Referente imprescindible en el movimiento estudiantil de Medicina

'Antonio Aragón Orellana: el médico comprometido (I)'

Política - Alfonso Martínez Foronda - Sábado, 24 de Junio de 2023
Alfonso Martínez Foronda nos ofrece en este extraordinario artículo la primera parte dedicada a uno de los referentes imprescindibles del movimiento estudiantil de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, en las postrimerías del franquismo. No te lo pierdas.
5.	Antonio Aragón Orellana, en su despacho del centro de Salud de Nívar.
Foto de Alfonso Martínez Foronda.
5. Antonio Aragón Orellana, en su despacho del centro de Salud de Nívar.
“Veníamos con inquietudes e íbamos derechos a hacer cosas, a seguir moviéndonos.

Fue una cosa muy espontánea, en línea con nuestra juventud, con nuestras ilusiones, no hubo una captación especial, fue un proceso natural”
.

Antonio Aragón, entrevista en AHCCOO-A

Nace en Órgiva (Granada) el 21 de octubre de 1947. Estudiará el Bachillerato en el Padre Suárez, donde coincidirá con otros estudiantes como Antonio Cruz Jiménez, Joaquín Bosque o Nicolás Marín Díaz que, andando el tiempo, coincidirán en la lucha antifranquista. Sus inquietudes se manifiestan pronto y conocerá una primera detención con tan solo 17 años. Y es que a comienzos de marzo de 1964, cuando todavía en Granada no se mueve una hoja de la oposición antifranquista, una protesta contra los malos tratos que, supuestamente, se habían infligido contra algunos estudiantes de la Universidad en la sala de fiestas de Neptuno, sacan a la calle a miles de manifestantes. Aunque alguna bibliografía mantiene que fue un acto de solidaridad con los estudiantes madrileños represaliados, no es cierto, porque esta manifestación es anterior a esos hechos. Ciertamente, en los primeros días de marzo de 1964 entre tres y cuatro millares de estudiantes se dirigieron al Gobierno Civil en manifestación desde la sala de fiestas Neptuno, por Recogidas y Reyes Católicos y, a la altura de Gran Vía, hubo una carga policial con algunos detenidos, entre ellos, Antonio Aragón Orellana y Mohamed Abdelkáder.  En los días siguientes hubo otros actos de protesta como una concentración en Derecho y la entrada de la policía en el recinto universitario. Se trató de un acto organizado desde el interior del propio Régimen, un acto clasista de los propios estudiantes implicados, corporativo, y no podría descartarse que se organizara desde el propio SEU o desde sus aledaños. Pero, aún así, para algunos participantes que luego serían protagonistas pocos años más tarde del movimiento estudiantil antifranquista granadino, la movilización que se derivó de estos acontecimientos les sirvió para comprender la represión que se derivaba de cualquier contestación, aunque viniera de las filas del mismo régimen. Como afirma Manuel Vílchez de Arribas, “aunque no fuera un acto político, ni yo supiera quién estaba detrás de todo aquello, a mí y a otra gente nos sirvió, porque supuso un rechazo claro a la represión policial”. (Entrevista a Manuel Vílchez de Arribas, en AHCCOO-A). En todo caso, la de Aragón, fue una detención sin más consecuencias.

La Facultad, en esos momentos, es un erial para la oposición antifranquista, pero Aragón conectará a través de sus conocidos de Bachillerato y se integra en el Sindicato Democrático de Estudiantes. Bien pronto participa en las elecciones estudiantiles de 1968 a las que había que concurrir para copar, en la medida de las posibilidades, el mayor número de puestos representativos

