Ramper: “Nos estamos poniendo en marcha de nuevo”
—Hace ya más de año y medio que salió Nuestros mejores deseos. Creo que os ha dado tiempo a digerirlo, así que os pregunto: ¿qué os pareció la recepción del disco? ¿Estáis contentos en ese sentido?
"Contentos estamos, porque hemos llegado a un montón de gente con cero promoción, sin apenas conocer a nadie"
Antonio: Yo creo que contentos estamos, porque hemos llegado a un montón de gente con cero promoción, sin apenas conocer a nadie. Hemos mandado merchandising a cuatro de los cinco continentes, nos faltan África y la Antártida [risas]. Ciudades aleatorias de repente descubrían Ramper y subían al top 1 de Spotify de ciudades que escuchaban Ramper. Yo creo que ha estado bastante guay, teniendo en cuenta el contexto en el que se ha movido el disco, la verdad.
Ángel: Es un orgullo que, teniendo todo en nuestra contra... porque son muchas cosas: somos unos don nadies, completamente desconocidos; practicamos un género, o varios géneros, completamente de nicho; y además con canciones larguísimas. Y aun así la gente recibió el disco con muchas ganas. Teniendo una pandemia incluso de por medio. La recepción fue pequeña, pero intensa, me atrevería a decir: a todos los que llegábamos se sorprendían, la mayoría para bien y algunos que para mal, y yo contentísimo también con eso [risas].
Joserto: Además creo que no hemos sido buenos con nuestro disco: tampoco le hemos dado tanto bombo por redes. Cuando salió sí, lo pones en Instagram y tal, pero de ahí para adelante, cuando pasaron los meses, como que ni caso. Como padres del disco nos hemos portado mal con él [risas], no le hemos hecho caso. Y aun con esas, pues ha seguido por ahí, teniendo escuchas por todo el mundo.
"El hecho de que la gente haya recibido con tantas ganas Nuestros mejores deseos significa que hay mucha gente que está deseosa por escuchar ciertos sonidos que a día de hoy no se trabajan tanto"
Ángel: Al final tiene que haber alguien que haga llegar a la prensa esos discos, esas canciones, y en nuestro caso no existió ese alguien [el grupo no tiene mánager de momento]. Entonces, naturalmente, Ramper no iba a llegar a salir en Mondosonoro. Pero volviendo a la pregunta inicial, creo que el hecho de que la gente haya recibido con tantas ganas Nuestros mejores deseos significa que hay mucha gente que está deseosa por escuchar ciertos sonidos que a día de hoy no se trabajan tanto. Nosotros hemos recogido el testigo de esas bandas.
Antonio: Y hay que decir en cuanto a la recepción de la crítica que, para nosotros, el sentimiento generalizado era que cada vez que nos hacían una reseña, era día de fiesta. Para nosotros era increíble, mucho del ánimo que hemos recibido por el disco ha sido por eso. La gente que escribís sobre música y habéis hablado sobre nosotros merecéis cierto reconocimiento, porque el noventa por ciento de la promoción que ha tenido el disco ha sido eso.
Ángel: Gracias a todos los que habéis colaborado en nuestra alegría [risas].
—Mi percepción es que el disco, donde ha sido recibido, ha despertado mucho cariño. Creo que también tiene que ver con el tipo de disco que es y el momento en que ha salido: la pandemia ha sido negativa para su impacto en términos de amplitud, pero cualitativamente era un disco que funcionaba para un momento así.
"Éramos super ambiciosos, queríamos hacer un montón de cosas: instrumentos sintetizados, cajas de ritmos, grabar un montón de instrumentos de viento, de cuerdas..."
Ángel: Alguna reseña de las que nos hicieron iba por ahí. Nosotros no podemos ni confirmar ni negar que provocamos toda una pandemia para que este disco saliese [risas].
Antonio: No vamos a pedir más deseos, de verdad.
—Y vosotros, ¿estáis satisfechos con el disco en sí? ¿Estáis orgullosos del producto? ¿Hay alguna cosa concreta que os gustaría haber hecho de otra manera?
Antonio: [después de un silencio y risas nerviosas] Yo creo que sobre todo que el disco se hizo con prisa. Éramos super ambiciosos, queríamos hacer un montón de cosas: instrumentos sintetizados, cajas de ritmos, grabar un montón de instrumentos de viento, de cuerdas... llegamos al estudio y teníamos una semana para grabar el disco. O sea que fue a toda prisa y hay muchas cosas que se quedaron fuera.
Ángel: También es que es nuestro primer disco grabado, somos músicos amateurs, no tocamos especialmente bien... todo ese proceso también fue más lento por eso. Pero incluso si hubiésemos sido grandes músicos, yo creo que no hubiese dado tiempo, porque fuimos ambiciosos de más. Pero que hable el que tiene que hablar, sí está deseándolo.
