Todo sobre un proyecto vital para el futuro de Granada
IFMIF-DONES, estrategia hacia una candidatura de éxito
Científicos y empresarios coinciden en la necesidad de definir ya una estrategia clara, que incluya la creación de una oficina o comité de la candidatura y la designación de una persona de prestigio que la lidere.
IndeGranada
Santiago Carbó coordinó en la UGR la mesa redonda con científicos y empresarios.
La UGR organizó este lunes una jornada de trabajo sobre IFMIF-DONES, la primera de carácter público celebrada hasta ahora en Granada. Entre los participantes que expusieron el impacto científico y tecnológico del proyecto, así como el económico, y que posteriormente debatieron en una mesa redonda coordinada por el economista Santiago Carbó, científicos del Centro de Investigaciones Energéticas y Medioambientales (CIEMAT), entre ellos Ángel Ibarra y Joaquín Sánchez, y el director general de la Asociación Española de Industria de la Ciencia (INEUSTAR), Javier Cáceres. Junto a ellos, como anfitriones y organizadores del workshop, el vicerrector de Transferencia e Investigación, Vicente Herrera, y el responsable de la Oficina de Transferencia de Investigación, Jesús Banqueri.
La ciencia ha hecho los deberes y ahora toca definir con claridad la estrategia política para que la candidatura española a IFMIF-DONES, un proyecto vital para el futuro de Granada, convenza por su solidez y solvencia.
Sobre su cualificación técnica hay unanimidad, pues España cuenta con algunos de los mejores expertos en energía de fusión -su objetivo-, que ya lideran o participan en los proyectos internacionales en marcha, tanto en Europa como en Japón. La fortaleza económica, aún siendo importante, no será la principal baza, que habrá de jugarse, como se puso de manifiesto este lunes en la jornada de trabajo organizada por la Universidad de Granada y que reunió a científicos y empresarios, en el terreno político.
España tendrá que hacer un buen trabajo con sus socios en Europa para convencerlos. En esa liga se jugarán las aspiraciones granadinas. Así lo expuso Joaquín Sánchez, responsable del Laboratorio Nacional de Fusión y presidente de Fusion For Energy -la entidad que en su momento tendrá que decidir, junto a un consorcio europeo sobre la candidatura-. "El lanzamiento de DONES será resuelto en la negociación con la Comisión Europea", que es la que tendrá que buscar dinero para el proyecto -al margen de lo que aportan para la construcción las instituciones del país promotor-. Porque, como desveló Sánchez, en estos momentos Fusion For Energy no tiene dinero para afrontarlo. Encontrar el presupuesto será pues una tarea que habrá de aprobarse por el Consejo de Ministros de la Unión.
La Asociación Española de la Industria de la Ciencia apuesta por Granada
A esa negociación se refirió también Javier Cáceres, responsable de la Asociación Española de Industria de la Ciencia, una entidad que ya está trabajando a favor de Granada como antes lo ha hecho por otros grandes proyectos científicos en España. Lo ha hecho en foros internacionales en Asia: uno celebrado el año pasado en Corea y otro más reciente, en mayo de este año, en Tokio. Para impulsarla ve necesario lo que técnicamente plantea como un 'trabajo de lobby'.
Aboga en ese sentido por la creación de una oficina, dotada de presupuesto, con lugar físico en Granada, dirigida por un científico de prestigio y que se encargue de poner en marcha la estrategia: una apuesta "para salir a ganar". Reclama para ello una actitud "proactiva".
En el CIEMAT no comparten al cien por ciento la idea de apostar por una estrategia pública más o menos agresiva. Joaquín Sánchez pide prudencia. No solo para no generar falsas expectativas en torno al proyecto, también porque a su juicio es más necesario "un perfil bajo". Otro destacado científico del centro, Ángel Ibarra, apuesta por afrontar la candidatura en dos niveles, uno técnico y otro político, este último en el sentido de 'lobby' planteado desde la Industria de la Ciencia. Aunque con discreción. Y que se plantee ahí la estrategia de España: qué hacer y si conviene por ejemplo plantearle a otros candidatos, como Polonia, que renuncien y se sumen al proyecto español.
