'No somos bailarinas', el riesgo de convertir gimnasios municipales en academias de reguetón
Un grupo de mujeres ha denunciado que el ayuntamiento de Armilla ha suprimido las clases de power pump, -ejercicios de fuerza para mejorar la resistencia y el tono muscular-, a las que llevan asistiendo durante diez años en un horario que les permite hacer deporte y conciliar vida familiar.
Estas usuarias han manifestado su disconformidad con un escrito firmado por medio centenar de afectadas para pedir que se vuelva a impartir esta disciplina ya que tal y como indica la portavoz, Inmaculada Fernández, “ser mujer, madre y trabajadora es toda una proeza pero si además te gusta el deporte, en Armilla se ha convertido en misión imposible”
Desde el pasado 14 de octubre, estas sesiones, que se ofrecían de 18.00 a 19.00 horas, han sido sustituidas por clases de zumba, o ritmos latinos, emplazando las de tonificación muscular a las 20.30 horas solo tres días a la semana, mientras que las sesiones de baile disponen de cinco horas semanales en franja de 17.00 a 19.00 de la tarde.
Estas usuarias han manifestado su disconformidad con un escrito firmado por medio centenar de afectadas para pedir que se vuelva a impartir esta disciplina ya que tal y como indica la portavoz, Inmaculada Fernández, “ser mujer, madre y trabajadora es toda una proeza pero si además te gusta el deporte, en Armilla se ha convertido en misión imposible”. Representantes de este colectivo se reunieron con el coordinador de Deportes, Sergio Morales, quien no dio ningún tipo de respuesta satisfactoria.
Lo que puede parecer una cuestión trivial de mera organización de un servicio conlleva una reflexión sobre el derecho al acceso al deporte, más aún en un organismo público que debe ofrecer todas las materias en un horario flexible para que toda la ciudadanía pueda beneficiarse. Es la democratización de la actividad física.
El grupo de afectadas, en el que también hay varios hombres. indegranada
Estas usuarias dejan claro que no se trata de una batalla contra la invasión de los bailes latinos, como el reguetón o la bachata, ya que como indica la portavoz “a nosotras también nos gusta la zumba, pero ¿los cinco días de la semana? y ¿eliminar todas las clases de tonificación? Nos parece un agravio que no podemos pasar por alto. No queremos ser bailarinas, solo queremos optar por unas actividades variadas y que se complementen”. Y es que “tras una década en la que nos han ofertado una serie de disciplinas tanto de fuerza como de cardio, ahora nos quitan las dos clases de tonificación que teníamos a la semana y nos han puesto clases de zumba todos los días”.
El power pump, o body pump como también se conoce, consiste en un entrenamiento basado en el levantamiento de pesas. Tiene una hora de duración en la que se encadenan ocho canciones y cada una de ellas se centra en un grupo muscular diferente con ejercicios como sentadillas, peso muerto o levantamiento. Además de un tema para el calentamiento al inicio de la clase y otro al final para relajación y estiramientos.
En un momento de las clases. indegranada
Lo que puede parecer una cuestión trivial de mera organización de un servicio conlleva una reflexión sobre el derecho al acceso al deporte, más aún en un organismo público que debe ofrecer todas las materias en un horario flexible para que toda la ciudadanía pueda beneficiarse. Es la democratización de la actividad física
Las clases se realizan utilizando discos de peso variable, una barra y un banco aeróbico. Cada una, ajusta el peso en función de su capacidad y está guiada por una monitora formada para controlar posturas y asesorar.
El objetivo es fortalecer la musculatura a través de múltiples repeticiones. Y lo que es aún más beneficioso, desde el punto de vista médico está demostrado que los ejercicios aeróbicos junto con los de fuerza previenen y mejoran problemas de osteoporosis.
A partir de ahora, estas abonadas solo podrán practicarlo lunes, martes y jueves a las 20,30 un horario inadecuado para conciliar vida familiar y laboral. Si no pueden acudir, también se rompe un vínculo forjado durante más de diez años entre mujeres que han mejorado su bienestar físico y su vida social con una convivencia diaria en este gimnasio, foro de unión y sororidad.
Inmaculada reivindica que “las mujeres también podemos y queremos levantar pesas, hacer abdominales, tonificar hombros, pecho, bíceps…” y solicita que los responsables municipales recapaciten ya que “lo mínimo que pueden hacer es hablar con los usuarios y conocer de primera mano nuestras necesidades”. Manda un mensaje “no todas las mujeres somos bailarinas, a nosotras también nos gusta tonificar nuestro cuerpo”.