Terminado el Bachillerato y el PREU, aunque él era de Letras, le gustaba la biología aunque, al final, en el curso 1967/68, inicia sus estudios de Medicina. La Facultad, en esos momentos, es un erial para la oposición antifranquista, pero Aragón conectará a través de sus conocidos de Bachillerato y se integra en el Sindicato Democrático de Estudiantes. Bien pronto participa en las elecciones estudiantiles de 1968 a las que había que concurrir para copar, en la medida de las posibilidades, el mayor número de puestos representativos. Las estrategias de las distintas organizaciones opositoras en la universidad española fueron distintas de cara a esas elecciones, pues mientras que los partidos y organizaciones más radicales (maoístas, troskistas, etc.) oscilaron entre el boicot o la indiferencia, el PCE seguía manteniendo  la necesidad de presentarse a las elecciones con el objetivo claro de ocupar los puestos de representación  -siguiendo los planteamientos del Sindicato Democrático-  porque desde allí y desde las asambleas de base que elegían a los Consejos de curso, se podía avanzar en la reforma democrática de la Universidad; y porque las elecciones también coadyuvaban a un  proceso de agitación y concienciación política que podía ser utilizado para seguir hablando de la reforma democrática de la Universidad. Ésas habían sido, precisamente, las conclusiones de la reunión clandestina mantenida a nivel nacional en Valencia los días 29 y 30 de septiembre y 1 de octubre de 1968 para preparar las elecciones de ese año. En esa reunión participaron por la Universidad de Granada Bernabé López, ya en el PCE, Antonio Aragón, al que faltaba poco para militar en ese partido, y Fernando Fernández Gutiérrez, por FECUM. Bernabé López recuerda a esa reunión fueron en tren y que alguno, que no tenía billete, se había camuflado en la parte alta donde se depositaban las maletas, que luego estuvieron en una casa “en medio de mucha vegetación narangil”, pero no recuerda con precisión todos los que fueron. (Entrevista a Bernabé López García, en AHCCOO-A). La DGS informa que a esa reunión –que había confundido con las Comisiones de Estudiantes Socialistas- habían asistido representantes de Barcelona, Granada, La Laguna, Madrid, Málaga, Sevilla, Valladolid, Valencia y Zaragoza. (Véase Boletín de Información de Actividades Estudiantiles, nº 3 de 16 de octubre de 1968, p. 7).

Aunque al inicio de 1969 Aragón no está en la lista de la Brigada Político Social (BPS) como referente estudiantil que pudiera ser represaliado, unos meses más tarde sí que su nombre empieza a ser conocido

Aunque al inicio de 1969 Aragón no está en la lista de la Brigada Político Social (BPS) como referente estudiantil que pudiera ser represaliado, unos meses más tarde sí que su nombre empieza a ser conocido. Así, tras el Estado de Excepción de 1969, algunos estudiantes le vieron “las orejas al lobo” y abandonaron definitivamente su actividad en el SDEUG, pero otros siguieron  –de una u otra forma- su actividad antifranquista. El SDEUG siguió denunciando la actitud represiva del Gobierno y el 21 de mayo de 1969 la BPS informa al Juzgado de Instrucción que se había editado y difundido un “Dossier de la represión” que contenía “injurias al Gobierno y a las Fuerzas Armadas”, sospechándose que uno de los que lo habían editado era Antonio Aragón Orellana, como Jefe de Información de la Asociación de Estudiantes.

Lo relevante es que Antonio Aragón será un referente imprescindible en el movimiento estudiantil de Medicina, hasta tal punto de que ya en el curso 1969/70 es el representante de los estudiantes en la Junta de Gobierno de su Facultad, es decir, que había sido elegido Delegado y con prestigio suficiente como para representar a todo el alumnado de Medicina

Lo relevante es que Antonio Aragón será un referente imprescindible en el movimiento estudiantil de Medicina, hasta tal punto de que ya en el curso 1969/70 es el representante de los estudiantes en la Junta de Gobierno de su Facultad, es decir, que había sido elegido Delegado y con prestigio suficiente como para representar a todo el alumnado de Medicina. Aragón es uno de la nómina de estudiantes como José María Lozano Maldonado, Jesús Carreño Tenorio, Socorro Robles Vizcaíno, Arturo González Arcas, José María Alfaya González, Mateo Revilla Uceda, Antonio Ayllón Iranzo, Miguel A. Linares Valverde, Miguel A. Pérez Espejo, Antonio Cruz Jiménez, Nicolás Marín Díaz, Juan Jesús Barrios López, Berta Ausín Momblona o Javier Terriente Quesada, entre otros, que recogen el testigo de la primera generación de estudiantes opositores al franquismo en Granada.

De forma paralela, su entrada en el PCE, posiblemente a través de Juan de Dios Luque, sea a mediados o en el tercer trimestre de 1969. Cuando entra en el PCE está solo en su Facultad y en ella no puede funcionar la organización básica que era por células. Como sabemos, cada una de ellas tiene una estructura similar: un responsable de “Discusión política”, otro de “Organización y finanzas” y otro de “Agitación y Propaganda”, aunque en cada una, en función del número de sus miembros,  esas funciones podían ser distintas o se podían desdoblar. Pero también se podía pasar de una célula a otra en función de que cambiasen de carrera (como en el caso de Antonio Cruz Jiménez, que comenzó en Ciencias y luego se pasó a Letras; o en el caso de Joaquín Bosque Sendra que comenzó en la de Comunes y luego en 1970 se desplazó a la de Historia) o porque una célula no se desarrollaba como en el caso de Manuel Contreras del Río que, al estar sólo en la de Románicas, se encuadró en la de Historia o, en el caso de Antonio Aragón, que era de Medicina y se encuadró, inicialmente, en la de Ciencias. Y en torno a Antonio Aragón se formará la primera célula del PCE en la Facultad en 1970, con la presencia del murciano Miguel Ángel Pérez Espejo, Ildefonso Prieto Muñoz, Emilio García Carlos y Leontino García García. El PCE seguirá siendo el partido hegemónico en Medicina hasta la aparición, alrededor de 1973, del PC (i), posteriormente PTE, que le disputará esa primacía con militantes como Esteban Rodríguez Ocaña.

