Francisco Puentedura, portavoz municipal de IU, ha reclamado al Ayuntamiento de Granada que exija a la empresa de transportes Rober que cumpla sus compromisos de renovación de vehículos en la ciudad. Según el concejal, la empresa no ha hecho ninguna inversión en este sentido desde 2014. Según ha explicado, la última inversión fue para los 15 vehículos de la línea LAC y cinco autobuses urbanos. 

Es el Ayuntamiento de Granada el que paga “con su propia carga financiera” las amortizaciones de estas inversiones a través del canon del servicio del transporte público en un periodo de diez años, según establece la ley de contratación para las amortizaciones de inversiones, según ha recordado Puentedura.

La flota de vehículos de Rober en Granada ronda los 150 autobuses, de los cuales más de 80 rebasan el límite de 10 años que establece el pliego de condiciones del contrato para su renovación, según ha explicado en rueda de prensa Puentedura, que ha criticado que más de la mitad de los vehículos del transporte colectivo “son auténticas cafeteras, especialmente en verano, por el ruido que generan, la falta de climatización, y la frecuencia con la que se estropean”.

El concejal mantiene que Rober “no tiene ninguna excusa” y pide la renovación “urgente” de los vehículos que incumplen el pliego de condiciones para su renovación, “máxime porque el contrato con Rober finaliza en 2022, y, dado que el periodo de amortización es de 10 años, tiene que cumplir su obligación de renovación antes de que finalice la concesión”.

Por otro lado, Puentedura advierte también de la existencia de vehículos -especialmente los Alhambra bus- que incumplen las condiciones de antigüedad requeridas. De hecho, según informa el portavoz del grupo municipal de IU, “más del 70 por ciento de los microbuses que van a la Alhambra rebasan los 15 años de antigüedad permitidos”. 

La antigüedad de estos autobuses, lamenta el edil, “afecta a la mala calidad del servicio, a la inseguridad para los usuarios, y genera autobuses más contaminantes y que suponen un mayor sobrecoste en tanto gastan más y se estropean con mayor frecuencia”. 

Asimismo, IU le exige al equipo de gobierno que aclare si va a cumplir lo que los estudios técnicos amparaban y lo que el propio PSOE reclamaba desde la oposición en torno a que el transporte público vuelva al Albaicín. Puentedura pide que la línea C1 y C2 vuelvan a transitar por la carrera del Darro los fines de semana, y que se recupere la línea de conexión entre la Alhambra y el Albaicín, que, según Puentedura, “no solo mejorará esta conexión, sino que también aliviará las líneas que pasan por el Realejo, saturadas en la actualidad”.

El concejal de izquierdas ha aludido al “problema técnico” que comunicaron a los distintos grupos municipales en la comisión de Movilidad celebrada este miércoles, según el cual era difícil la incorporación de los autobuses en la carrera del Darro por la gran afluencia diaria de peatones. Una dificultad que Puentedura propone solucionar “cambiando el recorrido del tren turístico”. Desde IU entienden que “si los peatones afectan a los microbuses, también afecta al tren turístico”. Puentedura mantiene que “no nos vale la excusa” esgrimida desde el área de Movilidad, y pide que no se favorezcan los intereses privados del bus turístico por encima de los intereses generales que supone el transporte público. Igualmente, IU cuestiona al gobierno municipal si está dispuesto a asumir el compromiso de aumentar el recorrido de las líneas S3 y SN2 para llegar hasta el PTS. IU considera “fundamental” mejorar la accesibilidad a la zona hospitalaria y universitaria, y que barrios como Norte, Beiro, Genil y gran parte del Zaidín puedan tener una conexión directa con el PTS.