Granada busca respuestas para el aislamiento ferroviario y el AVE
Andenes de la estación de Granada. p.v.m.
Una reunión no debería ser excepcional, pero la que se celebra este martes lo es. Después de más de tres años de desconexión ferroviaria, sin certezas en torno a la situación del AVE y tras el sistemático ninguneo del anterior Gobierno del PP a las autoridades granadinas, el nuevo ministro de Fomento, el socialista José Luis Ábalos, recibe este martes al alcalde de Granada, Francisco Cuenca, y al presidente de la Diputación, José Entrena.
La reunión se produce a petición de los representantes granadinos, que esperan que "sirva para informar a esta provincia de las decisiones que se han estado tomando en el Ministerio de Fomento y sobre los plazos previstos para la reapertura del servicio de ferrocarril".
Tras demasiados desaires y decepciones, Granada merece certidumbres
Importante encuentro en el que más que nunca son necesarias respuestas, porque Granada ha acumulado demasiados desaires y decepciones y se merece certidumbres respecto al futuro de la conexión ferroviaria y la Alta Velocidad.
Sobre la mesa los planes de Adif respecto al proyecto de Alta Velocidad, la ejecución la Variante de Loja y el soterramiento en la capital, la situación del proyecto de conexión Granada-Almería, así como del estudio de viabilidad para la reapertura del ramal Guadix-Baza-Lorca, para el que no han prosperado las enmiendas reclamando 1,6 millones de euros.
En este sentido, los representantes granadinos señalan que desde hace más de tres años, la provincia de Granada "sufre una situación inaudita de aislamiento ferroviario por una decisión irresponsable del anterior equipo del Ministerio de Fomento, que procedió a cortar el tráfico el 7 de abril de 2015, supuestamente por cuatro meses, que se han convertido en tres años y casi tres meses".
Desde entonces, según indican, se han ido dando sucesivas fechas para la reapertura del tráfico ferroviario, con los consiguientes aplazamientos, "pero en ningún momento se ha informado a los representantes institucionales ni a la sociedad granadina de cuál era la situación real, creando una situación de incertidumbre y sin ofrecer explicaciones".