Álvaro: [tras un silencio] ¿Yo?
Ángel: ¡Claro! [risas].
"Quizás todos estos problemas se engloban con aquello que alguna vez hemos dicho: el disco suena muy a disco de directo, de banda, digamos, cuando a nosotros nos habría gustado más sonar a disco minuciosamente producido, que cada segundo, cada minuto de canción tiene una pequeña cosa que cambia, ese sintetizador que aparece de la nada..."
Álvaro: A ver, mi opinión es bastante parecida a la de Antonio. El disco se hizo con bastante prisa, éramos muy ambiciosos, queríamos meter demasiadas cosas... Es verdad que si Ángel ha dicho esto de “Álvaro está deseando hablar” es porque quizás yo tengo una opinión más formada y más claramente negativa del resultado del disco, pero tampoco voy a ponerme a desglosar todo lo que no me gusta. En general, mi sentimiento hacia el disco es... correcto. No puedo sentir que ahí se viese reflejada la visión que nosotros teníamos y en la que llevábamos trabajando tantos años. Teníamos unas ideas muy claras de cómo queríamos que sonase cada instrumento en cada canción, la producción... Pero como ha dicho Antonio, en una semana y con nuestro presupuesto y nuestros conocimientos, era difícil. El resultado no refleja lo que realmente queríamos hacer, lo que queríamos mostrar, no estamos cien por cien contentos, pero tampoco ha sido un desastre. Y al final la gente lo ha entendido.
Joserto: Podría estar mejor. Era la grabación de nuestro primer disco, es muy complicado que tengamos muy claro cómo queremos que suene una vez que llegas a un estudio. Por eso nos viene bien llevar el ritmo de entrar en un sitio y probar un poco, sin tener muy claro a dónde quieres llegar, y claro, eso es muy complicado con tan poco tiempo y tan poco dinero. Entonces era como: “ya está, pues así se queda, porque no queda otra”.
Ángel: Quizás todos estos problemas se engloban con aquello que alguna vez hemos dicho: el disco suena muy a disco de directo, de banda, digamos, cuando a nosotros nos habría gustado más sonar a disco minuciosamente producido, que cada segundo, cada minuto de canción tiene una pequeña cosa que cambia, ese sintetizador que aparece de la nada... y eso era completamente imposible con nuestros medios.
Álvaro: Exacto. Íbamos con la idea de que fuera un disco de estudio cien por cien, cada uno de los instrumentos y de las capas planeada con mucha antelación, y al final el resultado suena un poco a disco de directo, a lo que nosotros interpretamos en ese momento, que pudo ser mejor o peor, pero bueno, es lo que ha salido al final.
Joserto: Pero está bien, porque también es un testimonio de lo que hemos sido y de lo que fue ese tiempo, y así se ha quedado, con sus pros y sus contras.
Antonio: Yo creo que también hemos aprendido de la experiencia y lo que estamos haciendo ahora precisamente viene de ahí. Ahora estamos trabajando desde el ensayo, pero mucho más enfocado al estudio, y en parte viene de esa experiencia de tener prisa por grabar y por buscar esas cosas que no se buscan en el local.
—Bueno, luego llega la pandemia, literalmente una semana después de Nuestros mejores deseos. ¿Cómo afectó esto al grupo? ¿Qué habéis estado pudiendo hacer y qué no?
Joserto: Realmente fue un parón total en todos los aspectos. Si es que no podíamos hacer otra cosa. Para grabar por nuestra cuenta en nuestra casa, nos faltaban los medios, pero también las ganas, es que... Fue un parón total.
Antonio: Nuestro local de ensayo estaba en Armilla. Al principio por las restricciones no podíamos salir de casa, pero conforme se fue abriendo la cosa, como tampoco se podía salir del municipio, el local estuvo dejado como nueve meses. Estuvimos sin ensayar muchísimo tiempo.
