Un total de 228 pacientes en tratamiento por juego patológico han sido atendidos en el centro específico por adicción a los juegos de azar con el que cuenta la comunidad autónoma en Granada, concertado con la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales y gestionado por la Asociación Granadina de Jugadores en Rehabilitación (Agrajer).

Este dato ha sido dado a conocer este lunes por el delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta en Granada, Higinio Almagro, quien ha visitado la mesa informativa instalada por esta asociación en el entorno de Puerta Real con motivo de conmemorarse el Día sin Juegos de Azar.

Almagro ha puesto de manifiesto que todavía existen muchos estigmas alrededor de esta adicción, "una carga añadida de sufrimiento para la persona afectada y sus familiares y un obstáculo para su recuperación". El centro de tratamiento al juego patológico, ubicado en el número 35 de la calle Sierra Nevada, en Cenes de la Vega, atiende también a 217 familiares y allegados a las personas jugadoras, "quienes también sufren el problema".

El delegado territorial ha puesto el acento en un hecho preocupante, "más del 57 por ciento de las personas que se incorporan al tratamiento para poner fin a su adicción tiene menos de 35 años". El porcentaje mayoritario de personas atendidas con problemas por juego patológico, corresponde en un 95 por ciento de los casos a un varón y mayoritariamente de entre 26 y 35 años". Del total de personas atendidas, un seis por ciento corresponde a menores.

Higinio Almagro ha afirmado que "si bien las máquinas tragaperras, el bingo y el juego 'on line' suman casi un 97 por ciento del total de adicciones reflejadas por las personas atendidas, cada vez son más los casos de jóvenes con problemas asociados al uso de internet, móvil, o compras compulsivas.

Respecto al tipo de problemas ocasionados por el juego destacan los relacionados con conflictos familiares (31 por ciento), problemas económicos (28,6 por ciento) y un 17,5 por ciento generan problemas psicosomáticos (como dolores de cabeza, malestar o nerviosismo), que están en consonancia con el hecho de que fuera iniciado el tratamiento por indicación de los servicios de salud.