Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2021, hechos públicos este jueves, sitúan a Granada con una tasa de paro de un 23,32%: 101.400 personas, 5.200 menos que el trimestre anterior (106.600), y 22.100 más que justo hace doce meses (79.300, cuando la tasa de paro fue de un 19,08%). La tasa de empleo se sitúa en el 43,13%, con 333.400 ocupados, 10.900 más que hace tres meses (322.500) pero 3.100 menos que hace justo un año (336.500, cuando la tasa de empleo fue del 43,80%). Granada es la sexta provincia española con más tasa de paro, (tercera andaluza), sólo después de Cádiz, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, y Cáceres, situándose una vez más, por encima de la tasa nacional (15,98%), y la andaluza (22,54%).

Para el secretario general de UGT Granada, Juan Fco. Martín, el descenso del paro se debe a las menores restricciones que ha habido sobre todo a partir del mes de marzo, además de las campañas agrícolas, las rebajas de principio de año, la celebración de la Semana Santa, y la temporada de esquí,  etc., además de ser un trimestre tradicionalmente favorable para el empleo.

Para el representante de UGT, las medidas restrictivas deben continuar hasta alcanzar la inmunidad colectiva. Evitar una cuarta ola de contagios, y acelerar la vacunación evitaría nuevas paralizaciones de la actividad, y no se sometería a más tensión a la economía; esto es clave si se pretende que la temporada de verano sea un éxito, esencial para la actividad provincial, señala.

Para ello, el sindicalista considera imprescindible acompañar en estas dificultades a los hogares y a las empresas que están en peores situaciones, reforzando y ampliando las vías de ayuda existentes y no dejando a nadie atrás. Los ERTE, dice,  han de seguir mientras sea necesario, manteniendo las rentas de las personas que no han podido volver a recuperar la actividad en su puesto de trabajo.

Además, ante el riesgo de paro de larga duración, sobre todo entre colectivos más vulnerables, reivindica que  es necesario acelerar la reforma de las políticas activas de empleo, reforzando urgentemente los Servicios Públicos de Empleo, al tiempo que se garantiza la protección social. Y también, opina, habrá que dotar de los recursos dispuestos para ayudar a las empresas con la mayor prontitud posible para evitar la destrucción de nuestro tejido productivo, que será esencial para la recuperación.

El representante de UGT considera que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia debe ser el punto de inicio en el que se cimente una conversión de nuestro modelo laboral y productivo a un entorno con el empleo de calidad como protagonista.  Y para alcanzar un modelo económico distinto, Martín manifiesta la necesidad de acometer cambios profundos, comenzando por derogar la reforma laboral de 2012, por sus efectos lesivos sobre los trabajadores y trabajadoras, subir el SMI; reformar las pensiones, y  todo ello negociando un nuevo marco regulatorio que establezca unas condiciones más favorables para las personas trabajadoras.