Un proyecto coordinado por el Hospital San Cecilio elimina la hepatitis C en el 90% de pacientes con resistencia a tratamientos antivirales
Un estudio coordinado por el servicio de Microbiología del Hospital San Cecilio ha mejorado las tasas de eliminación del virus de la hepatitis C, alcanzando alrededor del 90%, en aquellos casos en los que los tratamientos antivirales de acción directa no logran eliminarlo en primera instancia. Para ello, se ha trabajado con 342 pacientes adultos de toda España con una infección activa por cualquier genotipo de este virus a los que se ha realizado un estudio virológico y se ha aplicado posteriormente un tratamiento diferente.
La prestigiosa revista internacional ‘Journal of Hepatology’ ha publicado recientemente los resultados de este estudio prospectivo y multicéntrico desarrollado por el Grupo de Estudio de las Hepatitis Víricas (GEHEP) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). En su realización han colaborado, además, más de 50 centros hospitalarios y penitenciarios de España.
El objetivo de este trabajo es analizar por qué estos pacientes mostraban resistencia a los tratamientos antivirales y determinar cuál es esa resistencia que impedía eliminar el virus de la hepatitis C. En cada caso se han estudiado los distintos genes diana de los antivirales de acción directa en función del genotipo viral y se han estudiado las mutaciones de resistencia. A partir de esta información se ha generado un informe clínico, interpretando los datos, que se ha puesto a disposición del médico responsable del paciente para mejorar su grado de conocimiento de la patología.
Posteriormente, se ha realizado un seguimiento del paciente para estudiar qué combinaciones de tratamiento alternativas se le ofrecían de acuerdo con el tipo de resistencia detectada. Durante el período de estudio se ha aplicado un tratamiento distinto a un total de 195 pacientes, alcanzando una tasa global de eficacia del 88,2%. El estudio concluye, por tanto, que la aplicación de un nuevo tratamiento guiado previo análisis de la resistencia permite alcanzar tasas de respuesta viral sostenida (12 semanas sin material genético del virus en sangre) próximas al 90% .
Federico García, jefe de servicio de Microbiología, explica que “los resultados obtenidos suponen un paso más hacia la erradicación de la hepatitis C en la que se ha avanzado notablemente gracias a la aparición de los antivirales de acción directa, si bien se debe seguir trabajando en el tratamiento de esta infección” y señala que este trabajo “puede ser especialmente relevantes en países donde el acceso a determinadas combinaciones de antivirales sea más difícil”.
En palabras de Ana Belén Pérez, especialista en Microbiología Clínica y coordinadora del estudio junto a García, la publicación de este trabajo “es un gran logro, fruto del trabajo de muchos profesionales que han realizado la cohorte de resistencias frente a los antivirales de acción directa más extensa realizada hasta el momento en nuestro país”.
En el primer semestre de 2019, en el Área de Microbiología del hospital ubicado en el PTS se han hecho 24.728 serologías del virus de la hepatitis C (VHC) y se han diagnosticado 239 casos con infección activa por este virus.
Qué es la hepatitis C
La hepatitis C es una infección vírica que afecta al hígado, diseminada a través del contacto con sangre afectada. También puede contagiarse a través de relaciones sexuales con una persona infectada y de madre a hijo durante el parto. Esta infección puede durar toda la vida y conducir al cáncer de hígado o cirrosis hepática que requiere trasplante hepático. Se estima que, en la actualidad, hay en el mundo unos 70 millones de personas con infección activa por virus de la hepatitis C, alrededor de 200.000 en España.
Hasta 2015 no tenía cura, pero en la actualidad se disponen de varios regímenes de tratamiento que combinando antivirales directos permiten la eliminación de la infección tras un corto periodo de administración, demostrando elevada eficacia y escasos efectos secundarios. Esto hace posible evitar la progresión a estadios avanzados o el desarrollo de complicaciones, así como la transmisión de la infección entre grupos expuestos.
En mayo de 2016, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó la primera Estrategia mundial del sector de la salud contra la hepatitis vírica, 2016-2021, cuyo objetivo final es eliminar las hepatitis víricas como problema de salud pública, y fija como metas reducir los casos incidentes en un 90% y la mortalidad en un 65% de aquí a 2030. En esa misma línea, España cuenta con un Plan Estratégico Nacional de hepatitis C que trabaja en la atención y erradicación de esta enfermedad. Andalucía es una de las comunidades autónomas a la cabeza en esta estrategia, potenciando el diagnósitico y tratamiento a través de los laboratorios y los servicios de microbiología de los centros sanitarios.