Granadinos en el exilio del norte de África. Los barcos del exilio: el 'Stanbrook' (I)
Antonio Machado (Colliure, 1939)
Cuando hablamos de exilio se entiende, por antonomasia, la salida de España de casi medio millón de personas que tuvieron que abandonar su tierra natal por motivos políticos o ideológicos por temor a las represalias, ciertas, que hubieran sufrido de haberse quedado en sus lugares de origen, pues la mayoría habían cometido el “delito” de defender al legítimo gobierno democrático de la II República. De ellos, se calcula que fueron entre 45.000 y 50.000 andaluces los que engrosaron este exilio, siendo Granada la cuarta provincia con un 8,7%.[1]
Al final, casi un cuarto de millón constituyeron lo que se ha denominado “exilio permanente”, constituido, básicamente, por excombatientes, políticos o funcionarios, que se habían comprometido con la causa republicana
Los exilados –“trasterrados” los han llamado algunos historiadores-, comenzaron otro camino incierto de más sufrimiento en los campos de concentración de Francia, Alemania o el norte de África, donde tuvieron que afrontar duras condiciones de vida que, poco después, se agravaron con el estallido de la II Guerra Mundial. Aunque algunos volvieron en 1940, creyendo las palabras del dictador de que nada les ocurriría a los que no hubieran cometido delitos de sangre, la mayoría, sin embargo, fueron detenidos, encarcelados o ejecutados. Al final, casi un cuarto de millón constituyeron lo que se ha denominado “exilio permanente”, constituido, básicamente, por excombatientes, políticos o funcionarios, que se habían comprometido con la causa republicana. El grueso de exiliados se asentó en Francia, norte de África y México, pero también hubo presencia de andaluces en Gibraltar, la Unión Soviética, Chile, República Dominicana y, en menor medida, en Puerto Rico, Argentina, Venezuela, Colombia, Cuba o Estados Unidos.
Esa diáspora vació España de una masa importante de intelectuales, docentes, científicos, artistas, personas cualificadas de todas las profesiones, que afectó a la reconstrucción de un país asolado por la guerra pero que, al mismo tiempo, contribuyeron al desarrollo económico y social de los países que, finalmente, los acogieron, europeos y, especialmente los de Hispanoamérica
La mayoría de los “trasterrados” permanecieron en el extranjero de por vida, otros volvieron a España cuando las circunstancias internas lo permitieron y no pocos enfermaron o murieron en los campos de concentración franceses, nazis o del norte de África o en los frentes de combate europeos y norteafricanos de la II Guerra Mundial. Junto a ellos, unidos por el mismo destino, se encontraban parientes y civiles, familias enteras, con un número significativo de mujeres e hijos/as que compartieron el infortunio de los activistas republicanos o, simplemente, mujeres que se habían comprometido también con la defensa de la República. Esa diáspora vació España de una masa importante de intelectuales, docentes, científicos, artistas, personas cualificadas de todas las profesiones, que afectó a la reconstrucción de un país asolado por la guerra pero que, al mismo tiempo, contribuyeron al desarrollo económico y social de los países que, finalmente, los acogieron, europeos y, especialmente los de Hispanoamérica. Fue una pérdida irreparable.
Hubo exiliados que siguieron luchando contra el fascismo y acabaron en campos de concentración nazis y otros que, clandestinamente, volvieron a España en los cuarenta engrosando partidas guerrilleras. Muchos de los que se exiliaron al Norte de África, especialmente, Argelia, volvieron tras la II Guerra Mundial o tras el proceso de descolonización de este país, a Francia. La mayoría de los vecinos de Granada ya no volverían a España y se asentaron en los países de llegada como Argelia, Túnez o Marruecos, pero también partieron hacia diversos países hispanoamericanos, especialmente, a México.
El barco mítico del exilio: el Stanbrook
El éxodo de los republicanos españoles hacia el Norte de África todavía no es el más conocido o, al menos, no tanto como el de Francia. A pesar de los 90 años transcurridos todavía hay un gran vacío historiográfico que se está supliendo con las investigaciones en estos últimos años. Y, sin embargo, es un tema importante por las dimensiones y la épica que adquirió este exilio. Los historiadores calculan, aunque las cifras varían, que a lo largo de 1939 fueron entre 12.000 y 15.000 republicanos españoles los que se trasladaron al Norte de África desde las costas del Sureste español y, posteriormente, otras 4.000 personas que serían deportadas a Argelia desde los campos de concentración de Francia. Algunos historiadores calculan que a Argelia llegaron unos 7.500 andaluces, lo que representa un 20 por 100, la segunda región con mayor porcentaje de exiliados tras las provincias del levante español. Y, de ellos, los listados que se han barajado, hasta ahora, en los campos de concentración del norte de África muestran que la provincia de Málaga encabeza el número de andaluces con un 30 por 100, seguida de Almería, Cádiz y Granada.
