Sierra Nevada, Ahora y siempre.
HISTORIA DEL PARTIDO COMUNISTA, POR JUAN FRANCISCO ARENAS DE SORIA

Táctica y estrategia del PCE en los años de la dictadura (II): De la ruptura democrática al “consenso”

Política - Juan Francisco Arenas de Soria - Viernes, 3 de Junio de 2022
Segunda parte del análisis de la táctica y estrategia del PCE en los años de la dictadura, del extraordinario serial que, sobre la historia del partido, nos ofrece Juan Francisco Arenas Soria. No te la pierdas.
Imagen extraída de Mundo Obrero 22/01/1975.
Imagen extraída de Mundo Obrero 22/01/1975.
“…El Socialismo es nuestra meta. Y al Socialismo sólo se puede ir a través de la democracia, como lo han mostrado todas las revoluciones socialistas victoriosas que hemos conocido en nuestra época”

 Dolores Ibarruri en la clausura del Comité Central sept 1973[i]

Desde los años en los que Pepe Díaz ocupara la Secretaría General del PCE, el llamamiento a la unidad y la lucha antifascista había sido una constante en la línea política. Tras el paréntesis de los primeros años de postguerra en los que el Partido se centra en la lucha guerrillera y en reorganizarse frente al duro golpe de la derrota en la guerra de España y la derrota política tras la Segunda Guerra Mundial. La política de “Reconciliación Nacional” retoma la postura clásica de unidad frente al fascismo, siendo en 1974 la creación de la Junta Democrática una expresión del deseo de unidad que ya en 1970 se había expresado a través del Pacto por la Libertad.  Una nueva situación donde las diferenes fuerzas de la oposición al franquismo, ante la proximidad del fin de la vida del dictador, que no de la dictadura, comienzan a mirarse de soslayo en una especie de competición enfrentando la nueva etapa que debía de abrirse, no lejos de las influencias de los intereses propios y ajenos, con una importante dósis de presiones internacionales. Los acontecimientos externos con la vecina Revolución de los Claveles y la caída del régimen dictatorial griego abrían puertas democráticas en contextos próximos y con características similares, de manera muy especial el caso portugués, mientras que en España el atentado contra Carrero Blanco (1973) hacía al régimen enrrocarse en una suerte de continuismo representado por el Gobierno de Carlos Arias Navarro. La Guerra Fría se encontraba en plena ebullición.

Portada de Mundo Obrero. La Revolución de los Claveles. 8/05/1974. Fuente: Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. Ministerio de Cultura.
  “…las propuestas comunistas unitarias se abrían paso con cierta dificultad, especialmente por los prejuicios ideológicos o el temor de otras fuerzas a ser desbordadas o quedar oscurecidas por la mayor presencia o capacidad operativa del PCE. La única excepción saldada con éxito fue la Assemblea de Catalunya (noviembre de 1971), que agrupaba prácticamente a toda la oposición catalana, y en cuyo seno desempeñó un papel predominante el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC). En el resto de España, prácticamente vegetaban o desarrollaban escasa actividad algunas “mesas democráticas” de carácter local o muy circunscrito…”[ii]

Sin embargo, y a pesar de la política de mano tendida del PCE no se conseguía sumar ni al PNV, ni al PSOE ni a la democracia cristiana

A finales de julio de 1974 se presentaba la Junta Democrática una propuesta que pretendía ser el germen de un espacio unitario más amplio y que partía con el respaldo del PCE, CC.OO, Partido Socialista Popular (Enrique Tierno Galván), Alianza Socialista de Andalucía (Alejandro Rojas Marcos) y el colectivo Justicia Democrática. Meses más tarde se unía a la propuesta el Partido Carlista y el Partido del Trabajo de España (PTE).  A las organizaciones había que sumar la presencia de personas con cierto prestigio y procedentes de la oposición de derechas al régimen como Rafael Calvo Serer, Antonio García Trevijano o José Vidal-Beneyto. Sin embargo, y a pesar de la política de mano tendida del PCE no se conseguía sumar ni al PNV, ni al PSOE ni a la democracia cristiana. El objetivo planteado era el de crear juntas en los diferentes lugares del territorio español, para de esta manera crear espacios de trabajo unitario[iii]. La confrontación frente al continuismo franquista quedaba claramente expresado en la declaración realizada en la presentación de la misma:

