La Plataforma 8M y 25N contra la violencia y el Espacio Feminismo Unitario de Graná marcharán juntas este próximo 8 de marzo en la manifestación que recorrerá la ciudad de Granada. Lo hacen así "desde el convencimiento de que para avanzar en nuestros derechos es necesario encontrarnos y caminar unidas en nuestra diversidad, desde el respeto a nuestras diferencias" y "teniendo claro que en la lucha feminista no sobra nadie". "Solas no podemos y nos necesitamos todas", han proclamado este lunes sus representantes en la rueda de prensa en la que han presentado la manifestación. 

La manifestación partirá a las 18.00 horas desde la Plaza del Triunfo y discurrirá por Gran Vía y Reyes Católicos hacia el Salón, el recorrido habitual de cada año. "Unidas y luchando, seguiremos avanzando", es el lema de esta edición.

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El movimiento feminista reivindica que la iguadad, los cuidados y la vida se sitúen en el centro de las políticas públicas. Y para ello, reclaman mejores condiciones laborales para las trabajadoras del sector de la dependencia y políticas que reconozcan el valor del trabajo doméstico.

También reclaman una sociedad libre de "represión", resaltando que "nos quieren calladas y sumisas, pero la calle seguirá siendo nuestra para juntarnos con nuestras vecinas, reivindicar nuestros derechos y disfrutar solas o acompañadas". 

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Paqui Fuillerat, de la Plataforma 8M y 25N contra la violencia de género, y Alejandra Chenoll, representante del Espacio Feminismo Unitario de Graná. 

Reproducimos a continuación los planteamientos de la plataforma 8M/25N y el Espacio Feminismo Unitario:

"Otro ocho de marzo, desde el movimiento feminista volvemos a ocupar las calles y lo hacemos todas juntas, desde el convencimiento de que para avanzar en nuestros derechos es necesario encontrarnos y caminar unidas en nuestra diversidad, desde el respeto a nuestras diferencias y teniendo claro que en la lucha feminista no sobra nadie, que solas no podemos y que nos necesitamos todas.

Otro ocho de marzo, volvemos a las calles, por:

• Una sociedad que ponga la igualdad, los cuidados y la vida en el centro de las políticas públicas, en particular el de los sectores en peor situación.

Ello se concreta en:

• Una atención a la dependencia pública y de calidad, así como la mejora de las condiciones laborales de las trabajadoras del sector.
• Una educación pública de calidad que no segregue ni excluya, que apueste por desterrar las discriminaciones por razón de sexo, género, clase, pertenencia étnica o diversidad funcional.
• Educación infantil universal y gratuita de 0 a 3 años y accesible para todas las familias, independientemente del lugar de origen y de su situación administrativa.
• Políticas públicas que reconozcan el valor del trabajo doméstico y de cuidados y garanticen la corresponsabilidad social en la crianza, así como el derecho a cuidar y ser cuidadas.
• Permisos remunerados, amplios y universales para poder criar con dignidad. La maternidad no puede estar atravesada por la precariedad laboral y vital de las mujeres.
• Una sanidad pública fuerte y de calidad, también en el ámbito de salud mental y de la sexual y reproductiva. La salud no es un negocio.
• La garantía del acceso a los suministros básicos (luz, agua y gas) para todos los hogares y el fin inmediato de los cortes de luz en el distrito Norte de Granada, que son una perversa forma de exclusión social y afectan especialmente a las mujeres en el papel que se nos asigna como cuidadoras.
• Políticas de justicia climática que garanticen el cuidado y la sostenibilidad del planeta y su biodiversidad, que no dejen en la estacada a quienes más sufren las consecuencias de la crisis ecológica, en particular las mujeres.
• Una sociedad con empleo digno y de calidad, sin economía sumergida, ni brecha salarial, ni precariedad, que afectan de forma particular a las mujeres. Nos levantamos contra los techos de cristal y ese suelo pegajoso que nos dificulta avanzar.
• Una sociedad libre de odio, de ideas excluyentes que discriminan y subordinan a las mujeres, y de una extrema derecha que desde su machismo retrógrado ahora vuelve a atacar nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, sobre si queremos o no tener hijos/as y en qué momento de nuestras vidas.
• Una sociedad libre de represión. Nos quieren calladas y sumisas, pero la calle seguirá siendo nuestra para juntarnos con nuestras vecinas, reivindicar nuestros derechos y disfrutar solas o acompañadas. Ni sus multas ni su violencia harán que nos escondamos.
• Una sociedad libre de todo tipo de violencias de género (en la pareja o ex pareja, por parte de conocidos o desconocidos, agresiones sexuales, acoso, MGF…). Que apoye y atienda a las necesidades de las mujeres supervivientes , con garantía de vivienda, ingresos y reparación, reforzando su autonomía, porque el olvido y abandono de las administraciones son otra forma de violencia.
• Una sociedad libre de racismo, en la que el acceso a los derechos no dependa de la situación administrativa de las personas o lo que es lo mismo, de si tienen o no “papeles”, se cierren los CIEs y se garanticen los derechos humanos en las fronteras. Exigimos la regularización de las personas migrantes, recordamos que 6 de cada 10 personas migrantes sin papeles son mujeres, 1 de cada 4 se emplean en actividades del trabajo del hogar y están sobrerrepresentadas en algunos sectores donde la explotación laboral y el acoso sexual están a la orden del día.
• Una sociedad con una ciudadanía implicada en combatir decididamente el machismo, el racismo y la LGTBIfobia en todas sus expresiones, apostando por una sociedad libre, justa e igualitaria.
• Por último, pero no menos importante, también estamos aquí para lanzar un grito de solidaridad con la lucha de las mujeres iraníes, afganas, saharahuis y tantas otras que día a día luchan por un mundo libre de discriminación, imposición y violencia.
• Datos (para aportar en la rueda de prensa, en relación a la situación en el mercado laboral):
• De las 625 excedencias concedidas por cuidado de hijos, 571 han sido a mujeres.
• La brecha salarial en Granada ha ascendido al 15'6%,de tal modo, que para equipararnos en salario las mujeres tendríamos que trabajar dos meses más.
• El 51'9% de las trabajadoras en nuestra provincia ganan un salario igual o inferior al Salario Mínimo Interprofesional".