"Queremos facilitar la comunicación entre ciencia y campo. Conocer cómo conservar el suelo dará ventajas a los viticultores"
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El campo de pruebas es un viñedo de 9 hectáreas de Bodegas Calvente, situado entre Padul y Cozvíjar (Villamena).
El doctor ingeniero Jesús Rodrigo Comino, coordinador técnico del proyecto, repasa en esta entrevista los objetivos de este innovador proyecto.
─¿Qué es GOSOSVITI y cómo surgió la idea de desarrollar esta herramienta digital para la gestión de viñedos?
Me parecía una prioridad de cara a brindar a la sociedad una herramienta en la lucha contra el cambio global y la degradación
GOSOSVITI es un proyecto que surge después de casi una década estudiando la erosión en viñedos en Alemania (Valle del Mosela -Renania Palatinado-) y España (Axarquía -Málaga-, la Costera -Valencia-), colaborar con otros investigadores de otras regiones vitivinícolas del mundo y aprender de investigaciones previas en el tema (e.g. Lleida, La Rioja, Borgoña, Sicilia o Piedemonte). La erosión es un problema del suelo muy importante que evita el desarrollo ideal de la vid, y por consiguiente de su fruto. Es un problema global que en el viñedo es crítico en numerosas zonas y estandarizar soluciones, plantear una plataforma donde investigadores, técnicos y agricultores puedan interactuar compartiendo datos me parecía una prioridad de cara a brindar a la sociedad una herramienta en la lucha contra el cambio global y la degradación.
─¿Cuál es su papel como coordinador del proyecto y qué equipo está detrás de GOSOSVITI?
De formación soy geógrafo, doctor en Geografía y en Ingeniería Geomática, especializado en geografía de los suelos y geomática. Dichas ramas engloban numerosos tipos de metodologías, objetos de estudio y fines. Desde esa formación, mi papel es tratar de coordinar todos los aspectos generales que rodean al suelo, los procesos erosivos y su representación en forma de mapas. En el equipo de la Universidad de Granada trabajamos, además de geógrafos (física, regional y humana) con un ambientólogo y una socióloga. Cada uno brindamos un punto de vista diferente: geomática, tipos de suelo, hidrología de suelos, fauna, vegetación, percepción o sostenibilidad, etc. Como colaboradores indispensables dentro del equipo, tenemos a FAECA y la DOP de Vinos de Granada como enlace con los agricultores y empresas; a Graniot como empresa tecnológica relacionada con la creación de la plataforma y a Bodegas Calvente como agente clave que nos brida su experiencia y buen hacer, como una magnífica área experimental, entre los municipios de Padul y Cozvíjar.
─¿Qué necesidades específicas del sector vitivinícola busca resolver GOSOSVITI?
Principalmente, entender dos cuestiones no resueltas en gran parte de los viñedos europeos. El primero, los procesos erosivos, con especial atención a la viticultura granadina, tomando como ejemplo una parcela tipo con un manejo del suelo muy bien diseñado (uso de restos de poda, abonos animales, poco uso de maquinaria pesada, etc.) y que, pese a eso, sufre de pérdidas de agua y retención de suelo (junto con nutrientes y materia orgánica, entre otros), bajo unas condiciones de sequía cada vez más acuciantes. Y, por otro lado, entender al agricultor y su relación con el suelo. Preguntarnos por su conocimiento sobre el suelo y los procesos, la degradación y la conservación, su relevancia desde nivel local a global, su interés por el cuidado como sustento de la vid y su motivación por conservarlo.
─¿Qué tipo de datos recopila y cómo los procesa para ofrecer soluciones a los viticultores?
Recogemos muestras de suelos de forma selectiva cada mes para evaluar propiedades clave como la materia orgánica, estabilidad de agregados, pH, conductividad eléctrica, pedregosidad, densidad aparente y conductividad hidráulica para estimar la curva de retención de agua
Tenemos parcelas de erosión de diferentes tamaños, abiertas y cerradas con colectores que nos permiten medir tras cada evento de lluvia cuánta agua y suelo se ha perdido. Medimos a través de sensores en el suelo, humedad y temperatura, permitiendo cálculos de evapotranspiración con intervalos de minutos. Utilizamos una estación agrometeorológica que nos proporciona datos en tiempo real sobre temperaturas, radiación, viento, lluvia o humedad. Realizamos experimentos de simulaciones de lluvia, infiltración, vuelos de drones para hacer mapas de conectividad hidrológica. Recogemos muestras de suelos de forma selectiva cada mes para evaluar propiedades clave como la materia orgánica, estabilidad de agregados, pH, conductividad eléctrica, pedregosidad, densidad aparente y conductividad hidráulica para estimar la curva de retención de agua. Por último, analizamos imágenes de satélite de distintas fuentes y resolución para calcular índices de vegetación. Analizamos los datos con sistemas de información geográfica de libre acceso (QGIS o Google Earth Engine), y estamos empezando a utilizar programas de estadística que aún no habíamos utilizado para grandes grandes volúmenes de datos (Big data) como R, PostgreSQL y librerías pertenecientes a Python para aplicar técnicas de machine learning y visualización de los resultados. Por otra parte, también realizamos análisis cualitativos con entrevistas regladas y validadas a personas relacionadas con la viticultura, encuestas y la organización de grupos focales y de discusión.
