El PP usó Urbanismo para tratar de ‘acallar’ la ‘división’ interna entre Sebastián Pérez y Torres Hurtado
Sebastián Pérez, Torres Hurtado e Isabel Nieto. Miguel Rodríguez
El levantamiento del sumario del caso Nazarí por parte del Juzgado de Instrucción número 2 de Granada, que investiga la mayor trama de presunta corrupción en Granada, ha permitido conocer un funcionamiento cuanto menos irregular del Área de Urbanismo que actuaba como “una organización criminal”, en la que se favorecían a unos pocos empresarios privilegiados, con la presunta aquiescencia de Torres Hurtado e Isabel Nieto. Para ello, se castigaban a los funcionarios que no acataban las órdenes.
El Independiente de Granada ha informado con sonados titulares, replicados por otros medios, desde el quebranto a Granada de casi 29 millones o los reveladores correos entre el constructor Roberto García Arrabal e Isabel Nieto, entre otros.
Pero el caso, de sustancial gravedad y que causó la caída del gobierno popular después de trece años al mando de Granada, con tres mayorías absolutas, reporta otras revelaciones políticas que, como nuestra revelación, de honda repercusión, sobre la de un funcionario clave que informó a Sebastián Pérez, al menos dos veces, de la situación de Urbanismo, ha dejado tocado al PP, y que deja la interrogación de si el presidente provincial y teniente de alcalde conocía lo que estaba sucediendo.
En esa parcela política, el sumario deja en evidencia que el PP usó con fines partidistas el Área de Urbanismo con la intención de sofocar una de las numerosas rebeliones internas provocadas por el enfrentamiento larvado entre Torres Hurtado y Sebastián Pérez. Ese fue el testimonio que Isabel Nieto ofreció en su declaración como investigada ante la jueza con el que negó represalias a Jacobo de la Rosa, ex director de Urbanismo, por su informe contrario a lo decidido en el Serrallo.
El funcionario clave en la investigación del caso Nazarí fue acogido por Sebastián Pérez en la Diputación, tras comunicarle su intención de dimitir por la situación en Urbanismo. Pero regresó tras cartas de Isabel Nieto y Torres Hurtado a Sebastián Pérez pidiéndole la vuelta con “urgencia” para que ocupara la Oficina del Albaicín, nueve años abandonada.
Ante la jueza, Isabel Nieto desmintió la versión oficial, suscrita en cartas oficiales, y relató con todo detalle que el regreso del funcionario al Ayuntamiento se debía al intento de apaciguar uno de los focos de las luchas intestinas en el partido. También desmentía con ello la declaración de Jacobo de la Rosa que aseguró que fue obligado a regresar para “aislarlo y degradarlo”.
Isabel Nieto duda y se arranca: “Surge un problema interno en el PP, porque empieza a haber una división interna en el PP, a consecuencia de que Jacobo de la Rosa iba diciendo que cuando se fuera el alcalde volvería el presidente del partido como alcalde con él a la cabeza” y añade: “Divisiones internas que no sé si tiene relación con derecho penal”.
“Se creó mucho malestar en el interior del partido, -prosiguió- la gente empezó a dividirse por el tema de que don Sebastián Pérez, presidente del partido, estaba protegiendo a Jacobo de la Rosa, en un cargo de libre designación, con un sueldo muy alto, de director general, cuando Jacobo de la rosa estaba atacando al alcalde”.
“Aquello generó tanto problema, que tuvimos que solicitar que volviera al Ayuntamiento y que el presidente del partido nos lo devolviera. Así acallamos un problema”.
La “urgencia” del puesto, posteriormente, no pareció tal, dado que el funcionario permaneció ocho meses de baja por depresión y no fue sustituido.
De todos era conocida la tensa relación entre Torres Hurtado y Sebastián Pérez, por la intención del presidente provincial de ser alcalde de Granada. Una división que fracturó a los dos últimos equipos de gobierno del PP con mayor profusión en el último año de mandato, después de que Torres Hurtado no renunciara a presentarse otra vez a la alcaldía, pese a las presiones.
La división aún es latente hoy con los (pocos ya) concejales afines en su momento a Torres Hurtado, desplazados en el grupo municipal popular, en la oposición.
En su declaración ante la jueza como investigado, Torres Hurtado centró su defensa en negar con rotundidad que entendiera de Urbanismo por su complejidad, y que en esa materia, como en el resto, había delegado todas las funciones. Además, negó relaciones con constructores.
Información relacionada:
- Un funcionario clave en el caso Nazarí informó a Sebastián Pérez de la situación en Urbanismo
- Claves de la investigación que precipitó la salida del PP por una 'trama corrupta' en el Urbanismo municipal
- Los reveladores correos del caso Nazarí
- La "trama corrupta" en Urbanismo habría provocado un perjuicio económico a Granada de casi 29 millones
- Los populares levantan un muro de contención para que el caso Nazarí no afecte a Sebastián Pérez