Pagar con retraso le está saliendo caro al Ayuntamiento desde hace años, lo que complica aún más la situación de las cuentas municipales. Según los datos dados a conocer este lunes en la comisión municipal de Economía, Hacienda y Smart City, los intereses de demora reconocidos a proveedores del Ayuntamiento asciende ya a dos millones de euros. 

La cantidad, que se ha acumulado entre los ejercicios 2015 y 2016, puede seguir creciendo. Sin ir más lejos, en la misma comisión se ha dado cuenta de una sentencia referida a la reclamación de la empresa Clece, la anterior adjudicataria del servicio de ayuda a domicilio, que exige por intereses de demora más de 400.000 euros (con independencia de la deuda principal). En este caso la reclamación fue rechazada en su día en junta de gobierno local, en noviembre de 2015, lo que llevó a la empresa a emprender acciones judiciales. El Juzgado ha rechazado la pretensión de Clece, pero aún cabe recurso. Queda por tanto pendiente por resolver si esos 400.000 euros incrementarán aún más la cantidad a la que debe hacer frente el Consistorio por moroso.

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Clece reclama en los tribunales 400.000 euros.

Según los cálculos del concejal de IU, Francisco Puentedura, hay más de 8 millones de euros en reclamaciones por morosidad en el pago sin sentencia. Es decir, no reconocidos por los jueces y por tanto aún en proceso de batalla legal. El edil recuerda que esos intereses se reconocen a partir de superar los 90 días en el pago, un número que ya ha superado de lejos el Ayuntamiento, que está en alerta de morosidad desde febrero del pasado año. 

Esta vía de agua en las anegadas cuentas municipales se agrava porque se acumulan los recursos, aún en el caso de empresas que se acogieron a los planes de proveedores impulsados por el Gobierno central en plena crisis económica, que el PP defendió por dar liquidez a las empresas y aliviar a los ayuntamientos, también reclaman esos intereses a pesar de que renunciaron a hacerlo al aceptar las condiciones de los mismos. De hecho, en la última sentencia de Clece la jueza reflexiona al respecto, aunque en este caso no da la razón a la mercantil. Por otra parte, cabe también recordar que los planes de pagos a proveedores están ahora asfixiando a los ayuntamientos, que afrontan su pago con elevados intereses.

Puentedura llama también la atención sobre otra arista de esta situación que complica aún más la elaboración del presupuesto municipal, ya de por sí convertida en un rompecabezas: para evitar los recursos de las grandes compañías se acaba dando prioridad al pago de la deuda con estos proveedores, perjudicando de este modo a las pequeñas y medianas empresas.

Con adjudicatarias como Inagra o Rober el Ayuntamiento, como es conocido, acumula grandes deudas. A Inagra se le deben 28 millones, según el último dato conocido; a la Rober, más de 10.

El dato se conoció, a raíz de una pregunta de IU, en la comisión municipal, en una sesión en la que volvió a planear el presupuesto. Los grupos, en un tenso y hasta desagradable debate a ratos, urgieron al gobierno local a presentar la propuesta. El gobierno socialista había fijado mediados de mes como plazo. Este lunes, como ya hizo tras la junta de gobierno local del viernes, el portavoz, Baldomero Oliver, ha vuelto a señalar que será "complicado", sin descartar esa posibilidad.