─¿Qué retos están enfrentando durante el desarrollo del proyecto?
El primero, como he mencionado manejar un gran volumen de datos y obtener resultados útiles. Es la primera vez que afrontamos tantos datos de diferentes herramientas, métodos, escalas temporales y resoluciones. Con respecto a nuestros primeros resultados, principalmente, entender cómo funciona la erosión bajo este escenario de condiciones meteorológicas del clima mediterráneo tan impredecibles, y encontrar los datos que nos permitan entender con certeza los procesos de degradación para poder predecir su respuesta.
─¿Es una herramienta adaptable a cualquier tipo de viñedo o está diseñada para ciertos cultivos específicos?
Hemos diseñado la parcela experimental en Bodegas Calvente con el nombre de “Baetic experimental plot” (BEP) como parte de un laboratorio en vivo (Soil Living Lab)
La idea es que, partiendo de una parcela con un manejo ideal, sea extrapolable a explotaciones con todo tipo de condiciones ambientales, desde suelos en fuertes pendientes o con un manejo poco sostenible continuado en el tiempo. Hemos diseñado la parcela experimental en Bodegas Calvente con el nombre de “Baetic experimental plot” (BEP) como parte de un laboratorio en vivo (Soil Living Lab), para ser un referente en proyectos europeos como el SOILCRATES, y probar cosas que sean útiles en otras regiones o países.
─¿Qué beneficios pueden esperar los viticultores que adopten esta tecnología en términos de productividad, sostenibilidad o rentabilidad?
Conocimiento para prevenir un mal que no tiene remedio: el agotamiento del suelo. Ante un futuro incierto para la viticultura en el mundo, conocer cómo conservar el suelo dará ventajas aseguradas a los productores. Las condiciones del clima están cambiando, los precios y el mercado siguen marcando las reglas del juego, y no invertir dinero en reparar lo irreparable, sino en conservar y mantener, será la clave para tener un negocio bien consolidado y resistente ante las coyunturas estructurales que se escapan de las manos del viticultor.
─¿Cómo ayuda GOSOSVITI a afrontar desafíos como el cambio climático o la optimización del uso de recursos?
La idea de compartir información, buscar soluciones en conjunto y desarrollar técnicas comunes, nos permitirá crear soluciones globales y no, como es costumbre en ciencia, locales
Aportando conocimiento. La idea de compartir información, buscar soluciones en conjunto y desarrollar técnicas comunes, nos permitirá crear soluciones globales y no, como es costumbre en ciencia, locales. El cambio global en los patrones del clima es evidente para la gran mayoría de los expertos en climatología, ¿por qué no empezar cuidando nuestro suelo apoyándose en la comunidad científica y el vastísimo conocimiento de los agricultores? Como he mencionado anteriormente, el mercado cada vez es más exigente, cada vez hay más oferta y la demanda no es constante, optimizar el recurso suelo permitirá ahorrar muchísimos recursos económicos y humanos, y desde nuestro proyecto queremos facilitar la comunicación entre ciencia y campo.
─¿Qué tecnologías innovadoras (inteligencia artificial, IoT, drones, etc.) han incorporado en la herramienta?
Pues desde el uso de nuevos sensores para el suelo o el vuelo de drones, hasta el análisis de los datos utilizando técnicas de aprendizaje automatizado (machine learning) o la detección de cambios en imágenes y cálculo de índices utilizando inteligencia artificial o lenguajes de programación. Muchos de ellos, hasta ahora, no los habíamos utilizado. El uso de las nuevas técnicas para estudios liderados por geógrafos, creo debe seguir esta línea, acoger todas las nuevas técnicas que salgan y aplicarlas. Si queremos aportar a otras disciplinas como la agronomía, biología o edafología (entre otras), nuevas perspectivas para luchar contra la degradación del suelo en la viticultura, ahora las técnicas tienen que ir asociadas a la ciencia de datos y la inteligencia artificial, sin olvidar la generación de datos de calidad en campo y laboratorio (lo que sigue siendo nuestro punto fuerte).
