Los ríos de la Vega lucen su esplendor con las lluvias

  • El río Beiro, a la izquierda, vierte sus aguas al Genil
  • Otra vista de cómo el Beiro lleva sus aguas hacia el Genil, al fondo.
  • El Genil, tras recibir el agua del Beiro.
  • En épocas secas este punto junto al Beiro se usa para vadear el Genil con vehículos. Ahora, afortunadamente, hay mucha agua.
  • Otra imagen del Beiro, esta vez con la ciudad al fondo.
  • Un poco más abajo del Beiro es el río Dílar el que desemboca en el Genil.
  • Vista de la desembocadura en el Genil desde el último puente sobre el río Dílar.
  • Nos habíamos acostumbrado a ver el río Dílar así, como una rambla, a su paso por la Vega.
  • Ahora el Dílar luce como un verdadero río.
  • Otra vista del río Dílar a su paso por la Vega.
  • El río Monachil, el primero en verter sus aguas al Genil. Los patos no han querido perderse el espectáculo.
  • El río Monachil es otro que ha estado mucho tiempo sin llevar agua.
  • El Genil ofrece ahora imágenes que hace mucho que no veíamos.
  • El Genil con la ciudad al fondo.
  • Otra imagen del curso del Genil hacia la Vega.
  • El Genil desde el puente junto al Parque de las Ciencias, con un árbol caído en el cauce.
  • El agua ha sentado de maravilla a la Vega, que luce verde y húmeda.
Fotos: J. M. M.

Las lluvias han devuelto el agua a los ríos de la Vega. Nos habíamos acostumbrado ya a verlos secos, como si fueran ramblas, y las precipitaciones han hecho que cobren vida y luzcan un aspecto que la sequía les había negado. Los ríos Beiro, Monachil y Dílar surten de agua al Genil en plena Vega y contemplar sus cauces y desembocaduras en estos días es una delicia para disfrutar.