanos.

Para ello se ofrece información básica, criterios de intervención y recomendaciones prácticas, así como formación continuada a los profesionales que intervienen con este colectivo, con el fin de proporcionar la atención, el apoyo y la orientación de calidad necesaria a los adolescentes y a sus familias.

Según Blanca Molina, se pretende conseguir una coordinación de actuaciones y colaboración con los servicios intervinientes en el tratamiento y atención general a los menores (centros residenciales de menores, centros educativos, servicios sociales, salud mental, atención primaria, etc...), de manera que se consiga una intervención integral y coordinada de calidad y basada en la evidencia científica.