“…La desaparición de los factores históricos, ideológicos, económicos y estratégicos, sobre los que se ha basado la duración del poder excepcional de Franco, y la moderna convergencia en la libertad de las aspiraciones morales y materiales de las clases trabajadoras, de la alta burguesía neocapitalista, de las burguesías regionales, de los profesionales y de los intelectuales, impiden la prolongación de la dictadura a través de la Monarquía del Régimen…”[iv]

Una propuesta arriesgada que, a pesar de afirmarse en múltiples ocasiones su inminencia, nunca llegará a producirse

Doce puntos determinan los principales objetivos que se plantean desde la Junta Democrática frente al futuro inmediato, entre los que se encuentran la formación de un Gobierno Provisional, amnistía para los presos políticos, legalización de los partidos políticos y sindicatos, libertad de prensa, derecho de huelga, reconocimiento de las diferentes nacionalidades desde la visión de un Estado unitario, separación Iglesia-Estado, integración en las Comunidades Europeas… toda una hoja de ruta para poner rumbo a una democracia plena en España. Conscientes de que el franquismo con o sin Franco, no se disolvería como un azucarillo, el PCE pondrá sobre la mesa su propuesta de Huelga Nacional, denominada en el marco de la Junta Democrática como “acción democrática nacional”, como clave para derrivar la dictadura, una huelga pacífica que pretende paralizar todo el país. Una propuesta arriesgada que, a pesar de afirmarse en múltiples ocasiones su inminencia, nunca llegará a producirse.

El Partido redobla su esfuerzo de “agitación y propaganda” pasando de la publicación quincenal o mensual de Mundo Obrero, a convertirla en semanal

El Partido redobla su esfuerzo de “agitación y propaganda” pasando de la publicación quincenal o mensual de Mundo Obrero, a convertirla en semanal. Un hecho que se podría considerar baladí, pero si tenemos en cuenta que la venta y distribución del mismo estaba al margen de la ley y podía suponer penas de privación de libertad, la valoración de la decisión cambia[v].

Paco Portillo vendiendo el Mundo Obrero en Puerta Real. Imagen facilitada por el núcleo comunista de Albolote

Se afianza la propuesta de “ruptura democrática” frente a un continuismo franquista enmascarado tras concesiones que no supondrán una verdadera democratización del país. La primera de esas medidas es la de la sucesión en la Jefatura del Estado, que unos pocos años antes se había quedado reflejado en las leyes franquistas, y que dejaban en manos de Juan Carlos de Borbón la misma. Una decisión que garantiza el continuismo en un monarca que había jurado los principios del Movimiento Nacional. El PCE será muy claro en su toma de posición frente a estos movimientos del régimen en pos de su supervivencia sin Franco haciendo referencia en todo momento al “rey impuesto”. La muerte del dictador afianzará la propuesta rupturista del PCE.

“El sistema institucional vigente es el impuesto a los españoles mediante el secuestro de las libertades. Sistema impuesto, igual a dictadura. ¿Se puede perfeccionar una dictadura y hablar de participación ciudadana?. El primer derecho de los ciudadanos es el de su libre decisión sobre el carácter institucional y las estructuras políticas del Estado. Y no hay libre decisión que valga sin partidos políticos y sufragio universal.

¿Se pueden reformar unas instituciones representativas que no existen?. La primera condición de la representatividad es que los ciudadanos la otorguen. ¿Quién ha otorgado la que Juan Carlos se atribuye? El dictador fascista Franco…”[vi]

En 1973 el Partido lanzó un proceso de reflexión colectiva para realizar un Proyecto de Manifiesto Programa que tenía como objetivo abrir un amplio debate entre la militancia sobre las principales tareas a realizar por el mismo, fijando una táctica concreta en función del momento coyuntural del país. Aprobado en 1974 el Manifiesto Programa del PCE tratará sobre la “vía española al socialismo”, lo que unos años antes parecía una desviación de la ortodoxia marxista-leninista, tomaba cuerpo en un documento del propio Partido. Marca claramente el hecho diferencial español frente a procesos ya realizados o en funcionamiento, rechazando todo tipo de dosgmatismos[vii].

