La Indicación Geográfica Protegida Espárrago de Huétor Tájar lanza un proyecto para sensibilizar sobre los beneficios y el valor de pertenecer a un sello de calidad protegido

Con el objetivo de aumentar el reconocimiento y la apreciación de los productos agroalimentarios con Indicación Geográfica Protegida (IGP), se lanza el proyecto "Raíces de Sabor", una iniciativa que busca sensibilizar y educar a la población sobre los beneficios y el valor de estos productos. La IGP no solo garantiza la autenticidad y la calidad, sino que también promueve la sostenibilidad y el desarrollo económico de las zonas rurales.
Según ha informado Cooperativas Agroalimentarias de Granada en una nota de prensa, a través de esta campaña, el proyecto se propone incrementar el conocimiento sobre lo que significa la IGP y cómo beneficia tanto a los consumidores como a los productores. Muchos de estos productos, como el Espárrago de Huétor Tájar, tienen un vínculo profundo con el territorio que los produce, y su distinción con la IGP asegura que cumplen con estándares estrictos de calidad, además de respetar métodos tradicionales de producción que han sido transmitidos de generación en generación.
Al promover su consumo, se fomenta la sostenibilidad económica de las zonas rurales, contribuyendo a la estabilidad y el crecimiento de las comunidades que dependen de estos cultivos
Uno de los principales objetivos del proyecto es aumentar la educación y sensibilización sobre la IGP. "La falta de comprensión acerca de este sello de calidad es una de las barreras que enfrenta la certificación. A través de la creación de contenido accesible y pedagógico, se pretende ofrecer a los consumidores información clara sobre los beneficios de consumir productos con IGP, como la garantía de autenticidad, el respeto por el medio ambiente y la preservación de las tradiciones culturales de las regiones productoras", explica la nota.
Además, el proyecto busca valorar los productos locales con IGP y resaltar la importancia de elegirlos como opción de consumo. Este tipo de productos no solo son sinónimo de calidad, sino que también son el resultado de "un trabajo comprometido de pequeños productores que juegan un papel fundamental en la economía local". Al promover su consumo, se fomenta la sostenibilidad económica de las zonas rurales, contribuyendo a la estabilidad y el crecimiento de las comunidades que dependen de estos cultivos.
Incentivar el consumo
En este sentido, el proyecto también está orientado a incentivar el consumo consciente. Al educar a los consumidores sobre los beneficios del consumo de productos con IGP, se busca que cada compra sea una decisión informada que favorezca tanto la salud de los individuos como la economía local. Se pretende mostrar que al elegir productos con IGP, no solo se apoya la calidad y autenticidad, sino también una forma de vida respetuosa con el medio ambiente y las tradiciones de la región.
El proyecto tiene un componente de apoyo a las zonas rurales al fortalecer la conexión entre los consumidores urbanos y las regiones rurales productoras
Por último, el proyecto tiene un componente de apoyo a las zonas rurales al fortalecer la conexión entre los consumidores urbanos y las regiones rurales productoras. A través de narrativas visuales y contenido digital, como videos informativos y casos de éxito de productos con IGP en la provincia de Granada, se busca visibilizar la labor de los productores rurales y estrechar los lazos entre el campo y la ciudad. Al hacerlo, se contribuye a que los consumidores reconozcan el valor de estos productos y se conviertan en defensores de los beneficios que la IGP aporta tanto a las comunidades como al entorno.
El proyecto incorpora elementos innovadores en su estrategia, como el uso de narrativas visuales y minivideos explicativos sobre el proceso de producción, los beneficios para la salud, y los impactos positivos sobre el medio ambiente. De esta manera, se aprovecharán plataformas digitales para llegar a una audiencia más amplia y diversa, generando un mayor impacto social y educativo.
Más allá de los beneficios económicos, el proyecto también tiene un impacto cultural significativo. La IGP no solo preserva la calidad y autenticidad de los productos, sino también las prácticas agrícolas tradicionales que han sido parte del patrimonio cultural de la región. Esta protección de las tradiciones y los métodos ancestrales es crucial para garantizar la continuidad de las actividades agrícolas en las zonas rurales y mantener viva la riqueza cultural de la provincia de Granada.
Este proyecto cuenta con el apoyo de diversas instituciones, entre ellas la Diputación de Granada, y se desarrollará en colaboración con productores locales y asociaciones agroalimentarias.
Los productos con Indicación Geográfica Protegida en la provincia de Granada, como el Espárrago de Huétor Tájar y otros, representan ´"lo mejor de la tradición agroalimentaria de la región. Estos productos son el resultado de un trabajo comprometido, de calidad superior y una relación única con el territorio que los produce, asegurando no solo su autenticidad sino también el respeto por el medio ambiente y las tradiciones locales".