Declaración de Granada: los líderes de la UE renuncian a incluir la migración por veto de Hungría y Polonia
Los líderes de la Unión Europea han renunciado este viernes a mencionar de forma expresa la política migratoria común para salvar la Declaración de Granada del veto de Hungría y Polonia que frenaron el texto durante horas, en un intento por imponer a los 27 el compromiso de que las decisiones sobre migración y asilo se tomarán por unanimidad -en lugar de la mayoría cualificada actual--, lo que en la práctica otorgaría poder de veto en las negociaciones del Pacto Migratorio y de Asilo.
"La parte de la migración no ha podido ser aprobada porque dos Estados miembro no están de acuerdo", ha anunciado el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en una rueda de prensa al término de la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrada en la ciudad andaluza.
A cambio, según han informado fuentes europeas, el párrafo sobre migración que ha sido retirado del documento validado a 27 será publicado como un "comunicado del presidente del Consejo Europeo", Charles Michel, rebajando así su peso político.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha explicado a la prensa al dejar la cumbre antes de que esta concluyera que ha sido el "desacuerdo de varios Estados miembro", en referencia de Hungría y Polonia, la razón del bloqueo de la Declaración de Granada que habían negociado las delegaciones en los últimos días.
En todo caso, Macron ha querido dejar claro que considera "secundario" que de la reunión de líderes emanara una Declaración formal porque lo esencial es que los asuntos migratorios se deciden por mayoría cualificada y ha pedido "no hacer fetichismo" del texto, cuando el objetivo es seguir avanzando en la reforma migratoria y ello con el apoyo de una mayoría "muy ponderada" de países.
El primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, dijo a la prensa al abandonar la cumbre horas antes de que terminara que la adopción de una declaración que marcara la cita en Granada "no es una prioridad" para los mandatarios frente a la cuestión de fondo migratoria.
Al igual que Bettel y Macron, otros socios como los mandatarios de Finlandia, Grecia y Bélgica han dejado la cumbre antes de que concluyera, sin esperar a que la discusión sobre migración finalizara y se aclarara el formato del texto final.
Sánchez minimiza que la migración no esté en la Declaración de Granada: "Era uno de los riesgos"
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha restado importancia al hecho de que finalmente no se haya podido incluir el párrafo relativo a migración en la Declaración de Granada por el bloqueo mantenido por Hungría y Polonia, señalando que sabía que era un "riesgo" cuando se incluyó el asunto en la agenda del consejo informal.
En rueda de prensa al término de la cumbre, Sánchez ha defendido que el que el párrafo sobre la cuestión haya quedado fuera "no empaña" la cita de Granada. "Sabíamos que este era uno de los riesgos", ha dicho Sánchez, cuando él y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aceptaron la petición de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de incluir la migración en la agenda de la cumbre.
Además, ha incidido en que se trata de un consejo informal, por lo que lo que la declaración no tiene carácter vinculante como sí ocurre con los consejos formales. Lo importante, ha incidido, es el acuerdo alcanzado en el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior (JAI) sobre el mecanismo de gestión de crisis. "Este es el hecho relevante en términos políticos", ha subrayado.
En este sentido, se ha felicitado porque ahora Consejo y Parlamento Europeo pueden empezar a negociar para que pueda haber "un acuerdo político que defina que significa la responsabilidad y la solidaridad de todos nosotros cuando afrontamos este reto europeo que es la migración".
También Michel y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, han celebrado el reciente acuerdo sobre el mecanismo de gestión de crisis. "Hace años que no habíamos avanzado en materia de política migratoria, las posturas estaban tan acantonadas que no se avanzaba", ha resaltado el presidente del Consejo Europeo.
Reproducimos a continuación el texto publicado por el Consejo Europeo:
Declaración de Granada
Las y los dirigentes de la Unión Europea nos hemos reunido en Granada para marcar el inicio del proceso que definirá las orientaciones y prioridades políticas generales de la Unión para los próximos años y establecer una línea de acción estratégica que conforme nuestro futuro común en beneficio de todos.
Reiteramos la promesa original del proyecto europeo de garantizar la paz, la estabilidad y la prosperidad de nuestros ciudadanos guiados por nuestros valores y principios, los derechos fundamentales, la democracia y el Estado de Derecho.
La Agenda Estratégica acordada en junio de 2019 nos ha servido de guía. La pandemia y la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania han puesto a prueba nuestra resiliencia, poniendo en evidencia la necesidad de que la Unión refuerce su soberanía y llevándonos a adoptar decisiones importantes para proteger a nuestros ciudadanos y nuestras economías.
Tras nuestra reunión en Versalles, hemos tomado medidas decisivas. Ante la amenaza del chantaje energético, hemos reducido considerablemente nuestra dependencia y diversificado nuestras fuentes. Frente a las cadenas de suministro tensionadas y a la competencia internacional, hemos fortalecido nuestra base económica. Tenemos la resolución de asumir una mayor responsabilidad con respecto a nuestra propia seguridad y defensa y de ayudar a Ucrania, por lo que hemos reforzado las capacidades de Europa. Seguiremos apoyando a Ucrania y al pueblo ucraniano el tiempo que sea necesario. También hemos confirmado que el futuro de los países aspirantes a ser Estados miembros y de sus ciudadanos está en la Unión Europea.