“…En la presente situación histórica, radicalmente distinta, el Partido Comunista de España sostiene que las nuevas necesidades del movimiento revolucionario mundial implican que cada Partido Comunista muestre su capacidad para unir en torno al objetivo socialista a la mayor cantidad de fuerzas nacionales posible, acentuando su posición independiente, aplicando el método marxista a las condiciones concretas de su revolución. Esta es la forma más eficaz de contribuir en la actualidad a la revolución mundial y a la defensa internacionalista del socialismo…”[viii]

Se estaban trazando unas líneas tácticas que el Partido llevaba empleando ya algunos años y que mantendría en los venideros. Una clara defensa de la unidad frente al enemigo común, sin obviar los elementos estratégicos “la consecución del socialismo”, pero posponiéndolos para una segunda fase de ejecución de las premisas tácticas. Aterrizando tras el análisis más general, muestra con nitidez “…la única alternativa en España: la  democracia y el Socialismo…”[ix]

 “…Por esta razón el Partido Comunista de España estima que, en el camino hacia la revolución socialista, existe objetivamente una etapa intermedia que permite a la clase obrera ponerse al frente de las amplias masas populares, establecer una alianza con los amplios sectores sociales antimonopolistas para abatir el poder político y económico de los grupos monopolistas, dando así un paso decisivo hacia su propia liberación.

Esta etapa es la de la democracia política y social o democracia antimonopolista y antilatifundista. En ella no se trata de abolir la porpiedad privada burguesa y de implantar el socialismo, sino de establecer un poder democrático de todas las fuerzas antimonopolistas, comprendida la pequeña y mdeiana burguesía, aunque lógicamente en este poder como en dicha alianza, el papel dirigente debe estar desempeñado, en definitiva, por las fuerzas del trabajo y de la cultura, por el bloque de los obreros, los campesinos y los intelectuales…”[x]
Imagen de Mundo Obrero en el lanzamiento del debate del Manifiesto Programa 05/09/1973.

¿Qué modelo de democracia defendía en 1974 el PCE para España?. La sintetizaremos en sus puntos esenciales:

  1. 1. - Defensa de las libertades democráticas y los derechos individuales. Derecho de manifestación, huelga, libertad de prensa, sufragio universal, libertad sindical, abolición de la pena de muerte…
  2. 2.- Derecho de autodeterminación de los pueblos, expresamente Galicia, Euzkadi y Cataluña. Pero desde la perspectiva de la defensa de una República Federal de libre asociación.
  3. 3.- Reconocimiento del derecho de autogobierno a Navarra, País Valenciano, Baleares y Canarias.
  4. 4.- Autonomía a las diferentes regiones españolas.
  5. 5.- Nacionalización de la Banca privada
  6. 6.- Nacionalización de las grandes empresas monopolistas
  7. 7.- Transformación democrática de la agricultura con la supresión de la propiedad latifundista. Fomento del cooperativismo.
  8. 8.- Medidas encaminadas a la reducción del poder del capital monopolista y latifundista
  9. 9.- Reforma fiscal que permita la redistribución de la riqueza.
  10. 10.- Todas las medidas económicas tendrñan como principal fin la mejora de la calidad de vida de las personas trabajadoras
  11. 11.- Acabar con todas las formas de discriminación que sufren las mujeres desde el marco de la democracia política y social.
  12. 12.- Transformación democrática de la enseñanza.
  13. 13.- El Estado como garante del desarrollo cultural y artístico en beneficio de la sociedad. Defensa del patrimonio cultural de los pueblos de España
  14. 14.- Impulso de la inversión en la investigación
  15. 15.- Una sanidad pública y gratuita.
  16. 16.- Planificación democrática de la economía
  17. 17.- Potenciación del sector público como clave de la prestación de servicios a la ciudadanía
  18. 18.- Apoyo a la pequeña y mediana empresa
  19. 19.- Apoyo al pequeño comercio
  20. 20.- Autogestión de las grandes empresas intervenidas

… así hasta 31 propuestas más, que como pueden comprobar tendrían total actualidad hablando ya en los años 70 de cuestiones como el equilibrio ecológico[xi]

Ese espíritu de “ruptura democrática” se mantiene durante unos años más, en la declaración que lanza el Comité Central en enero de 1976, unos meses después de la muerte del dictador se continúa en la misma postura, como podemos observar en la edición de Nuestra Bandera que publicaba la citada declaración

“…Se trata de CAMBIOS POLÍTICOS, de LIBERTADES POLÍTICAS que hagan del nuestro un país homologable a los del resto de Europa- Es decir, libertad para los partidos políticos -sin ninguna exclusión-, libertad sindical, libertad de prensa, libertad de palabra, reunión y asociación; autonomía para las nacionalidades que componen el Estado español; sufragio universal; elección de una asamblea constituyente para elaborar una Constitución que sirva de cuadro legal a las contiendas político-sociales. Lo que subeniende que la forma política definitiva del Estado tendrá que ser sometida a la decisión del sufragio popular…”[xii]
Portada de Nuestra Bandera.- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.