Entre el 3 de febrero y el 30 de marzo –según los Archives Nationales d´Outre Mer- fueron 36 los barcos que llegaron a Argelia procedentes de los puertos del Levante español, a los que habría que sumar algunos más que pusieron rumbo a Marsella
Esta emigración masiva se inserta en el éxodo final de la guerra civil. Entre el 3 de febrero y el 30 de marzo –según los Archives Nationales d´Outre Mer- fueron 36 los barcos que llegaron a Argelia procedentes de los puertos del Levante español, a los que habría que sumar algunos más que pusieron rumbo a Marsella. Junto a estos otros muchos de menor tonelaje y calado se utilizaron improvisadamente durante el mes de marzo: barcos de pesca, dragaminas, guardacostas, lanchas, veleros, etc. Algunas de ellas, tuvieron dificultades en esa singladura y estuvieron varios días a la deriva. También aviones (desde los aeropuertos de Monóvar o San Javier) y barcos de pesca, también desde la costa almeriense.[2] Era una huida, generalmente, nocturna para esquivar el bloqueo de la escuadra franquista. Pero esa huida culmina, prácticamente, el 27 de febrero de 1939, día del reconocimiento del gobierno de Burgos por Francia y el Reino Unido—tras la ocupación de Cataluña y el cierre de la frontera—y de la renuncia de la presidencia de la República por don Manuel Azaña, y se cierra en 31 de marzo de ese año con la ocupación de Almería, Murcia y Cartagena, últimos reductos de la II República.
Ante ese creciente número de exiliados fundamentalmente a Orán, por su proximidad, el gobierno de la III República francesa –que administraba las colonias del Norte de África- trató de ponerle freno aplicando decretos-leyes que se habían aprobado un año antes para regular la entrada de refugiados en Francia y que, como veremos más adelante, afectó a los republicanos españoles.
Los días finales de la guerra fueron dramáticos y los puertos de la costa levantina –y en especial el de Alicante- se convirtieron en la última esperanza para los combatientes republicanos que pretendían huir de España para escapar de la represión
Los días finales de la guerra fueron dramáticos y los puertos de la costa levantina –y en especial el de Alicante- se convirtieron en la última esperanza para los combatientes republicanos que pretendían huir de España para escapar de la represión. Poco antes de finalizar la guerra el Gobierno republicano instó a las personas que temieran iban a ser represaliadas por el régimen franquista fueran hacia el puerto de Alicante –uno de los pocos puertos marítimos aún bajo el control de la República-, donde un Comité de Ayuda Internacional había prometido fletar varios barcos. Recordemos que el gobierno de la República no disponía de barcos propios, pues los últimos que quedaban en pie habían huido el 5 de marzo a Bizerta (Túnez) durante la sublevación de Cartagena. Esos barcos prometidos nunca llegaron. El único que lo intentó fue un mercante francés que fue interceptado por la marina franquista.
El puerto de Alicante, no obstante, fue el principal punto de salida y la tabla de salvación hacia el exilio por la centralidad de su posición geográfica. Solo en el mes de marzo, y antes que el Stanbrook, zarparon del puerto alicantino, entre otros, el Ploubazlanec (7 de marzo), el Stanhope (9 de marzo, 60 pasajeros), el Winnipeg (3 de marzo), Marionga (9 de marzo, 120 pasajeros) y Ronwyn (12 de marzo, 716 pasajeros), African Trader (19 de marzo, 859 pasajeros) y finalmente, el Stanbrook (28 de marzo, con 2.638 pasajeros). Pero también partieron de las costas andaluzas otros más pequeños como el Quita Penas, República, F1 y V31. El destino, en todo caso, era siempre la ciudad argelina de Orán o su antepuerto de Mezalquivir (Mers-el-Quebir), por ser la singladura más corta. Pero, además, según Eliane Ortega, esta ciudad tenía una historia asociada a España desde 1.509 y, de hecho, se la conocía como “La Corte chica”, donde la huella española –arquitectura o idioma- era todavía dominante entre la colectividad europea, pero también por sus costumbres y su tolerancia religiosa.[3] Esos dos barcos, por tanto, pondrían rumbo a Orán.