─¿Cómo fomenta GOSOSVITI la sostenibilidad en la gestión de viñedos?
El viticultor es el primer interesado en alcanzar el equilibrio entre sostenibilidad y producción-calidad. Nuestra tarea es realzar todo aquel manejo que gracias al conocimiento que el viticultor tiene de su propia tierra sea positivo, y apoyar sus decisiones. Ellos son los factores clave a fomentar dentro de la gestión del viñedo. La clave, por nuestra parte, es poder aportar otras claves fomentando la conservación de la cobertura vegetal controlada, la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza como el uso de los restos de poda o piedras para fomentar la protección de suelo frente a la lluvia, retener la humedad y favorecer el incremento de la materia orgánica.
─¿Qué mensaje le daría a los viticultores que todavía no han apostado por la digitalización?
Toda adaptación a nuevos cambios es complicada y más aún si cabe dentro de un estilo de vida en una sociedad que no promueve sentarse, leer, charlar, escuchar y reflexionar. El uso de las nuevas tecnologías de la información geográfica, la teledetección, las herramientas que favorecen la toma de decisiones automatizadas con IA a través del análisis de grandes volúmenes de datos solo sirven cuando los viticultores son parte activa de su desarrollo y aplicación. Desde el proyecto GOSOSVITI pedimos una oportunidad para trabajar juntos, aprender, sentarnos o pasear por el campo y escucharnos para generar conocimiento valioso para ellos, y la sociedad. Solo así, la viticultura será un sector atractivo para las nuevas generaciones de agricultores y los consumidores, y continuará siendo un elemento clave de nuestro patrimonio cultural en la franja mediterránea.
Autor de más de 200 publicaciones (ISI Web of Science) e investigador principal de varios proyectos como la Beca Leonardo de la fundación BBVA, la COST FIRElinks o los recién concedidos de Grupos Operativos, Marie Curie Staff-Exchange o Plan Nacional.
Más información sobre GOSOSVITI
Según la información facilitada por Cooperativas Agroalimentarias de Granada, que forma parte del Grupo Operativo, la herramienta en la que se está trabajando permitirá evaluar la degradación ambiental y, especialmente, la del suelo para que los viñedos sean sostenibles; se están revisando manejos alternativos para reducir el impacto de las gotas de lluvia y la velocidad de la escorrentía, favoreciendo la retención del agua en el suelo; esto mejorará la calidad del suelo y reducirá sus tasas de erosión, conservando la biodiversidad, manteniendo la producción, y asegurando la seguridad alimentaria.
El uso de soluciones basadas en la naturaleza como la vegetación espontánea o los restos de poda, combinadas con herramientas pertenecientes a la “Agricultura 4.0”, la inteligencia artificial y el trabajo de campo pretende "brindar a los agricultores la opción de mayores ingresos y mayores posibilidades de conservar el medioambiente, en el beneficio que conlleva una visión de futuro acorde con las necesidades del planeta".
Por ello, la herramienta DSS (Decision Support System) integrará todas las variables ambientales posibles asosciadas al suelo destacadas por los viticultores y viticultoras encuestadas para ayudar a la protección y uso eficiente de los recursos hídricos y edáficos del viñedo con el objetivo de convertirse en un referente para este y otros tipos de cultivo en el futuro. El objetivo irá además encaminado a la mejora en la productividad agrícola compatible con los requerimientos ambientales destacados por el gobierno autonómico, nacional y europeo.
Se trata de crear una red abierta de datos que integre múltiples factores ambientales y diferentes metodologías en viñedos
Se trata de crear una red abierta de datos que integre múltiples factores ambientales (clima, suelo, estado de la vegetación, etc.) y diferentes metodologías (parcelas experimentales, análisis de suelo, sensores terrestres y herramientas de teledetección) en viñedos.
Y, por supuesto, tener en cuenta la opinión de los agricultores en la creación de esa herramienta operativa, que será de fácil uso y con una interfaz amigable, que estará ligada a la inteligencia artificial, análisis de big data e información en la nube para contribuir también a la digitalización de las tareas del campo, la lucha contra el cambio climático y la conservación de los ecosistemas agrícolas, con especial hincapié en el suelo.
El desarrollo de este grupo operativo está dentro del marco del Programa de Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía 2014-2020, financiado por la Junta de Andalucía y por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, según la Orden de 7 de julio de 2020.
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