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UNA SECCIÓN de JOAN CARLES MARCH

Atrapasueños de Castellón: Cuando hablar del suicidio se convierte en una forma de amor en 'Habladurías'

Ciudadanía - Joan Carles March - Domingo, 9 de Noviembre de 2025
En la premiada sección sobre prevención y conducta suicida, Joan Carles March nos ofrece un excepcional 'Habladurías', con un testimonio de resistencia, amor y coraje, con Luisa Vicent y Jorge González, quienes tras la muerte de su hija, crearon una asociación por y para supervivientes de suicidios. No te lo pierdas.
Un momento de la charla de Luisa Vicent y Jorge González con Joan Carles March en este excepcional 'Habladurías'.
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Un momento de la charla de Luisa Vicent y Jorge González con Joan Carles March en este excepcional 'Habladurías'.
Luisa Vicent y Jorge González saben lo que es mirar a la vida desde el abismo. Hace un año perdieron a su hija Meritxell, de 20 años, por suicidio. Desde entonces, su historia se ha convertido en un testimonio de resistencia, amor y coraje. Junto con la psicóloga Marta, fundaron la asociación Atrapasueños de Castellón, un espacio creado “por y para supervivientes del suicidio”.

Su objetivo: ayudar a quienes, como ellos, viven con una herida invisible y eterna.

“Mi vida perdió gran parte de su sentido aquel día”, confiesa Luisa.

En su casa, el silencio pesa, pero no se oculta. Decidieron pronunciar la palabra suicidio sin miedo, romper el tabú que tantos años de dolor social ha mantenido encerrado

“Por suerte tenemos a nuestro hijo Eric, que es nuestro pilar. Si no fuera por él, no sé si podría seguir adelante”.

En su casa, el silencio pesa, pero no se oculta. Decidieron pronunciar la palabra suicidio sin miedo, romper el tabú que tantos años de dolor social ha mantenido encerrado. “No pienso esconderla”, dice Luisa. “Esa palabra existe, y si no la decimos, seguiremos viviendo como en los años 30, ocultando algo que está ahí y que necesitamos afrontar”.

Un duelo que no termina

El duelo por un suicidio es distinto. Es más largo, más profundo, más incomprensible. “Siempre vives con la culpa de no haber visto algo, de no haber hecho algo”, explica Jorge. “Pero al final entiendes que quien se va no quiere morir, quiere dejar de sufrir”.

En los primeros meses, confiesan, el dolor era insoportable. “Yo solo quería irme con ella”, recuerda Luisa. “No veía nada, no veía la luz. Lo único que me mantenía era mi hijo”

En los primeros meses, confiesan, el dolor era insoportable. “Yo solo quería irme con ella”, recuerda Luisa. “No veía nada, no veía la luz. Lo único que me mantenía era mi hijo”.

El tiempo no cura —reconocen—, pero ayuda a construir un modo de vivir con la herida abierta.

Con el paso de los meses, aprendieron a levantarse cada día, a llenar el vacío con pequeños gestos: hablar con su hija, recordarla, incluirla en su rutina. “Le hablo cada día, le cuento cómo me ha ido el trabajo o si he ido al gimnasio. Es mi forma de seguir con ella”, dice Luisa.

Ese vínculo cotidiano se convierte en un acto de amor que da sentido a lo que queda, una manera de mantenerla presente sin negarla.

Distintos momentos de la conversación con Joan Carles March de Luisa Vicent y Jorge González en este excepcional 'Habladurías'.

Atrapasueños: un refugio para los que sobreviven

De ese dolor nació Atrapasueños, bautizada así por los objetos que tanto amaba Meritxell. “Es un homenaje a ella”, cuenta su madre. La asociación ofrece grupos de apoyo, coordinados por psicólogas especializadas en duelo y suicidio, donde los familiares pueden hablar sin miedo, sin ser juzgados

De ese dolor nació Atrapasueños, bautizada así por los objetos que tanto amaba Meritxell. “Es un homenaje a ella”, cuenta su madre. La asociación ofrece grupos de apoyo, coordinados por psicólogas especializadas en duelo y suicidio, donde los familiares pueden hablar sin miedo, sin ser juzgados.

“En el grupo puedes llorar, hablar, o simplemente estar. Lo que digas se queda allí. Es un espacio seguro”, explica Luisa.

Aunque la primera sesión fue dura —“remueve todo”—, esperan que, con el tiempo, sea sanadora.

El proyecto es todavía joven, pero ya ha conseguido algo esencial: crear comunidad. “Entre las personas que asisten se genera una conexión inmediata, porque todas compartimos una misma herida”, señala Jorge. “No hace falta explicar demasiado. Solo mirarte y saber que el otro te entiende”.