El muelle de Alicante fue una ratonera. La ciudad, durante esos días finales, fue un caos: asalto de almacenes, tiendas y farmacias en busca de alimento y medicinas, sin obviar enfrentamientos por cuestiones ideológicas entre los propios republicanos y de estos con grupos activistas de Falange que empezaban a hacerse notar
Dado que los barcos prometidos para Alicante, no llegaron, a la esperanza le siguió el desaliento entre los miles de refugiados republicanos que saturaban el puerto de Alicante. El martes 28 de marzo de 1939 fue un día trágico. En tanto la radio daba los pormenores de la entrada de las tropas de Franco en Madrid, una multitud evaluada entre 50.000 y 70.000 personas vagaba por Alicante presa del pánico, para estacionarse finalmente en el puerto a la espera de unos buques que no llegarían. El muelle de Alicante fue una ratonera. La ciudad, durante esos días finales, fue un caos: asalto de almacenes, tiendas y farmacias en busca de alimento y medicinas, sin obviar enfrentamientos por cuestiones ideológicas entre los propios republicanos y de estos con grupos activistas de Falange que empezaban a hacerse notar. Las autoridades alicantinas, en franca descomposición, apenas pudieron poner orden.
Y, entre tanto, fueron esperadas en vano las unidades de la «Mid Atlantic Company», compañía londinense de navegación cuyos servicios tenía contratados la República, pero que se abstuvo de prestarlos en esta ocasión so pretexto de atrasos en los pagos. Los parcos medios de transporte disponibles, como aviones militares y alguna pequeña embarcación, sólo se encontraban al alcance de varios privilegiados. No había tiempo que perder. Aquel mismo día Orihuela, anticipándose a la llegada de las tropas de Franco, se adhería al gobierno de Burgos. Era la primera localidad alicantina en hacerlo. (Vilar, pp. 274,275).
El 'Stanbrook' fue fletado por la Federación Socialista Provincial de Alicante, tras las gestiones de Rodolfo Llopis en París
A pesar del bloqueo, a mediados de marzo de 1939, había dos barcos anclados en Alicante con destino a Orán. El primero, el mercante británico Maritime, probablemente desde mediados de marzo, y otro, el buque carbonero mercante inglés Stanbrook, de la naviera británica Stanhope, cuyo capitán era el galés Archibald Dikson. En el primero sólo, e incomprensiblemente porque tenía el triple de capacidad, embarcaron 32 autoridades del Frente Popular alicantinas. El segundo, anclado en Marsella, recibió la orden el 17 de marzo de 1939 de dirigirse a Alicante para cargar naranjas, azafrán y tabaco, zarpando ese mismo día. Durante la travesía, probablemente el crucero Canarias de la marina franquista, le ordenó por radio que diera la vuelta, pero burló el bloqueo y llegó a Alicante dos días más tarde. Y ello, a pesar de tener órdenes directas de su jefe, Jack Bilmeir, desde Reino Unido, que no subieran civiles a bordo. El Stanbrook fue fletado por la Federación Socialista Provincial de Alicante, tras las gestiones de Rodolfo Llopis en París. Aunque la figura del capitán es controvertida y oscila entre quienes lo consideran un héroe y quiénes afirman que no tenía, en realidad, una idea de lo que se avecinaba y la magnitud del problema, la cuestión es que ese día 28 de marzo, la desesperación en el puerto subió de tono y el embarque un caos. Según Martínez Leal, se produjeron enfrentamientos y encontronazos entre los responsables de la evacuación y el capitán del barco ante la avalancha humana que se precipitó sobre el mismo, viviendo fuertes tensiones entre todos.
