Estos hallazgos han sido publicados en la prestigiosa revista Environmental Science & Technology, y forman parte del trabajo postdoctoral del Dr. Vicente Mustieles y la tesis doctoral de Francisco Miguel Pérez Carrascosa
Entre 2003 y 2004, se recogieron muestras de tejido adiposo (grasa) de todos los participantes, llevando un estricto seguimiento de la evolución clínica de los participantes durante los 16 años siguientes.
Este equipo de investigadores granadinos ha observado que ciertos contaminantes químicos que tienden a acumularse en el tejido adiposo, como plaguicidas y compuestos químicos industriales, se asocian con un mayor riesgo de cáncer no hormonodependiente, es decir, aquellos tumores que no dependen tanto de los niveles hormonales. En concreto, estos compuestos incluyen a ciertos bifenilos policlorados, así como plaguicidas como el hexaclorobenceno y un componente del lindano (hexaclorociclohexano).
Además, este grupo de científicos del IBS Granada ha observado que las concentraciones de estos contaminantes se asocian con niveles elevados de estrés oxidativo en el propio tejido adiposo, un desequilibrio que tiene lugar en las células cuando aumentan los radicales libres y/o disminuyen los antioxidantes, lo que puede provocar daños en los tejidos que se traduzcan en el desarrollo de enfermedades a largo plazo, incluido el cáncer.
"Nuestros análisis de mediación sugieren que la exposición a dosis relativamente bajas de estos compuestos químicos, de manera continuada en el tiempo (algo frecuente en la población general), podría contribuir al desarrollo de tumores no hormonodependientes, como gastrointestinales, cerebrales o pulmón, posiblemente a través de una alteración del equilibrio oxidativo, entre otros mecanismos. Dada la enorme importancia de estas patologías, es necesario profundizar más en el tema a través de estudios futuros", explica el doctor Juan Pedro Arrebola, coordinador del estudio e investigador del IBS Granada y del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UGR.
Los contaminantes estudiados, a pesar de estar prohibidos en la actualidad, continúan presentes en casi todas las personas, ya que son muy difíciles de degradar. Además, seguimos estando expuestos a ellos a través de la dieta, principalmente aquellas personas con un alto consumo de alimentos muy grasos de origen animal. El equipo de investigación se encuentra estudiando actualmente si la exposición conjunta con otras familias de contaminantes podría contribuir a este problema.
Estos hallazgos han sido publicados en la prestigiosa revista Environmental Science & Technology, y forman parte del trabajo postdoctoral del Dr. Vicente Mustieles y la tesis doctoral de Francisco Miguel Pérez Carrascosa.
Más información sobre el grupo en 'www.ibsgranada.es/grupos-de-investigacion/e14-medicina-preve...'.