El objetivo, en cualquier caso, es perfilar la candidatura de aquí a final de año. A este respecto, Sánchez recordó que no hay fecha establecida por parte de las entidades europeas que tendrán que darle el visto bueno y que en estos momentos no están presionando para acelerar este proceso.
Un líder neutral. Tanto Ángel Ibarra como Joaquín Sánchez responden al perfil del científico que debería estar al frente de la candidatura, pero ninguno de los dos podría asumir ese rol pues en estos momentos tienen responsabilidades en los ámbitos de decisión en los que se aclarará la candidatura.
Cuenca, Herrera y Cuerva en la inauguración de la jornada de trabajo. miguel rodríguez
El impacto económico
La inversión que se plantea para la construcción de las instalaciones asciende a unos 400 millones en una primera fase. Como ya es conocido, se utilizarán fondos europeos para su financiación y ahora Gobierno central y Junta de Andalucía acercan posturas respecto a cómo habrá de ser la aportación de cada Administración y la búsqueda de vías alternativas de financiación.
Los empresarios defienden que cada euro que se invierta tendrá un gran retorno. Javier Cáceres echa mano de los estudios que se elaboraron, por ejemplo, con el CERN en Suiza. Por cada euro contratado se generaron tres de negocio adicional.
La Confederación Granadina de Empresarios (CGE) ya ha hecho cálculos. Según expuso su presidente, Gerardo Cuerva, tendría un retorno de unos mil millones de euros sobre el Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia de Granada, generaría un tejido industrial y tecnológico a su alrededor que podría sentar las bases para un cambio de modelo productivo.
Diseño genérico para adaptarlo a la ubicación y que puede ser subterráneo
Para las instalaciones que albergaría Granada hay ya hasta un diseño genérico -sobre estas líneas-, un edificio de 100 o 150 metros de largo por 50 de alto. Preparado para adaptarlo al emplazamiento definitivo, cuando esté decidido.
Los científicos incluso se plantean la posibilidad de que el acelerador pueda construirse bajo tierra y distribuir el resto de instalaciones en superficie en edificios más pequeños. Así lo detalló Ángel Ibarra, responsable de las investigaciones en energía de fusión en el centro español de referencia.
En 2020 se podrían licitar los primeros contratos
Una vez que se decida el emplazamiento el objetivo es lanzar los primeros contratos para 2020. Se activaría de esta manera la construcción de unas instalaciones que se prolongaría hasta 2025 o 2026. A partir de esa fecha comenzarían a operar las instalaciones para testar los materiales. Es un proyecto a largo plazo, como ha detallado Ibarra, que como mínimo puede operar durante 20 años para certificar los materiales necesarios en la construcción del reactor para la energía de fusión y evaluar las distintas condiciones de trabajo. Y más allá de este uso específico, podrá utilizarse para otras aplicaciones. Aunque, según precisó, ahora no están definidas y la inversión que se baraja, de 400 millones de euros, no las incluye. Se abordarían, una vez que se consolide alguna "útil y que merezca la pena", en siguientes fases.
Para las instalaciones que albergaría Granada hay ya hasta un diseño genérico -sobre estas líneas-, un edificio de 100 o 150 metros de largo por 50 de alto. Preparado para adaptarlo al emplazamiento definitivo, cuando esté decidido.
Los científicos incluso se plantean la posibilidad de que el acelerador pueda construirse bajo tierra y distribuir el resto de instalaciones en superficie en edificios más pequeños. Así lo detalló Ángel Ibarra, responsable de las investigaciones en energía de fusión en el centro español de referencia.