Los que sí pudieron embarcar lo hicieron en medio de una gran tensión, como lo refleja el propio Dickson en una carta que envió al periódico Sunday Dispatch:
Y, algunos testimonios directos, como el de Felipe Cabezas, recoge esos momentos:
Pero los restantes, hasta los 2.638, lo hicieron de forma precipitada porque llegó el rumor de que la aviación franquista estaba a punto de bombardear Alicante
Por fin, el 28 de marzo de 1939, a las seis de la tarde, comenzaron a subir los primeros refugiados, algunos de ellos acompañados de padres, hermanos, esposas o hijos/as. Los primeros 800 o 900 lo hicieron de forma ordenada, identificándose ante los funcionarios portuarios. Pero los restantes, hasta los 2.638, lo hicieron de forma precipitada porque llegó el rumor de que la aviación franquista estaba a punto de bombardear Alicante. Antonio Vilanova, funcionario de aduanas que más tarde escribiría en México Los olvidados, una obra sobre los refugiados republicanos, relató en una carta a un amigo cómo se produjo el embarque:
La situación se descontroló, y ni el capitán ni los tripulantes pudieron evitar los momentos caóticos que se vivieron. El 'Stanbrook' partió con 2.638 pasajeros –de ellos 94 extranjeros-, con más peso del que permitía un barco de esas dimensiones que tenía capacidad para un centenar de pasajeros
La situación se descontroló, y ni el capitán ni los tripulantes pudieron evitar los momentos caóticos que se vivieron. El Stanbrook partió con 2.638 pasajeros –de ellos 94 extranjeros-, con más peso del que permitía un barco de esas dimensiones que tenía capacidad para un centenar de pasajeros. Aquella multitud de pasajeros, abigarrada, con cajas, maletas y bultos diversos, se hacinó en el espacio reducido de apenas 70 metros de largo por 10 de ancho, soportando con nerviosismo y ansiedad ante lo desconocido las agobiantes horas que le esperaban de travesía. Abarrotaron bodegas, camarotes y cubiertas. En total, 2.240 varones y 398 mujeres, incluidos en ambos grupos dos centenas de niños y menores. La mayoría de ellos procedían de las provincias limítrofes, pero también de otros puntos distantes. Entre sus pasajeros, de todas las clases sociales, había desde jefes militares o simples soldados adscritos a los tres ejércitos; desde gobernadores civiles a Presidentes de los Tribunales de justicia, profesores de Universidad, funcionarios o servidores del Estado, diputados a cortes, maestros, abogados, artistas y, sobre todo, multitud de personas vinculadas a todos los oficios. Siguiendo al profesor Vilar, el 73,68% de los pasajeros tenían entre 20 y 40 años; el comprendido entre los 1 y los 20 años, el 9% (236 pasajeros) y entre los 50 y los 70 años casi el 4%. Por adscripción ideológica, aunque no se le pidió a los pasajeros, estudios posteriores, consideran que había 590 republicanos, 570 socialistas, 304 cenetistas y 196 comunistas, siendo el resto pasajeros sin filiación. En el caso de Granada, la inmensa mayoría eran miembros del PSOE y de la UGT.
Ese día, el Stanbrook había soltado amarras a las once de la noche del puerto de Alicante. Mientras, seguían llegando escalonadamente camiones y automóviles de todo el Levante con más fugitivos que tuvieron de quedarse en tierra
Ese día, el Stanbrook había soltado amarras a las once de la noche del puerto de Alicante. Mientras, seguían llegando escalonadamente camiones y automóviles de todo el Levante con más fugitivos que tuvieron que quedarse en tierra. Tras la ocupación militar de Alicante por el cuerpo expedicionario italiano, dos días más tarde, ya perdida toda esperanza, fueron desarmados, robados y vejados por desaprensivos legionarios, quedando cautivos y llevados –casi dieciséis mil- al triste campo de concentración de Albatera iniciándose para ellos un terrible calvario de cárceles y ejecuciones. Fueron estos, sin duda, uno de los momentos más dramáticos de esta diáspora final de los últimos restos del ejército y de la administración de la II República española. Una de las familias que intentó salir del puerto fue la de Ana Mingorance Pérez (nace en 1915 en Argentina y vecina de Granada). Su padre, Francisco Mingorance Álvarez, era un comunista oriundo de Granada. Ella era mecanógrafa y había militado en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) en Madrid desde los 15 años. Durante la guerra llegó a formar parte de un batallón de las Brigadas Internacionales. Era una de las familias que intentó embarcar en el Stanbrook, pero como tantas otras que no lo consiguieron fueron detenidas y encarceladas. Las mujeres y los niños fueron conducidos al cine Ideal alicantino y los hombres, al Castillo de Santa Bárbara y a la Plaza de Toros. Después de un rosario de cárceles siguió su actividad clandestina siendo detenida nuevamente en 1946, procesada y condenada.
