• "Con un fin de semana bueno no se arregla un mes y con un año bueno no se arreglan ocho de crisis", argumenta para defender su posición.

El presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Granada, Trinitario Betoret. defiende la posición que el empresariado está manteniendo en la negociación del convenio de hostelería, que sigue bloqueada y que los sindicatos llevarán al Sercla -el servicio extrajudicial de resolución de conflictos laborales-. "Los números del turismo son positivos, pero no tanto la rentabilidad empresarial", afirma para justificar su posición, que pretende "ajustar" el convenio, que denunciaron, "a la realidad que vivimos desde hace ya unos cuantos años". 

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A preguntas de El Independiente de Granada, Betoret destaca que es esa rentabilidad empresarial "lo que al final mantiene abierta las empresas y mantiene los puestos de trabajo". Recuerda que en los años de crisis "han caído muchos empresarios por el camino" y al caer esas empresas, agrega, "lo primero que se pierde" son empleos. "Es muy duro perder puestos de trabajo, pero es más duro perder empresas porque recuperar puestos de trabajo es más sencillo que recuperar una empresa": 

Admite que los datos turísticos están siendo buenos  -"No lo vamos a negar, los damos nosotros", aclara al respecto- pero "la rentabilidad empresarial también hay que mirarla y todavía no está siendo lo suficientemente buena para cubrir todos los años de crisis y poder generar más puestos de trabajo". Y en la misma línea añade: "Con un fin de semana bueno no se arregla un mes y con un año bueno no se arreglan ocho años de crisis".

Insiste en que el convenio de hostelería "está obsoleto en los términos de ajuste a la realidad que vivimos desde hace ya unos cuantos años" y el objetivo del empresariado es "actualizar las normas de juego que nos hemos dado empleados y emprearios a la realidad actual". 

Es un trabajo "importante para realizar conjuntamente con nuestros empleados", pero lamenta que los sindicatos "quieren hablar de cosas ancladas en un pasado que a nosotros se nos hace muy lejano". El turismo en concreto y en la empresa en general, agrega, "se mueven muy deprisa y el mundo cambia muy rápido", y adaptarse a esos cambios fue el objetivo, según destaca, de la Federación cuando denunció el convenio y el que sigue poniendo encima de la mesa de negociación.