"Ha sido una época de muchos altibajos y mucha desgana, ya no solo por las restricciones legales sino también por cómo nos ha afectado a nosotros y nuestras ganas por seguir haciendo cosas, porque volviendo una vez más a la pregunta inicial, la pandemia destruyó muchas de nuestras esperanzas"
Ángel: Incluso cuando ya las restricciones se acababan y podíamos movernos, no estábamos seguros de si era el momento de hacer ese movimiento, porque posiblemente a la semana siguiente volviesen las restricciones y todo fuese para nada. Entonces fueron unos meses de vacío y de no saber muy bien cómo gestionar todo esto, bastante feo. De hecho nos ha repercutido hasta ahora. Ha sido una época de muchos altibajos y mucha desgana, ya no solo por las restricciones legales sino también por cómo nos ha afectado a nosotros y nuestras ganas por seguir haciendo cosas, porque volviendo una vez más a la pregunta inicial, la pandemia destruyó muchas de nuestras esperanzas. Era nuestro primer disco, eso es una oportunidad gigantesca para salir a dar conciertos, darte a conocer... eso desapareció por completo. Teníamos un concierto el mismo día que se declaró el Estado de Alarma que desapareció. Con todo eso que perdimos se fueron muchas de nuestras ganas, y por mucho que en ocasiones volviesen por una buena reseña por aquí, una entrevista en otro lado... eran cosas muy puntuales que no salvaban un malestar que se había introducido a comienzos de la pandemia y que no desaparecía. Yo creo que todos acabamos hechos polvo a nivel mental.
Joserto: Es cierto que cuando hemos vuelto, a los ocho meses o así, tampoco somos los que éramos en febrero o marzo. Hemos sido personas y sobre todo músicos bastante diferentes. Eso nos ha dado pie a hacer cosas que han roto, que poco tienen que ver con los temas del disco: hemos hecho tela de jams y grabaciones bastante nuevas en ese sentido. Yo creo que todo ese tiempo que cada cual ha estado con sus cosas, sus temas que le preocupaban, de alguna forma ha cristalizado cuando hemos vuelto.
—En ese sentido comentabais en un post reciente en vuestras redes que habíais tenido conversaciones importantes y quizás complejas, pero que salíais reforzados, con muchos planes. ¿Qué es lo que ha cambiado?
Ángel: Llevábamos muchos meses embajonados, dando un paso hacia adelante y tres hacia atrás, y bajo esa perspectiva tenía poco sentido mantener un grupo que se estaba estancando y muriendo. Teníamos que preguntarnos si realmente queríamos seguir o si quizás había que darle ya entierro, y nos decantamos por lo primero, porque para nosotros Ramper es una cosa muy importante. Ya a nivel personal, nos ha hecho más felices, hemos aprendido muchísimo y nos ha ayudado a realizarnos mucho en cierta dimensión. Si no fuera por esto tan bonito que compartimos, que nos une y nos hace crear algo tan grande juntos, seríamos indudablemente más infelices. Así que tomamos la decisión correcta, seguramente, y lo que más me alegra de haberla tomado es que parece que la gente también está contenta con esa dirección.
Joserto: El cambio creo que viene del modo que tenemos de trabajar los temas nuevos, porque siempre ha sido quedar los cuatro juntos para tocarlos en directo, a modo de ensayo. Y claro, en ese local inmundo en el que nos hemos tirado tanto tiempo, siempre era una bola de ruido, nunca sabes qué es lo que suena bien, por qué suena bien, por qué suena mal... Entonces ahora mismo un cambio total, todo gracias a Antonio, que ha puesto su casa, su cortijo, en medio del campo.
Ángel: Y a sus padres y a su hermano [risas].
Y realmente el cambio viene de que ahora estamos grabando las cosas, y nos sirve todo como demo, como un laboratorio de sonido, de ensayo con los temas nuevos. Así damos pasos un poco lentos, pero bien firmes.
Joserto: Podemos hacer todo el ruido que queramos, nos podemos llevar para allá todos los chismes que tenemos. Y realmente el cambio viene de que ahora estamos grabando las cosas, y nos sirve todo como demo, como un laboratorio de sonido, de ensayo con los temas nuevos. Así damos pasos un poco lentos, pero bien firmes. Todo este tiempo han sido pasos poco firmes, uno hacia adelante, dos hacia atrás, y no tiraba eso.
Álvaro: Sí, más allá de las conversaciones, creo que lo más importante fue dejar atrás esta metodología de trabajo. Por mucho que dijésemos “vamos a volver a trabajar, a retomar las canciones”, lo que estábamos haciendo era hablar mucho, dar un paso y tirarnos meses de parón, de no tener ganas de seguir con los temas y no estar tan inspirados. Ha sido cuestión de tomárnoslo más en serio, y aunque sea un cambio tan pequeño como volver a hacer publicaciones de Instagram creo que se nota bastante. Nos estamos poniendo en marcha de nuevo. A nivel interno, antes éramos ultracaóticos, y era desesperante porque creo que era muy difícil sacar algo provechoso de los ensayos. Teníamos esa filosofía de: “sí o sí, tenemos que estar los cuatro reunidos para hacer los temas”. Lo que tocásemos en los temas tenía que salir de esa manera conjunta de crear los temas, que por muy bonito que sonase, al final lo que hacía era que los ensayos fueran un descontrol asbsoluto, que la manera de componer fuera azar, es que no era otra cosa.