El silencio compartido, los abrazos sin palabras y la empatía sincera son los pilares sobre los que se construye este pequeño refugio emocional en Castellón

El silencio compartido, los abrazos sin palabras y la empatía sincera son los pilares sobre los que se construye este pequeño refugio emocional en Castellón.

Romper el silencio y prevenir

Para Luisa y Jorge, hablar del suicidio es ya una forma de prevención. Jorge ha participado junto al cineasta director del documental “El estigma del silencio” Sergio Hernández en proyecciones y charlas en institutos. “Al principio los chicos se reían, pero cuando empezó el documental, se hizo el silencio absoluto. Luego muchos se acercaron a hablar. Algunos incluso pidieron ayuda. Eso es lo importante”, cuenta emocionado.

Ambos coinciden en que la prevención empieza por escuchar, por acercarse al que sufre. “Si ves a un compañero solo, lo más fácil es sentarte en otra mesa; lo más valiente es preguntarle cómo está”, repite Jorge

Ambos coinciden en que la prevención empieza por escuchar, por acercarse al que sufre. “Si ves a un compañero solo, lo más fácil es sentarte en otra mesa; lo más valiente es preguntarle cómo está”, repite Jorge.

La experiencia en los centros educativos les ha demostrado que la juventud está más dispuesta de lo que parece a hablar de salud mental, siempre que alguien abra la puerta. “Cuando un chico o una chica escucha que otro ha pasado por lo mismo, se atreve a hablar. Y eso puede salvar una vida”, afirman.

Por eso, Atrapasueños no solo acompaña a quienes han perdido a un ser querido, sino que también quiere construir una red de prevención y sensibilización.

Un tabú que aún duele

Aunque la sociedad avanza, el estigma sigue ahí. “Hay quien se cambia de acera cuando sabe lo que te ha pasado”, lamenta Luisa. “Y eso duele. Porque lo único que necesitas es un abrazo, calor humano”.

En muchas ocasiones, el desconocimiento lleva a la incomodidad o al silencio. “A veces la gente no sabe qué decirte, o teme hacerte daño. Pero el silencio duele más. A veces basta con poner una mano en el hombro o con decir ‘estoy aquí’”, explica Jorge

Por eso insisten: hay que hablar del suicidio. Con respeto, pero con claridad. Solo así, dicen, se salvarán vidas.

En muchas ocasiones, el desconocimiento lleva a la incomodidad o al silencio. “A veces la gente no sabe qué decirte, o teme hacerte daño. Pero el silencio duele más. A veces basta con poner una mano en el hombro o con decir ‘estoy aquí’”, explica Jorge.

“Por cada suicidio, hay al menos siete personas marcadas”, recuerda Luisa. “Y todos necesitamos acompañamiento. Nadie está a salvo. Nadie”

Hablar, compartir, acompañar: esas son las tres palabras que resumen su trabajo.

“Por cada suicidio, hay al menos siete personas marcadas”, recuerda Luisa. “Y todos necesitamos acompañamiento. Nadie está a salvo. Nadie”.

Mirar hacia adelante

Un año después, Luisa y Jorge siguen aprendiendo a vivir sin Meritxell, pero también a vivir por ella. “Cada paso que damos, cada charla, cada abrazo, lleva su nombre”, dice Luisa con ternura. “Ella está en todo lo que hacemos”.

Atrapasueños se ha convertido en una prolongación de su amor y en un lugar donde otras familias pueden transformar el dolor en ayuda mutua

Atrapasueños se ha convertido en una prolongación de su amor y en un lugar donde otras familias pueden transformar el dolor en ayuda mutua.

El futuro de la asociación pasa por consolidar los grupos de apoyo y ampliar su labor a la prevención activa, visitando centros educativos, instituciones y espacios comunitarios. “Queremos que nadie se sienta solo, que nadie crea que no hay salida”, dicen con convicción.

Porque si algo han aprendido, es que hablar salva, y que incluso en medio del dolor más profundo puede florecer una esperanza compartida.

Frases destacadas para recordar

  • “Mi vida perdió gran parte de su sentido aquel día”

“No pienso esconder la palabra suicidio. Si no la decimos, seguiremos viviendo en silencio”

  • “Por suerte tenemos a nuestro hijo, que es nuestro pilar”.
  • “No pienso esconder la palabra suicidio. Si no la decimos, seguiremos viviendo en silencio”.
  • “Quien se va no quiere morir, quiere dejar de sufrir”.
  • “Hablar ayuda. El silencio mata”.

“Nadie está a salvo. Por eso todos debemos hablar de salud mental”

  • “Atrapasueños nació del dolor, pero también del amor”.
  • “Si ves a alguien solo, siéntate a su lado. Escuchar puede salvar una vida”.
  • “Nadie está a salvo. Por eso todos debemos hablar de salud mental”.
  • “A veces no hacen falta palabras, solo una mano en el hombro, un abrazo”.
  • “El duelo no termina, pero compartirlo lo hace más llevadero”.

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