Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Granada, que gobierna en minoría el PSOE, han planteado las condiciones que llevarán a la negociación del anteproyecto de presupuesto para 2019 presentado este martes, y han exigido que las cuentas municipales no se basen en un aumento de impuestos.

El PP, que es el grupo mayoritario en el Consistorio granadino, ha lamentado que el alcalde, Francisco Cuenca, haya anunciado unos presupuestos "sin consenso" y "a espaldas de la oposición", con los que se pretende "una subida, entre impuestos y tasas, de unos diez millones de euros".

Según ha explicado en una nota de prensa, el PP se ha ofrecido, "en numerosas ocasiones desde hace tres meses", a negociar con el gobierno local socialista unos presupuestos para la capital, planteando como líneas rojas que "no se subiese ni un euro en los impuestos directos a los granadinos".

Tras indicar que sus ediles no han recibido respuesta, el PP ha invitado a Cuenca a que desde este miércoles "convoque una mesa de negociación en la que demuestre su voluntad de consensuar las cuentas municipales".

En este sentido, el coordinador del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Granada, Juan Antonio Fuentes, no ha indicado si el PP respaldará o no estas cuentas a la espera de poder conocer más detalles sobre el documento, tras habérsele facilitado este martes por la mañana.

"No sabemos qué han aportado", ni "qué han hecho en movilidad, ni en servicios sociales, ni en personal", ha explicado el edil popular, que ha subrayado que su formación "no respaldará unas cuentas que incrementen los impuestos directos a los granadinos", en una rueda de prensa con el concejal Francisco Ledesma para presentar sus alegaciones a las ordenanzas fiscales.

Para Ciudadanos, el borrador de presupuestos pretende "incluir todas las subidas de impuestos que tenía pensado ejecutar" el equipo de gobierno local, y "llega muy tarde", ya que, según ha indicado el portavoz de su grupo municipal, Manuel Olivares, con el periodo natural de alegaciones, "no podrá estar listo para su votación hasta el mes de febrero o marzo".

"Todas las subidas tributarias que contempla este borrador, es decir, una subida de un cuatro por ciento del valor catastral y un cuatro más por la eliminación de la bonificación por domiciliación bancaria, lo que supone un aumento total de un ocho por ciento" en el IBI, se tratan de compensar, ha proseguido Olivares, con "un expediente trampa, con una bajada del uno por ciento por la compensación del tipo, con el resultado real de una subida final de un siete por ciento del recibo del IBI".

Por su parte, la concejal de Vamos Granada Marta Gutiérrez ha indicado que su grupo no espera "grandes sorpresas" del anteproyecto, habida cuenta de las propuestas sobre ordenanzas fiscales del PSOE. En este sentido, ha afirmado que los ingresos "van a salir" del "bolsillo de la ciudadanía", y no de otras fórmulas que defiende Vamos Granada como la tasa turística.

En declaraciones a los periodistas, Gutiérrez también ha advertido del "sobrecoste" de las "grandes empresas" que tienen la concesión de servicios públicos como la recogida de residuos o el autobús urbano, mientras "sigue subiendo el billete". "El PSOE no ha hecho nada por cambiar eso", ha agregado la edil, que ha señalado que analizará el anteproyecto y hará propuestas en la negaociación.

Para el portavoz de IU, Francisco Puentedura, es "poco creíble la voluntad de diálogo" el equipo local de gobierno, al que ha pedido "transparencia", partiendo de la base de que la partida sobre los 105 millones que se destinarían a personal "no se presenta desglosada" para así "ocultar los cinco millones que cuesta al año al Ayuntamiento los altos cargos y puestos directivos nombrados a dedo".

Asimismo, "carga su previsión de ingresos en modificaciones de las ordenanzas fiscales que hoy por hoy son virtuales", ha señalado Puentedura, calificándolas de "subidas injustas, antiprogresivas y abusivas de impuestos". Según el concejal de IU, es "un presupuesto para salir del paso", que el PSOE utiliza como "excusa" a su "inacción en los últimos tres años".