Pepe Cid, dirigente de las CCOO de Granada, recuerda que cuando algunos trabajadores acusaron a Emilio Romero de ser fascista, él decía: “¿Y qué decís? ¿Qué soy fascista? Pues lo soy por Ávila”, de manera nerviosa

La Universidad fue una ventana por donde el movimiento obrero podía atisbar que el régimen comenzaba a tener fisuras importantes. Por ejemplo, desde el SDEUG –es decir, desde los militantes del PCE-, se organizaban actos para mostrar la debilidad del régimen. Algunas de esas actividades eran las charlas que se daban en la Universidad con presencia de personas importantes del régimen. Una de las conferencias más recordadas por los dirigentes obreros granadinos de la construcción fue la de Emilio Romero, sobre “La nueva Ley Sindical” que se dio el 28 de enero de 1970 en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias. (Diario Ideal, 28.1.70, p. 6). El debate y las intervenciones de los asistentes, “varios centenares”, entre los que se encontraban numerosos obreros, provocaron que el ponente estuviera a la defensiva, lo que “dio muchos ánimos a muchos trabajadores que veían que la cosa estaba más tocada de lo que parecía”, sobre todo, por lo que representaba el director del diario falangista Pueblo y Procurador en Cortes. Pepe Cid, dirigente de las CCOO de Granada, recuerda que cuando algunos trabajadores acusaron a Emilio Romero de ser fascista, él decía: “¿Y qué decís? ¿Qué soy fascista? Pues lo soy por Ávila”, de manera nerviosa. (Entrevista a José Cid de la Rosa, en AHCCOO-A). Durante esa misma conferencia los estudiantes comunistas, Antonio Aragón Orellana y Juan Jesús Barrios López, lanzaron panfletos desde la parte alta del Salón de Actos que causaron mucho impacto. Ambos salieron corriendo y no fueron detenidos. Recuerda que:

“… entonces cuando estaba el Aula Magna, completamente callada y todo el mundo oyéndolo, nos subimos a la parte de arriba, me parece que íbamos Juan Barrios y yo, con un taco así [gesto con las mano] de panfletos y «bom, bom» [gestos con la mano de tirar panfletos] sonó allí como un petardo [mira hacia arriba] y toda la gente asustada [ríe] mirando para arriba. Y salimos pitando y nos perdimos…” (Entrevista a Antonio Aragón, en AHCCOO-A).

La detención de la Semana Santa de 1970

Su militancia en el PCE le lleva, junto a otros camaradas, a apoyar las reivindicaciones del movimiento obrero que, en esos momentos de inicios de 1970, pasaban por el convenio colectivo del sector de la construcción. Recordemos que en la Semana Santa de 1970 cuando las Comisiones Obreras Juveniles de Granada (CCOOJJ) reparten propaganda aprovechando la masiva concurrencia popular a las procesiones serán detenidos, desde el día 26 de marzo hasta el 30 de ese mes, 10 de sus militantes y condenados a multas entre las 5.000 y 10.000 pesetas cada uno de ellos y a penas de iban desde los 3 meses de arresto mayor a 1 año de prisión. (Sumario 229/70 y Sentencia núm. 285/71).

Sentencia del TOP de la detención de la Semana Santa de 1970. Sumario 259/70 y Sentencia 48/71.