Podemos observar en la pequeña cita como empiezan a producirse cambios con modulaciones del discurso de principios de los 70, abandonando posiciones inflexibles como la de la República Federal por “la forma política definitiva del Estado tendrá que ser sometida a la decisión del sufragio popular”, la autonomía frente al derecho de autodeterminación, y viendo peligrar la propia legalización “legalización sin ninguna exclusión”. El franquismo sin Franco había subsistido en el poder, no había sido sustituido, y se avecinaba el cambio de posición hacia una “ruptura pactada”, que finalmente se acabaría convirtiendo en la política del consenso que simbolizaría la perviviencia de ciertos elementos del franquismo y un “sucedáneo democrático” como dijera Marcelino Camacho en sus memorias[xiii].

     “…Los cambios de personas, la aparición de un rey en lugar de un caudillo, puede tener su importancia, sin duda, pero la clave para la solución de todas las incógnitas, sociales, económicas, políticas y religiosas, se llama libertad…”[xiv]

Fuentes archivísticas:

  • Archivo Histórico del PCE (AHPCE)
  • Biblioteca de la Fundación de Estudios y Cooperación de CC.OO Andalucía
  • Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. Ministerio de Cultura

Fuentes:

  • Mundo Obrero
  • Nuestra Bandera

Bibliografía:

  • CAMACHO, Marcelino, Confieso que he luchado, Sevilla, Atrapadueños, 2015
  • SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, Jesús, Teoría y práctica en el PCE (1956-1982), Madrid, Fundación de Investigaciones Marxistas, 2004

Artículos hemerográficos:

  • ERICE, Francisco, “Presentación de la Junta Democrática de España. Declaración al pueblo español. Julio de 1974”, en edición digital de Mundo Obrero, 25/01/2022. Enlace: https://www.mundoobrero.es/pl.php?id=12676
  • ERICE, Francisco, “Por la ruptura democrática. Editorial de Nuestra Bandera (enero de 1976)” en la edición digital de Mundo Obrero, 22/02/2022. Enlace: https://www.mundoobrero.es/pl.php?id=12882

Notas a pie de páginas:

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  • [i] Mundo Obrero, 5/09/1973, portada
  • [ii] ERICE, Francisco, “Presentación de la Junta Democrática de España. Declaración al pueblo español. Julio de 1974”, en edición digital de Mundo Obrero, 25/01/2022
  • [iii] ERICE, Francisco, “Presentación de la Junta Democrática de España. Declaración al pueblo español. Julio de 1974”, en edición digital de Mundo Obrero, 25/01/2022
  • [iv] Mundo Obrero, “Declaración al pueblo español de la Junta Democrática”, 31/07/1974, portada
  • [v] Mundo Obrero, “A partir de marzo, cada semana Mundo Obrero”, 22/01/1975, p.7
  • [vi] Mundo Obrero, 17/12/1975, Editorial “Un pueblo en marcha hacia la libertad”, p.3
  • [vii] Manifiesto Programa del PCE, 1974, pp.98-99
  • [viii] Manifiesto Programa del PCE, 1974, pp.101-102
  • [ix] Manifiesto Programa del PCE, 1974, p.113
  • [x] Manifiesto Programa del PCE, 1974, pp.116-117
  • [xi] Manifiesto Programa del PCE, 1974, pp.117-123
  • [xii] Nuestra Bandera, núm.83, enero-febrero 1976, Editorial “Sólo por la ruptura democrática habrá democracia en España” p.6
  • [xiii] ERICE, Francisco, “Por la ruptura democrática. Editorial de Nuestra Bandera (enero de 1976)” en la edición digital de Mundo Obrero, 22/02/2022
  • [xiv] CAMACHO, Marcelino, Confieso que he luchado, Sevilla, Atrapadueños, 2015, p. 316

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Juan Francisco Arenas de Soria es profesor de Geografía e Historia y Miembro de la Asociación Granadina Verdad Justicia y Reparación.

Si no tuviste la oportunidad de leer o quieres volver a hacerlo, te ofrecemos la presentación de la serie que, cada viernes, Juan Francisco Arenas de Soria nos ofrecerá semanalmente sobre la historia del Partido Comunista que, en noviembre, cumplirá 'cien años al servicio de la clase trabajadora', con la intención de que los artículos 'nos aproximen a la realidad de un movimiento social clave para entender nuestro país, su lucha por la democracia y la libertad en contextos realmente complejos, y eso sí, siempre desde una perspectiva granadina":