Los embalses recuperan la normalidad y Canales ya está a más del 85%
Río Monachil en Sierra Nevada, con mucha agua por el deshielo. andarines
Las extraordinarias lluvias de marzo, más las de abril, un mes con precipitaciones dentro de lo normal, han hecho que los embalses de la provincia de Granada, que en su mayoría iniciaron el año hidrológico en situación de emergencia o alerta, recuperen el estado de normalidad, según indica el último informe de sequía de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), publicado el pasado jueves. La CHG gestiona todos los embalses de Granada, excepto los de Rules y Béznar, pertenecientes a la Cuenca Mediterránea Andaluza.
Canales, por ejemplo, el principal embalse que abastece a Granada y su área metropolitana, supera ya el 85% de su capacidad, frente al apenas 27% con que comenzó el año hidrológico, el pasado octubre. Un pantano que, además de llenarse por las lluvias, se está beneficiando de un enorme deshielo de Sierra Nevada.
Situación de sistemas y subsistemas donde figuran los gestionados en la provincia. CHG
Además de Canales, otros embalses como Quéntar, Cubillas y El Portillo están prácticamente llenos.
Llenado de los embalses granadinos de la cuenca del Guadalquivir este sábado. CHG.
A los pantanos gestionados por la CHG se unen los de Rules, que está al 79% y Béznar, al 74,5%. Todos los pantanos tienen ahora más agua de la que almacenaban hace un año por estas fechas.
En conjunto, los embalses de la provincia están a una media del 58% de su capacidad total, mientras hace justo un año estaban al 49,6%.
De esta forma, el año actual año hidrológico ha superado ya los registros medios a estas alturas y se aleja por ahora el fantasma de la sequía gracias especialmente a los 191,5 litros por metro cuadrado que cayeron en marzo. Abril ha sumado otros 33,4 litros, una cantidad cercana a la media histórica de ese mes (36 litros), según las mediciones de la Agencia Estatal de Meteorología en el Aeropuerto de Granada. En los cinco primeros días de mayo han caído 10,5 litros.
En el gráfico incluido por la CHG en su último informe de sequía se observa cómo la línea del actual año hidrológico (en rojo), que transcurría muy por debajo de las medias de los últimos años, sube vertiginosamente a partir de final de febrero y supera tanto la del año pasado, 2016-2017, como la del anterior, 2015-2016, aunque aún está por debajo de las medias de los últimos diez y cinco años.
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