Cuando apenas habían transcurrido diez minutos de su partida, apenas sobrepasada la bocana del puerto, un avión lanzó dos bombas sobre el barco que cayeron, afortunadamente, lejos de la popa del barco
El Stanbrook, cuando apenas habían transcurrido diez minutos de su partida, apenas sobrepasada la bocana del puerto, un avión lanzó dos bombas sobre el barco que cayeron, afortunadamente, lejos de la popa del barco. Hubiera sido una carnicería. Seguidamente se produjo el terrible bombardeo aéreo de Alicante que pudieron ver desde el barco todos los refugiados republicanos. El militante de la CNT, Miguel Jiménez Aguilera, que logró subir al barco con unas amarras del mismo, relata en sus memorias:
Aún con el temor que el barco no soportase el inmenso peso que llevaba o que fuera interceptado por la marina franquista, el capitán avanzó lentamente en el silencio de la noche para no ser detectado e, incluso, varió su rumbo hacia Baleares para evitar algún desencuentro con barcos enemigos o esquivar la presencia de aviones que vigilaban la costa. Luego, pasado el peligro, puso rumbo a Orán. Fue una travesía larga y tensa, con un barco sobrecargado que, en una ocasión, estuvo a punto de naufragar cuando una ola embistió por un lateral y la mayoría de los pasajeros se fueron al lado contrario, escorándose peligrosamente por ese costado. Eso y las penurias de los viajeros que, durante toda la travesía, sufrieron sofocos, vómitos y no poder satisfacer las necesidades más elementales.
Por fin, al día siguiente de zarpar, 22 horas más tarde, avistaron el antepuerto de Mezalquivir, y al fondo, la luminosa y hermosa ciudad de Orán. Y, entre los pasajeros, surgían preguntas obvias: ¿cómo serían recibidos por las autoridades francesas y por la población civil? ¿Qué sería de sus vidas a partir de entonces? ¿Quiénes eran estos granadinos?
RELACIÓN NOMINAL DE GRANADINOS/AS EN EL STANBROOK
(28 de marzo de 1939)[7]
Nombre y apellidos |
Vecindad |
Profesión |
Militancia |
Nº pasajero |
Años |
Álvarez Izquierdo, Luis |
Bogarre |
Maestro |
PSOE/UGT |
1.904 |
40 |
Avilés Mata, José |
Huétor Tájar |
Panadero |
|
1.440 |
27 |
Blanco Ruiz, Antonio |
Montefrío |
Agricultor |
PSOE |
1.795 |
38 |
Candelera Díaz, Josefa |
Baza |
S.L. |
- |
2.292 |
24 |
Candelera Díaz, Miguel |
Granada |
Cerrajero |
- |
|
24 |
Candelera Díaz, Rosario |
Baza |
S.L. |
- |
2.344 |
20 |
Caparrós Flores, Antonio |
Pinos Puente |
Funcionario |
- |
1.400 |
33 |
Caparrós Flores, José |
Pinos Puente |
Oficinista |
- |
1.862 |
66 |
Caparrós Prados, Francisco |
Pinos Puente |
Oficinista |
PRRS/UR |
s/n |
58 |
Caparrós Torres, José |
Baza |
Vendedor |
UR/UGT |
1.584 |
33 |
Castañer Fons, Angelino |
Huéneja |
Periodista/escritor |
- |
1.706 |
33 |
Fernández Fernández, Ramón |
Talará |
Comerciante |
PSOE/UGT |
1.717 |
41 |
García Barbero, Aurelio |
Almuñécar |
Electricista |
- |
s/n |
|
Gil Vela, Juan |
Baza |
Chófer |
- |
594 y 1.343 |
33 |
Gil Vela, Laureano |
Baza |
Obrero pirotécnico |
PCE |
593 |
30 |
Guindos Salmerón, Rafael |
Huéneja |
Carabinero |
- |
|
- |
Illesca Candelera, Iberia |
Baza |
- |
- |
2.345 |
1 |
Jiménez Molina, Amelia |
Íllora |
- |
- |
2.190 |
24 |
Jiménez Molina, Antonia |
Íllora |
- |
- |
2.191 |
39 |
