Esquía en primavera en Sierra Nevada.
El experimento se enmarca en el proyecto LIFE Madera para el Futuro, que lidera la UGR

Un estudio demuestra que las choperas depuran las aguas contaminadas por fertilizantes agrícolas en la Vega

E+I+D+i - IndeGranada - Lunes, 14 de Abril de 2025
La investigación del IFAPA prueba la capacidad de este cultivo de aprovechar los nitratos en su crecimiento y evitar que contaminen las aguas subterráneas.
El estudio se ha hecho en una finca del IFAPA.
Wood for Future
El estudio se ha hecho en una finca del IFAPA.

Una investigación realizada en el marco del proyecto europeo LIFE Wood for Future/Madera para el Futuro, liderado por la Universidad de Granada (UGR), ha puesto de manifiesto la capacidad de las choperas de depurar las aguas con nitratos procedentes de fertilizantes agrícolas y evitar que esas sustancias se filtren a las aguas subterráneas. 

El estudio llevado a cabo por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) de la Junta de Andalucía demuestra que este cultivo tradicional de la Vega de Granada aprovecha esos nutrientes en su crecimiento e impide que contaminen el acuífero de Granada, la masa de agua subterránea más importante de la provincia, que abarca 39 municipios, incluida la capital, y sobrepasa ampliamente los límites máximos de concentración de nitratos legalmente establecidos, de 37,5 mg/l en aguas subterráneas. 

En el ensayo realizado en la finca del IFAPA en el Camino de Purchil entre los años 2020 y 2022 se recogieron muestras de suelo a diferentes profundidades en tres ensayos de choperas con diferentes regímenes de riego entre abril y septiembre: sin limitaciones hídricas (riego por inundación cada dos semanas); con limitaciones hídricas moderadas (cada tres semanas); y con limitaciones hídricas severas (cada cuatro semanas), así como en zonas colindantes.

“Los análisis revelaron que la cantidad de nitratos presentes en el suelo es mucho mayor en las parcelas sin cultivo y sin riego, y cómo su presencia disminuye en las parcelas con plantaciones de chopo, especialmente aquellas con riegos más frecuentes, ya que para que las plantas puedan absorberlos, los nitratos deben estar disueltos en agua”

“Los análisis revelaron que la cantidad de nitratos presentes en el suelo es mucho mayor en las parcelas sin cultivo y sin riego, y cómo su presencia disminuye en las parcelas con plantaciones de chopo, especialmente aquellas con riegos más frecuentes, ya que para que las plantas puedan absorberlos, los nitratos deben estar disueltos en agua”, explica la técnico especialista del IFAPA María Ángeles Ripoll. Así, la presencia de nitratos es mayor en las capas más profundas y aumenta notoriamente cuando la plantación se expone a limitaciones hídricas severas en todas las profundidades. 

Además, en las zonas colindantes a cada uno de las choperas a las que no llega el agua de los riegos la concentración de nitratos aumenta considerablemente respecto a las zonas a las que sí llega el agua pero no hay chopos, “donde al no haber vegetación los nitratos son lixiviados hacía horizontes más profundos, pudiendo alcanzar el nivel freático y contaminar las aguas subterráneas”.

Esta investigación confirma estudios anteriores que demostraban que las choperas filtran las aguas residuales urbanas empleadas para su riego, ha recordado el coordinador del proyecto LIFE Wood for Future, Antolino Gallego. “El resultado de esta investigación, acompañado por el uso de las aguas regeneradas impulsado por la Junta de Andalucía, juega muy a favor de la sostenibilidad del sector del chopo, la salud pública y la biodiversidad de nuestras riberas de ríos y arroyos, pues garantiza la recarga de los acuíferos y manantiales con aguas limpias”, ha subrayado el catedrático de la Universidad de Granada. “Falta también que la Junta entienda este gran servicio que ofrecen gratis las choperas a todos los ciudadanos y se lo compense a los agricultores con la inclusión de este cultivo en los esquemas de ayudas agrarias”, ha concluido Gallego.

Otros beneficios del chopo

Debido a su rápido crecimiento -pueden alcanzar unos 20 metros de altura en diez años-, el chopo tiene una gran capacidad de secuestrar CO2 de la atmósfera, hasta 20 toneladas al año, es decir, 30 veces más que los cultivos herbáceos por los que ha sido sustituido en la Vega de Granada. Además, las choperas tienen un papel protector frente a los gases y partículas contaminantes, procedentes fundamentalmente del tráfico rodado y las calderas de calefacción, y son capaces de amortiguar los efectos negativos de las intrusiones de polvo sahariano. También actúan como vaporizadores naturales, ya que aumentan la humedad del aire y disminuyen la temperatura entre 3 y 6 grados en verano. Por último, estos cultivos contribuyen a evitar la erosión del suelo y atraen una gran biodiversidad.

LIFE Wood for Future/Madera para el Futuro, que ha obtenido financiación del Programa LIFE de la Unión Europea [LIFE 20 CCA/ES/001656] para el medio ambiente y la acción por el clima, está integrado por la Universidad de Granada, la Diputación Provincial, la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, la Universidad de Santiago de Compostela y la spin-off 3edata. 

El proyecto, además de fomentar la recuperación de las alamedas de Granada con la constitución de la agrupación Marjal, que reúne a un centenar de productores, impulsa la creación de una industria maderera transformadora y la investigación de nuevos materiales para la construcción sostenible industrializada a través de la spin-off IberoLam Timber&Technology.

Fotos: LIFE Wood for Future