En 2020 se podrían licitar los primeros contratos
Una vez que se decida el emplazamiento el objetivo es lanzar los primeros contratos para 2020. Se activaría de esta manera la construcción de unas instalaciones que se prolongaría hasta 2025 o 2026. A partir de esa fecha comenzarían a operar las instalaciones para testar los materiales. Es un proyecto a largo plazo, como ha detallado Ibarra, que como mínimo puede operar durante 20 años para certificar los materiales necesarios en la construcción del reactor para la energía de fusión y evaluar las distintas condiciones de trabajo. Y más allá de este uso específico, podrá utilizarse para otras aplicaciones. Aunque, según precisó, ahora no están definidas y la inversión que se baraja, de 400 millones de euros, no las incluye. Se abordarían, una vez que se consolide alguna "útil y que merezca la pena", en siguientes fases.
La capital ya quedó descartada
En el trabajo previo desarrollado en Granada por la plataforma empresarial Granada ONTech, que comenzó en noviembre de 2014, se barajaron cuatro emplazamientos en la provincia de Granada para las instalaciones, según ha explicado su secretario general Vito Epíscopo. Alhendín, la capital, el Parque Metropolitano, Industrial y Tecnológico de Escúzar y el Puerto de Motril. Las dos primeras ya quedaron descartadas y la decisión, si no surgen otros planteamientos, se dirimirá entre Escúzar -cuyo presidente, Carlos Infanzón, participó en el encuentro- y la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto.
El apoyo decidido de la UGR
El vicerrector de Transferencia e Investigación de la UGR, Enrique Herrera, expresó la firme decisión de la Universidad de Granada -cuya rectora no pudo asistir por estar de viaje de trabajo en Bruselas- de apoyar este proyecto. De hecho, llamó a los grupos de investigación de la UGR a buscar "sinergias" y "reorientar" algunos trabajos para "subirse a este barco". Porque no hay grupos específicos que investiguen en energía de fusión, sí en disciplinas que pueden aportar su saber. Y en este sentido también mostró la disponibilidad a "captar talento" e incorporar a los departamentos de la UGR a grupos que ya estén dedicados a este campo, colaborando con otras instituciones académicas.
En esta línea abundó el responsable de la Oficina de Transferencia de Investigación (OTRI) de la UGR, Jesús Banqueri, quien recordó cómo se han reorientado en poco tiempo escuelas como la de Informática y Caminos hacia la ingeniería, que se han consolidado ya en ámbitos internacionales donde su prestigio es incuestionable.
'Un reto que lleva a terrenos desconocidos'
Ángel Ibarra durante la presentación de IFMIF-DONES en Granada. miguel rodríguez
Ángel Ibarra, jefe de la división de Tecnologías para la Fusión del CIEMAT, lleva más de 30 años trabajando en investigaciones en esta materia, de ellos más de 12 en IFMIF. Como reconoció en la jornada de trabajo, se siente emocionado por la posibilidad de que Granada pueda albergar el proyecto. No es la primera vez que España aspira a este tipo de instalaciones, pero siempre se quedó en la punta de los dedos. Y considera que lograrlo no solo sería un hito para España, también la mejor manera para culminar su carrera.
Pero Ibarra avisa: no solo es un proyecto a largo plazo, es "un reto que lleva a terrenos desconocidos".
Interés social y político
A la inauguración de la jornada de trabajo asistió el alcalde, Francisco Cuenca, que trasladó el compromiso del Ayuntamiento de Granada y su disponibilidad para contribuir al éxito de la candidatura, que en su opinión vincula el nombre de Granada al de "capital del conocimiento y de la ciencia".
Entre los asistentes la vicepresidenta primera del Parlamento y secretaria general del PSOE de Granada, Teresa Jiménez; el coordinador provincial de Izquierda Unida, Manuel Morales; la concejala del PP de la capital Raquel Fernández; y un asesor de Vamos Granada vinculado a Equo.
Y representantes del Centro Artístico, Literario y Científico de Granada, que en público -tras la mesa redonda- ofrecieron su entidad para canalizar el respaldo social a la iniciativa.