Jiménez Molina, María |
Íllora |
- |
- |
2.188 |
32 |
Jiménez Molina, Nicolás |
Íllora |
Trabajador del campo |
PSOE/UGT |
2.049 |
42 |
Jiménez Molina, Petra |
Íllora |
|
- |
2.189 |
30 |
López Peña, Francisco |
Íllora |
Comerciante |
UGT |
942 |
30 |
López Rodríguez, Alfredo |
Granada |
Camarero |
|
1.817 |
31 |
Lozano Rodríguez, José |
Granada |
Mecánico |
|
1.932 |
30 |
Mariscal Parada, José |
Loja |
Secretario judicial |
|
1.786 |
56 |
Martín Robles, Francisco |
Ogíjares |
Experto mercantil |
- |
- |
50 |
Martínez Sánchez, Esteban |
Granada |
Dependiente comercio |
PSOE/UGT |
2.048 |
37 |
Mayorgas Bravo, Teodoro |
Loja |
Dependiente comercio |
- |
410 |
34 |
Molina Navarrete, María Jesús |
Íllora |
S.L. |
- |
2.187 |
65 |
Muñoz Martínez, Bienvenido |
Béznar |
Chófer |
PSOE/UGT |
705 |
27 |
Muñoz Molina, Rafael |
Béznar |
- |
|
2.051 |
40 |
Ocete Martín, José |
Granada |
Azucarero |
PSOE/UGT |
1.688 |
43 |
Olivares Ruiz, Manuel |
Almuñécar |
Electricista |
PSOE/UGT |
152 |
47 |
Olmedo López, José María |
Motril |
Abogado |
- |
1.612 |
30 |
Ortega Rodríguez, José |
Huétor Tájar |
Chófer |
- |
1.812 |
56 |
Ortiz Rodríguez, Bernardo |
Picena |
Minero |
UGT |
238 |
48 |
Pérez Cabrera, Antonio |
Lújar |
Agricultor |
PSOE |
1.463 |
49 |
Pérez Espinosa, Juan |
Granada |
Artista |
- |
1.525 |
39 |
Píñar López, Eduardo |
Granada |
Profesor mercantil |
Masón |
1.517 |
50 |
Pontes Martín, Antonio |
Granada |
Ferroviario |
I.R. |
1.583 |
36 |
Portillo Rodríguez, Nicolás |
Huétor Tájar |
Militar |
- |
1.995 |
35 |
Prieto Molina, Miguel |
Loja |
Agricultor |
|
636 |
24 |
Rejón Delgado, Antonio |
Padul |
Médico |
PSOE |
- |
34 |
Ruano Guardia, Enrique |
Granada |
Mecánico |
- |
1.994 |
38 |
Rodríguez Hernández, José |
Granada |
Empleado |
- |
- |
27 |
Rodríguez Roldán, Francisco |
Loja |
Panadero |
PSOE |
1.794 |
34 |
Ruiz Candelera, José |
Baza |
- |
- |
2.293 |
7 |
Ruiz Candelera, Olga |
Baza |
- |
- |
2.294 |
2 |
Ruiz Candelera, Olimpia |
Baza |
- |
- |
2.295 |
1 |
Ruiz Castro, Antonio |
Jayena |
Agricultor |
- |
475 |
35 |
Ruiz Hernández, Juan |
Guadix |
Chófer |
- |
1.792 |
26 |
Salvago Giménez, Antonio |
Granada |
Mecánico |
|
590 |
42 |
Salvago Giménez, Manuel |
Granada |
Mecánico |
UGT |
589 y 1.078 |
46 |
Sánchez Pérez, Enrique |
Fuente Vaqueros |
Maestro Nacional |
PSOE |
- |
27 |
Seseña Muros, Felipe |
Loja |
Ferroviario |
- |
515 |
26 |
Serrano López, Juan |
Íllora |
Oficinista |
I.R. |
1.582 |
50 |
Serrano Ureña, José |
Íllora |
Empleado de comercio |
- |
- |
17 |
Simón Pelegrín, Miguel |
Motril |
Estudiante |
PSOE |
- |
21 |
Torres Sáez, Juan |
Motril |
Mecánico |
|
|
31 |
Úbeda Ortiz, Antonio |
Salobreña |
Granjero |
- |
632 |
21 |
Uribe Sánchez, Miguel |
Granada |
Comercial |
PSOE/UGT |
1.811 |
28 |
Fuente: https://fpabloiglesias.es/doc-dic-biografico/exilio-barcos-lista-de-pasajeros-del-stanbrook-argelia/ y elaboración propia.
Bibliografía:
- CABEZAS, Felipe, “Viaje épico. Los expatriados del Stanbrook”, Nuestra España, XII (1940), La Habana, Fundación Pablo Iglesias.
- Centre des Archives de l’Outre-Mer (CAOM), Alg/fondsAlger/f64. Citado por Kamel Kateb “Les immigrés espagnols dans les camps en Algérie (1939-1941)”, en Annales de démographie historique, nº 113, 2007/1, p.161.