Antonio: Música estocástica, vamos.
"Eso es crucial, porque como esto no es nuestro trabajo, si no tenemos fechas, siempre le estamos dando vueltas y vueltas y nunca hay un final"
Álvaro: Y ahora por fin estamos en lo que muchos pensábamos que era el camino a seguir obvio: componer como podamos, grabando poco a poco y ver todo más como un laboratorio de sonido, como ha dicho Joserto. Y creo que se acerca más a esta idea que teníamos originalmente de grabar un disco más de estudio.
Joserto: Y lo bueno es que tenemos fechas de conciertos, y quieras o no eso nos mete prisa para terminar las cosas. Eso es crucial, porque como esto no es nuestro trabajo, si no tenemos fechas, siempre le estamos dando vueltas y vueltas y nunca hay un final.
—Justo eso os quería preguntar: vuelven al fin los conciertos. El 19 de noviembre vais a telonear a Viva Belgrado. ¿Cómo surgió esta oportunidad y qué esperáis de esa actuación?
Joserto: En el fondo es una reconciliación, porque estábamos un poco peleados con nuestros temas viejos. Hacía tanto tiempo que no se tocaban...
Ángel: A mí me gustan mucho mis canciones y no tengo problema en tocarlas en directo. Pero sí que es cierto que son canciones muy emocionales que se compusieron en un momento concreto de nuestras vidas, con unas sensibilidades muy marcadas, y quizás reinterpretarlas necesita de un esfuerzo extra de nuestra parte por volver a ese estado en que debemos sentirnos para poder interpretarlas adecuadamente. Al final son nuestras canciones, las queremos mucho y cuando llega el momento somos capaces de estar ahí, pero sí es cierto que a mí, a veces, me asusta un poco volver a ponerme encima de un escenario tocando canciones en las que en ocasiones me cuesta confiar por inseguridades y por pensar que la gente también puede hartarse de esos temas que yo ya tengo tan trillados.
Lo que esperamos es pasárnoslo bien, tocar los temas, que tenemos muchas ganas de tocarlos porque hace un montón que no estamos juntos en un escenario, y si puede ser que que alguien que no nos conozca nos escuche y le guste, pues impresionante. Pero sobre todo eso: quitarnos un poco las telarañas y salir a un escenario, que hace mucho que no lo hacemos
Antonio: Esto es una cosa que yo he dicho muchas veces: nosotros los tenemos trilladísimos, para nosotros ya casi son cosa del pasado, pero en realidad los hemos tocado dos veces en directo, entonces es difícil que la gente se haya cansado de ellos. Y bueno, volviendo a la pregunta, el concierto surgió porque Cándido [Gálvez, cantante de Viva Belgrado] nos habló por Instagram y nos dijo: “chavales, ¿queréis tocar?”. Y nosotros dijimos: pues claro [risas]. Ya está, no hay más, vamos. Y yo creo que lo que esperamos es pasárnoslo bien, tocar los temas, que tenemos muchas ganas de tocarlos porque hace un montón que no estamos juntos en un escenario, y si puede ser que que alguien que no nos conozca nos escuche y le guste, pues impresionante. Pero sobre todo eso: quitarnos un poco las telarañas y salir a un escenario, que hace mucho que no lo hacemos.
Ángel: Y no solo eso: al final se trata de Viva Belgrado, y quieras que no son un componente importante de la escena en la que, más o menos, nosotros nos movemos. Para nosotros tocar junto a ellos es un orgullo, y nos hace muchísima ilusión poder conocerlos en persona y compartir escenario con ellos. Además de que por eso de compartir escena, ellos que son muchos más conocidos seguramente traigan un público cuyas sensibilidades se parezcan a las nuestras y que puedan llegar a conocernos.
Antonio: Yo llevo un tiempo pensando que esto de tocar con Viva Belgrado también es saldar una deuda con los chavales que éramos cuando los veíamos en directo con dieciséis, diecisiete años y decíamos: “wow, algún día”. Yo creo que es un sentimiento generalizado en el grupo, que no se le puede decir que no a ese chaval ahora.
Álvaro: Completamente. Siendo yo de Córdoba, al igual que ellos, es un grupo que he visto desde siempre, desde que era chico. Es cien por cien ese sentimiento que dice Antonio: siempre que los he visto, he fantaseado con la idea de “ojalá tocar yo también, ojalá estar con ellos”. Yo daba por hecho que iba a ocurrir tarde o temprano, porque siendo de Córdoba y tal... Por fin ha ocurrido y estoy bastante contento.
Ramper telonean a Viva Belgrado este viernes, 19 de noviembre, en Planta Baja. Puedes comprar las entradas aquí.