Aún queda mucho por hacer. Hoy en Granada hemos debatido las principales prioridades y acciones necesarias para construir una Europa fuerte, dinámica, competitiva y cohesionada en un mundo cambiante
Aún queda mucho por hacer. Hoy en Granada hemos debatido las principales prioridades y acciones necesarias para construir una Europa fuerte, dinámica, competitiva y cohesionada en un mundo cambiante.
Basándonos en la Brújula Estratégica para la Seguridad y la Defensa, reforzaremos nuestra preparación en materia de defensa e invertiremos en capacidades en este ámbito mediante el desarrollo de nuestra base tecnológica e industrial. Nos centraremos asimismo en la movilidad militar, en la resiliencia en el espacio, en la lucha contra las amenazas informáticas e híbridas y en la manipulación de la información por parte de agentes extranjeros en toda la Unión. La guerra de agresión de Rusia también ha puesto aún más de relieve la fuerza de la relación transatlántica.
Trabajaremos para mejorar nuestra resiliencia y competitividad mundial a largo plazo, asegurándonos de que la UE disponga de todos los instrumentos necesarios para garantizar un crecimiento sostenible e integrador y el liderazgo mundial en esta década decisiva. Atenderemos a las vulnerabilidades y reforzaremos nuestra preparación frente a las crisis, en particular en el contexto del incremento de los riesgos climáticos y medioambientales y de las tensiones geopolíticas. Anticiparemos los retos que puedan surgir y aprovecharemos las oportunidades que ofrecen a nuestra Unión las transiciones ecológica y digital, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de nuestro modelo económico sin dejar a nadie atrás. Nos centraremos especialmente en la eficiencia energética y de los recursos, en la circularidad, la descarbonización, la resiliencia frente a los desastres naturales y la adaptación al cambio climático.
Seguiremos esforzándonos por construir un mercado interior más cohesionado, impulsado por la innovación e interconectado, preservando su integridad, sus cuatro libertades, su dimensión social y su apertura, garantizando la igualdad de condiciones y reduciendo la carga administrativa, en particular para las pymes. Velaremos por un acceso a la energía asequible, aumentaremos nuestra soberanía energética y reduciremos la dependencia externa en otros ámbitos clave en los que la UE necesita establecer una capacidad suficiente para garantizar su bienestar económico y social, como las tecnologías digitales y de cero emisiones netas, los medicamentos esenciales y las materias primas, así como la agricultura sostenible. Invertiremos en investigación y educación, así como en las capacidades del futuro, y abordaremos los retos demográficos. Consolidaremos nuestra posición como potencia industrial, tecnológica y comercial, prestando especial atención a los ámbitos de alto valor añadido en los que ya contamos con una ventaja competitiva o podemos convertirnos en pioneros.
Intensificaremos la colaboración con socios de todas las regiones del mundo para proteger y mejorar el orden internacional basado en normas con las Naciones Unidas como eje central, aportar mayor equidad al sistema multilateral y evitar que siga fragmentándose. Movilizaremos y elaboraremos nuestros propios instrumentos de acción exterior. Ahora más que nunca, es importante cooperar para reforzar y diversificar nuestras cadenas de suministro, fomentar los acuerdos comerciales, de asociación y de inversión, promover el desarrollo sostenible para cumplir los objetivos acordados en materia de neutralidad climática y mejorar la preparación ante emergencias sanitarias. Esta labor también requiere revitalizar el comercio mundial, en el que la Organización Mundial del Comercio desempeña un papel fundamental.
La ampliación constituye una inversión geoestratégica en la paz, la seguridad, la estabilidad y la prosperidad
La ampliación constituye una inversión geoestratégica en la paz, la seguridad, la estabilidad y la prosperidad. Es un motor para la mejora de las condiciones económicas y sociales de la ciudadanía europea y la reducción de las disparidades entre países, que debe fomentar los valores en los que se fundamenta la Unión. Tanto la UE como los futuros Estados miembros deben estar preparados ante la perspectiva de la futura ampliación de la Unión. Los países aspirantes a ser Estados miembros deben intensificar sus iniciativas de reforma, especialmente en el ámbito del Estado de Derecho, en consonancia con el carácter basado en el mérito del proceso de adhesión y con la ayuda de la UE. De forma paralela, la Unión debe emprender el trabajo preparatorio en el ámbito interno y acometer las reformas necesarios. Fijaremos nuestras aspiraciones a largo plazo y las vías para alcanzarlas. Trataremos cuestiones clave relacionadas con nuestras prioridades y políticas, así como con nuestra capacidad de actuar. Esto hará que la UE sea más fuerte y potenciará la soberanía europea.
En los próximos meses, el Consejo Europeo proseguirá los debates sobre las futuras prioridades de nuestra Unión de cara a la adopción de la Agenda Estratégica el próximo año.