- CHARAUDEAU, Anne “Les réfugiés espagnols dans les camps d’internement en Afrique du Nord” En: Hommes & Migrations, nº 1158, 1992, p. 24.
- GARRIDO, Pepe, “El amor de Carmen y Manolo, más fuerte que la represión franquista”, El Independiente de Granada, 19 de marzo de 2023.
- GONZÁLEZ, Silvia, “Hipólita Molina, la farmaceútica de Padul expoliada por el franquismo”, en El Independiente de Granada, de 27 de noviembre de 2021.
- JIMÉNEZ CUBERO, José A., Republicanos andaluces exiliados en el norte de África forzados a trabajar en la construcción del ferrocarril transharariano, 2024, autoedición.
- LÓPEZ LÓPEZ, Antonio José, “El pasajero número 942 del “stanbrrook”, en El Independiente de Granada, 5 de mayo de 2024.
- LLOPIS, Rodolfo, Carta a Osorio. Orán 22 de abril de 1939. Fundación Pablo Iglesias, en MARTÍNEZ LEAL, Juan,”El Stanbrook. Un barco mítico en la memoria de los exiliados españoles”, en Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 4, 2005, p. 76
- MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso, SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro y GALISTEO GONZÁLEZ, Francisco. Diccionario de la Represión en Granada 1931-1981. En elaboración.
- MARTÍNEZ LEAL, Juan, ”El Stanbrook. Un barco mítico en la memoria de los exiliados españoles”, en Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 4, 2005, pp. 65-81.
- MARTÍNEZ LÓPEZ, Fernando (Coord.), Los andaluces en el exilio del 39, Cuadernos de Andalucía en la Historia Contemporánea, Centro de Estudios Andaluces, Consejería de la Presidencia, Junta de Andalucía, 2014.
- ORTEGA BERNABÉU, Elián, “Represión, concentración y “Lugares de memoria: los campos de concentración en Argelia de 1939 a 1943”, en Memoria del Exilio Español en Argelia, Seminario y Exposición (20 al 23 de octubre de 1919. Archivo de la Frontera, 2021, pp. 183 a 198.
- VILAR, Juan Bautista, “Guerra civil, éxodo y exilio. La aventura del ”Stanbrook”. Alicante-Orán, marzo de 1939”, en Estudios Románicos, Volumen 16-17,2007-2008, pp. 213-227.
- “La última gran emigración política española Relación nominal de los militantes republicanos evacuados de Alicante por el buque inglés «Stanbrook» con destino a Orán en 28 de marzo de 1939. Relación nominal de los militantes republicanos evacuados de Alicante por el buque inglés «Stanbrook» con destino a Orán en 28 de marzo de 1939. Ficha del Stanbrook en el Portal de Archivos Españoles (PARES)
- Archivo de la Real Chancillería de Granada. Caja 25897, Pieza 11; Caja 25994, Pieza 118; Caja 25931, Pieza 214;Caja 25868, Pieza 11; Caja 25931, Pieza 197; caja 25908, Pieza 14; Caja 25827, Pieza 177; caja 25987, Pieza 16; Caja 259111, Pieza 3;Caja 24900. Pieza 31; Caja 25892, Pieza 23; caja 25936, Pieza 120.
- Archivos Nacionales de Outre-Mer (ANOM) en Aix-en-Provence (Francia)
- Archivo de la Democracia, elaborado por la Universidad de Alicante
Páginas web
- https://es.wikipedia.org/wiki/Stanbrook
- “Migration des espagnols en Oranie.” en https://exode1962.fr/exode1962/en-savoir-plus/espagnols.htm.
