─ Su libro, el de Edi Clavo, las exposiciones…. Parecen querer revalorizar lo que ocurrió y está muy olvidado en los años 70…

"A partir de la biografía de Pepe Rivas de Ajoblanco y del libro de Star llegó un tomo sobre revistas contraculturales que me reconvenció para dedicar el libro a la generación del Disco Expres, semanario que creo que no está valorado como vehículo que traspasaba la música"

─ La palabra clave es “contracultura”. A partir de la biografía de Pepe Rivas de Ajoblanco y del libro de Star llegó un tomo sobre revistas contraculturales que me reconvenció para dedicar el libro a la generación del Disco Expres, semanario que creo que no está valorado como vehículo que traspasaba la música. He visto con sorpresa y agrado cómo, después de muchos años preparando el libro, voy y lo edito en un curso donde se publica una decena de libros sobre los 70.

─ ¿Y qué ocurrió de bueno para recordar?

─ En el caso del rock, la expansión en múltiples terrenos musicales, ofreciendo el inicio de estilos que evolucionaron en las siguientes décadas. El músico de rock se encontraba con todos los problemas del mundo, pero era inquieto, curioso y muy abundante.

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─  Porque encajonado entre el pop-ye-yé de los 60 y el borrón y cuenta nueva de la movida de los 80, ¿es una década ‘perdida’?

─ Denostada, utilizando la terminología de Rockdelux, había sido la década menos estudiada.

─  Pero es la suya… ¿Por eso lo ha escrito?

─ Precisamente por ese hueco de información. En 2013 llamé a Vicente Fabuel, que me confirmó que no había ningún proyecto similar, y me puse manos a la obra sin saber que me enredaría tanto. Ya entre 1976 y 1979 me había metido a escribir una historia del rock español, un pecado de juventud que intentaba traspasar guiones de radio.

─ Ha habido algunas aproximaciones a la discografía de esa época, las de Font Ribera o Lloret, pero usted ha firmado ya la Biblia de aquella época…

─ Es solo una guía de escucha, nada de Biblia o enciclopedia (risas). He intentado comentar más de 1.500 discos, lo cual puede ser una proeza tratándose de música alejada de lo comercial, reproduciendo portadas e hilando los capítulos, que son los años, por estilos. No hay prólogo, comienza a saco desde el 66 y toca revistas y libros, algo que da volumen a la maquetación limpia pero intensa que he intentado.

─ ¿Ha sido complicado rastrear tantísima información, sobre todo la gráfica? ¿Cuánto tiempo le ha llevado?

"Con las fotos me ayudó mi colega Ramón, con quien trabajo desde hace casi treinta años, quería que los elepés abiertos se vieran por dentro… y tanto despliegue creo que conforma uno de los libros de música más currados de los publicados en España"

─ Complicado por supuesto, pero también placentero. La primera maqueta es del otoño de 2013, primera y única, porque fue alimentándose; trabajar sobre la maqueta escribiendo sobre la música que escuchas es una gozada, darle forma a las páginas, capa a capa, sin prisas pero completando el álbum… Cuando vi luz al final del túnel, hace año y medio, me puse intensamente a terminarlo. Con las fotos me ayudó mi colega Ramón, con quien trabajo desde hace casi treinta años, quería que los elepés abiertos se vieran por dentro… y tanto despliegue creo que conforma uno de los libros de música más currados de los publicados en España.

─ Son miles los discos reseñados, pero ¿y los que no llegaron a grabar, que al menos aquí en Granada, fueron casi todos?

─ En Granada y en todos lados. Remito al programa de TVE ‘Campo Pop’, de 1969. Por esos años había una legión de luchadores con sus instrumentos que, si los consideramos artistas, resultaba superior en número al resto: pintores, arquitectos, escritores, alfareros…

─ ¿A quién responsabiliza del final de esta escena, al punk o a la Transición?

─ A los medios de comunicación, cambiantes en los 80, al revulsivo punk, a los mánagers y políticos…

 ─ Con perspectiva histórica, qué conclusiones ha sacado.

"En cada década ha habido cosas muy interesantes, solo hay que saber rebuscar un poco, pero lo de estos años no solo tuvo el valor añadido del pionerismo, era el color y las ganas que aplicaban ante elementos adversos como la falta de promoción"

─ Muchas, y quizás cada lector tenga la suya porque lo que doy son pistas. En cada década ha habido cosas muy interesantes, solo hay que saber rebuscar un poco, pero lo de estos años no solo tuvo el valor añadido del pionerismo, era el color y las ganas que aplicaban ante elementos adversos como la falta de promoción: había pocas pistas de grabación pero el sonido sigue siendo hoy espectacular, en su abanico.

─ ¿De aquellos polvos estos lodos? ¿Queda algo de aquella escena vigente ahora dos generaciones después, incluso en nombres actuales?

─ Claro que sí, solo hay que poner la oreja. Hay referencias claras de los 70 en buena parte de la música de hoy, que comparte el público. Es un punto interesante la conexión entre generaciones y el buen gusto que demuestran ante avalanchas facilonas…

─ ¿Hará lo propio con los 80 o ha quedado exhausto?

─ No, ahora me tocan labores de producción y promoción, pero el tajo que doy en el 79 para acabar el libro no es casual. Los 80 se los dejo a otro (Risas)…