Una vez repartida toda la propaganda, los jóvenes se separan y se dispersan, pero, al llegar al centro de la ciudad, ya de noche, Joaquín Bosque es detenido

Varios días después de estas detenciones, los estudiantes Joaquín Bosque Sendra, Antonio Aragón Orellana y Pilar Bustamante Martínez introducían panfletos en los buzones de las casas del barrio de Haza Grande, en los que protestaban por las detenciones de sus compañeros de las CCOO-JJ. Mientras estaban llevando a cabo esta labor, unos jóvenes del barrio alertan a la policía, que no tardó en montar un dispositivo con la finalidad de detener a los estudiantes. Una vez repartida toda la propaganda, los jóvenes se separan y se dispersan, pero, al llegar al centro de la ciudad, ya de noche, Joaquín Bosque es detenido. Asaltado por la Policía Armada en una de las estrechas calles que rodean el Ayuntamiento, fue trasladado en un coche hasta la comisaría del Realejo y, posteriormente, a Los Lobos. Fue durante su estancia en el primer centro cuando Antonio Aragón, al conocer la noticia de la detención de su compañero, comenzó a merodear por el edificio con la intención de descubrir en qué situación se encontraba Joaquín Bosque, siendo visto y perseguido al poco tiempo por la policía, aunque su agilidad le permitió zafarse de la misma. Al día siguiente la BPS se presentará en su domicilio familiar en la calle de la Alhacaba y conducido a la comisaría del Realejo. Ese mismo día detendrán también a Pilar Bustamante.

Informe de la represión por las manifestaciones de la Semana Santa de 1970, entre los que está Antonio Aragón. Confeccionado por el Departamento de Estudios Universitarios. Archivo Histórico del PCE.

En la cárcel estuvieron incomunicados en la celda de período varios días hasta que fueron puestos en libertad bajo fianza de 5.000 pesetas cada uno, a disposición del TOP

Los tres estuvieron durante dos días en las dependencias policiales y, posteriormente, trasladados a prisión, previa comparecencia en el Juzgado de Instrucción de Granada. En la cárcel estuvieron incomunicados en la celda de período varios días hasta que fueron puestos en libertad bajo fianza de 5.000 pesetas cada uno, a disposición del TOP. (Dossier de la represión en la Universidad de Granada, curso 69/70, editado por el Departamento de Estudios Universitarios, en AHCCOO-A). En el juicio, celebrado en Las Salesas el 5 de marzo de 1971, el fiscal pidió para cada uno de ellos dos años de prisión y 10.000 pesetas de multa, aunque, como puede leerse en su sentencia, los tres estudiantes fueron absueltos por este Tribunal al no poder demostrarse su participación en los hechos:

‹‹Probado y así se declara: Que en la noche del día uno de Abril de 1970 por diversas calles del Barrio Haza Grande de la ciudad de Granada, tuvo lugar la difusión de numerosísimas hojas ciclostiladas suscritas por las siglas C.O.J. (Comisiones Obreras Juveniles) (Sic.), entidad patrocinada por el Partido Comunista de España y que como él persigue el objetivo de cambiar por la fuerza la vigente estructura estatal, no habiéndose acreditado que los procesados Joaquín Bosque Sendra, Antonio Aragón Orellana y Pilar-Magdalena Bustamante Martínez (…) hayan intervenido en la mencionada difusión››. (Sumario 259/70).

Con el inicio del curso 1970/71 siguió con su actividad antifranquista, participando en las movilizaciones contra el Proceso de Burgos y las primeras protestas contra la Ley General de Educación (LGE) de Villar Palasí, que se había publicado en el verano de 1970 (Ley 14/1970 de 4 de agosto) y recogía parte de las recomendaciones y críticas que habían aparecido meses antes en el llamado Libro Blanco de la Educación. Era la primera ley de carácter general que afectaba a todo el sistema educativo español desde la Ley Moyano de mediados del siglo XIX, derogando todas las leyes parciales que se habían aprobado tras el final de la guerra civil. Como se ha escrito tantas veces, respondía a la necesidad de adaptación a los cambios socioeconómicos producidos en los últimos años, fruto del desarrollismo y del crecimiento económico. Aunque se impulsaba la autonomía universitaria (se crearon las universidades autónomas), se establecía la Selectividad posibilitando la aplicación de numerus clausus.

Panfleto del Comité Universitario del PCE de Granada contra la Ley General de Educación de 1970. AHPCE. Fuerzas de la Cultura. Caja 124. Carp. 5.1.2.