- archivodemocracia.ua.es/es/exilio-republicano-africa/7.-espanoles-en-los-campos-de-concentracion-del-protectorado-frances-de-marruecos
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Como investigador, ha publicado numerosos artículos de opinión sobre aspectos docentes y sociales. Colaborador habitual del Diario Jaén desde 1994-2000 publicó La firma del viento (2007), una antología de artículos de opinión. Como investigador del movimiento obrero andaluz ha publicado La conquista de la libertad. Historia de las Comisiones Obreras de Andalucía (1962-1977), en 2005; De la clandestinidad a la legalidad (Breve historia de las Comisiones Obreras de Granada), en 2007; sobre las Comisiones Obreras de Jaén desde su origen a la legalización del sindicato (2004); la unidad didáctica El sindicalismo durante el franquismo y la transición en Andalucía; diversas biografías de dirigentes sindicales andaluces como Ramón Sánchez Silva. Al hilo de la historia (2007); Antonio Herrera. Un hombre vital, en 2009; Andrés Jiménez Pérez. El valor de la coherencia, en 2010, entre otros. En 2011 su investigación La dictadura en la dictadura. Detenidos, deportados y torturados en Andalucía durante el Estado de Excepción de 1969, (2011), fue premiada por la Junta de Andalucía como la mejor investigación social de ese año. Posteriormente, ha publicado La “prima Rosario” y Cayetano Ramírez. Luchadores por la libertad en una provincia idílica (2011); sobre el movimiento estudiantil en la UGR, con otros autores, “La cara al viento. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-81); sobre la historia del movimiento obrero granadino, con su investigación La lucha del movimiento obrero en Granada. Paco Portillo y Pepe Cid: dos líderes, dos puentes“, 2012; sobre el Tribunal de Orden Público, La resistencia andaluza ante el Tribunal de Orden Público en Andalucía (1963-1976); Diccionario de la represión sobre las mujeres en Granada (1936-1960) o La resistencia malagueña durante la dictadura franquista (1955-1975). Actualmente, junto a Pedro Sánchez Rodrigo, está confeccionando un diccionario sobre la represión en Granada desde la II República al golpe de estado de 1981.
[1] MARTÍNEZ LÓPEZ, Fernando (Coord.), Los andaluces en el exilio del 39, Cuadernos de Andalucía en la Historia Contemporánea, Centro de Estudios Andaluces, Consejería de la Presidencia, Junta de Andalucía, 2014. p. 68
[2] MARTÍNEZ LEAL, Juan, ”El Stanbrook. Un barco mítico en la memoria de los exiliados españoles”, en Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 4, 2005, pp. 65-81.
[3] ORTEGA BERNABÉU, Elián, “Represión, concentración y “Lugares de memoria: los campos de concentración en Argelia de 1939 a 1943”, en Memoria del Exilio Español en Argelia, Seminario y Exposición (20 al 23 de octubre de 1919. Archivo de la Frontera, 2021, pp. 183 a 198; VILAR, Juan Bautista, “Guerra civil, éxodo y exilio. La aventura del ”Stanbrook”. Alicante-Orán, marzo de 1939”, en Estudios Románicos, Volumen 16-17,2007-2008, pp. 213-227.
[4] CABEZAS, Felipe, “Viaje épico. Los expatriados del Stanbrook”, Nuestra España, XII (1940), La Habana, Fundación Pablo Iglesias.
[6] El relato es aportado por su hijo, Floreal Jiménez Aguilera, historiador y antiguo empleado de los Archivos Nacionales de Outre-Mer (ANOM) en Aix-en-Provence (Francia), en MOÑINO REYES, Daniel, “La Desbandá y los malagueños en el exilio norteafricano de 1939”, en La Desbandá/1937 en Barranquero Texeira, Encarnación (Coord.), De Málaga a los Pirineos, Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y memoria Democrática, 2022, p. 231.
[7] En los Archivos Nacionales Franceses de Ultramar (Aix-en-Provence), leg. 2.638, Refugies Espagnoles (Pólice, 1939-1945), se contiene un interesante expediente, relación nominal de los republicanos españoles, embarcados en Alicante con destino a Orán en el buque inglés «Stanbrook». Esa relación se obtuvo en los primeros días en que estuvo atracado en Orán por funcionarios franceses, ayudados por tripulantes del barco (policías y funcionarios del SIM republicano). Hay una abundante bibliografía respecto al Stanbrook: MARTÍNEZ LEAL, Juan. El Stanbrook. Un barco mítico en la memoria de los exiliados españoles. Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 4, 2005, pp. 65-81, p. 68; VILAR, Juan Bautista, “La última gran emigración política española Relación nominal de los militantes republicanos evacuados de Alicante por el buque inglés «Stanbrook» con destino a Orán en 28 de marzo de 1939. Ficha del Stanbrook en el Portal de Archivos Españoles (PARES); por otra parte, las Universidades de Murcia, Valencia y Alicante, dedican páginas específicas sobre los refugiados en el barco, encontrando en el buscador “Combatientes.es” los nombres de los exiliados, aunque los hemos deducido de los datos disponibles en nuestra investigación. Es posible que haya alguien más, pero no tenemos datos que nos ofrezcan garantías de confirmarlo.