El luto del PP en la fiesta de las derechas
El semblante de César Díaz al abandonar este sábado el Hotel Meliá donde, una vez más, habían estado reunidos con los representantes de Ciudadanos, bien podría resumir el estado de ánimo con el que los populares han afrontado el pleno en el que Luis Salvador, exsocialista y líder de una de las formaciones que arañó en su día espacio al PP, se ha convertido en alcalde de Granada con sus votos, y los de Vox. Grave y serio. Sin disimulo, a pesar de que en la puerta había cámaras y periodistas.
Faltaban muy pocos minutos para que comenzara la sesión en la que las derechas iban a cortar el paso al socialista Francisco Cuenca. Pero, contra todo pronóstico y pese a la resistencia del presidente del PP y alcaldable, el gran collar de regidor no iba a terminar sobre los hombros de Sebastián Pérez. Los populares lo han vivido con amargura y vaya si se ha notado. Con más amargura aún porque es una decisión impuesta por Madrid (y puede que con más ahínco por Sevilla) y abre muchas incertidumbres para el futuro de Pérez, único representante de la anterior lista del PP que sigue en activo en la Plaza del Carmen. No hacen falta muchos más detalles sobre esto último.
Era la fiesta de las derechas. Pero no con la música ni la decoración que anhelaba el presidente provincial del PP. Una fiesta organizada con el máximo de los secretos, como si se hubiera firmado una exclusiva propia de revista del corazón.
El ambiente de feria se ha quedado en el soportal, con el dragón esperando a La Tarasca y los cabezudos
Y el ambiente de feria en la Plaza del Carmen, con la portada del Corpus Chico instalada, el dragón esperando a La Tarasca en el soportal del Ayuntamiento y los cabezudos dispuestos para tomar vida la próxima semana se ha tornado casi en funeral para los populares que, entre los invitados 'ilustres', a los que el protocolo reserva un asiento en primera fila, han contado con la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, a quien muchos ven como la política llamada a tomar las riendas el PP, en un futuro más próximo de lo que hace unas semanas se hubiera pensado.
El PP de Granada no tiene ni mensajes nuevos en su cuenta de twitter esta jornada. Sorprendente para uno de los partidos más activos en redes sociales.
¿Habrá bienio de Ciudadanos seguido de bienio popular? Puede que sí o puede que no.
Nosotros no estamos de broma, esa es la respuesta que se obtiene de quienes lo saben. Como si la ciudadanía a la que servirán desde este sábado fuese un espía industrial al que hubiera que ocultar los ingredientes de esa fórmula. Extraño comienzo para un gobierno de unas fuerzas que hablan de transparencia y regeneración. Dos palabras por cierto que han incluido en sus discursos. Sin pudor.
Pocas anécdotas en el pleno de hoy, ninguna salida de tono y las más que previsibles coletillas al prometer o jurar el cargo. Si Antonio Cambril o Francisco Puentedura, de Podemos IU Adelante, prometieron su lealtad al Rey "por imperativo legal" -como explicó Puentedura por su convicción republicana-, desde la ultraderecha de Vox se juró "por Dios, por España, por Granada y por el Rey". Un partido este último cuyo portavoz, Onofre Miralles, se lamentó de que los 'demonizaran'. Ellos son, proclamó, "la derecha seria y con principios".
Antonio Cambril y Francisco Puentedura, de Podemos IU Adelante. alejandro V. casasola
En el apartado de lamentos, se debe sumar también el del portavoz de Ciudadanos, Manuel Olivares. Ciudadanos no es una "veleta". Son un partido "moderado y de centro" que recibe a su juicio esas críticas por su afán de "dialogar" con todos.
Con rabia contenida se ha despedido el hasta ahora alcalde, Francisco Cuenca. El socialista ha hablado de 'mercadeo' y de que las derechas han buscado "el poder por el poder". Sorpresivamente ha tenido respuesta de su sucesor, Luis Salvador, que ha entrado al trapo al comenzar su discurso reprochándole esas palabras "con cierto aire de deslegitimación". "Usted rompió lazos" o "usted sabe lo que es gobernar en minoría, nosotros somos 14", le ha espetado.
Aunque como de costumbre mucho público ha asistido al pleno, fundamentalmente cargos políticos, militantes y familiares de los corporativos, tampoco el aforo se ha visto desbordado. Y ello a pesar de que, desde formaciones como Vox, ayer se hizo un llamamiento a través de las redes sociales emplazando a sus simpatizantes y afiliados a acudir al acto. Con la expresa recomendación de que llegaran "con suficiente antelación para coger un buen sitio". Ha habido de sobra. Inusual en estos casos.
Entre el público, como es habitual, algún que otro abucheo y vítores según el candidato que subía o bajaba la escalera que conduce al Salón de Plenos. Los aplausos y abrazos fueron para Luis Salvador, recibido a pie de escalera con gritos de ¡alcalde, alcalde! Y un lejano "¡traidor!", que también se escuchó.
Y como siempre, los que salen ganando son los últimos en marcharse. Para disfrutar del paseo triunfal, como ha hecho el flamante alcalde.
El alcalde posa con familiares, cargos y simpatizantes de Ciudadanos. alejandro V.casasola
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