La contestación a la LGE en Granada la inicia la Facultad de Medicina que hasta entonces apenas se había significado en la lucha universitaria antifranquista y que, a partir de ahora, se convertirá en una de las puntas de lanza del movimiento estudiantil

La contestación a la LGE en Granada la inicia la Facultad de Medicina que hasta entonces apenas se había significado en la lucha universitaria antifranquista y que, a partir de ahora, se convertirá en una de las puntas de lanza del movimiento estudiantil. Coincide con la existencia de un nutrido grupo de estudiantes que dirigen las luchas, como el propio Antonio Aragón, Francisco Javier Lizcano Navarro, Javier Andreu Dussac, José Carlos Martín Rubí, que serán detenidos en el Estado de Excepción de 1970. Sus luchas se centrarán en todas las medidas selectivas como el númerus clausus o la necesidad de una enseñanza más imbricada con casos reales y más prácticas tanto en el Clínico como en el Ruiz de Alda. El ascenso de las protestas en Medicina se tradujo que el 10 de diciembre de 1970 una asamblea en el Aula Magna de Medicina, con presencia de 500 estudiantes se discutieron, “además de la entrada de la policía en la Universidad, la libertad de reunión, la cogestión y “la formación humanista del estudiante de Medicina”. (Diario Ideal, 19.12.70,  p. 10). Y en una nueva convocatoria cuatro días después, el 14 lunes, más numerosa aún (reunió “a más de 1.200 estudiantes”, aproximadamente un tercio de los que estaban matriculados), “se determinó por votación mayoritaria la no asistencia a clase con carácter indefinido, como protesta por la escasez de prácticas a todos los niveles, la implantación de un “numerus clausus” para el curso selectivo y otras situaciones [sic]”. (Diario Ideal, 19.12.70,  p. 10). Los representantes, entre ellos, Antonio Aragón, se reunieron con el Rector, que cerró oficialmente la Facultad “sine die”. Medicina se sumaba así a la situación que vivían por entonces Letras y Económicas, aunque por otros motivos.

Después, ya decretado el Estado de Excepción el 15 de diciembre de 1970, vendrá la represión y, con ella, la detención y encarcelamiento de los dirigentes estudiantiles. Entre ellos, lógicamente, la de Antonio Aragón Orellana, uno de los principales dirigentes de Medicina.

Bibliografía:

  • HERNÁNDEZ SANDIOCA, E., RUIZ CARNICER, M.A. y BALDÓ LACOMBA, M.: Estudiantes contra Franco, La Esfera de los Libros, Madrid, 2007, pp. 296 y 318.
  • MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso (Coord.); SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro; RUEDA CASTAÑO, Isabel; SÁNCHEZ RODRIGO, José María; CONEJERO RODRÍGUEZ, Miguel y RODRÍGUEZ BARREIRA, Óscar: La cara al viento. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-1981), Vol. I y II, Córdoba, El Páramo, 2012.
  • MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso, “Listas negras”: el seguimiento gubernativo de alumnos y profesores universitarios “subversivos”, en El Independiente de Granada, 30 de julio de 2022.
  • PARÍS, Carlos: “La pretensión de una Universidad tecnocrática”.  En Universidad española bajo el régimen de Franco (1939-75), CARRERAS, J.J. y RUIZ, M.A. (ed.). Institución Fernando el Católico. Zaragoza, 1991.
  • Archivo Histórico del Gobierno Civil de Granada, con entrada en Registro General 41.481, de 5 de julio de 1976. Caja 1.210-D, asunto: “Manifestaciones (1976); Secretaría General Rectorado. Asunto: Estudiantes. Carpeta “Boletín de situación de estudiantes”, curso 71/72; Carpeta 1325-A, notificación de la BRIS a Gobernador Civil nº 838, de 19 de julio de 1975.
  • Boletín de Información de Actividades Estudiantiles, nº 3 de 16 de octubre de 1968, p. 7.
  • Dossier de la represión en la Universidad de Granada, curso 69/70, editado por el Departamento de Estudios Universitarios, en AHCCOO-A.
  • Archivo Histórico del PCE, Nacionales y Regiones, Andalucía, caja 82, carpeta 1/4). (Diario Ideal de 20-1-76, p. 13).
  • Archivo General de la Universidad. Secretaría General Rectorado. Asunto: Estudiantes. Carpeta “Boletín de situación de estudiantes”, curso 71/72); Carpeta “Medicina”.
  • Diario Ideal, 28.1.70, p. 6.
  • Entrevistas a Joaquín Bosque Sendra y a Antonio Aragón Orellana, en Fondo Oral de CCOO de Andalucía.
  • TOPDAT, Sumario 156/69 y Sentencia 251/69) y Sumario 259/70; Sumario 21/71, copias en Archivo Histórico de CCOO de Andalucía.
Alfonso Martínez Foronda es licenciado en Filosofía y Letras, profesor de Secundaria e históricamente vinculado al sindicato CCOO, en el que ocupó distintas responsabilidades, como investigador ha profundizado en el movimiento obrero y estudiantil.

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