La Asociación de Agricultores, Ganaderos y Productores (Agrapo) ha celebrado en Castril la primera mesa de trabajo del proyecto 'Unidos por el agua y el territorio', que ha puesto en marcha para realizar aportaciones, observaciones y sugerencias al nuevo Plan Hidrológico del Guadalquivir "de manera conjunta y consensuada" desde la zona norte de la provincia.

Según ha informado Agrapo en una nota de prensa, el presidente de la asociación y de la Comunidad de Regantes Siete Fuentes Negratín de Baza, José Antonio Azor, ha resaltado la dependencia que tienen, como productores, de "la gestión que se haga de la subcuenca del río Guadiana Menor y sus afluentes".

El presidente de la Plataforma por la Defensa del Río Castril, Miguel Ortiz, ha puesto de manifiesto, por su parte, las múltiples presiones sobre este río, siendo el proyecto de abastecimiento de agua potable a Baza desde su cabecera "una de las mayores amenazas para este ecosistema fluvial. "Siendo consciente de que es necesario el abastecimiento a Baza, planteó otras alternativas para dicha captación", ha agregado Ortiz.

En la reunión se ha puesto sobre la mesa también que otra de las necesidades del programa de medidas de la planificación hidrológica es "la realización de las infraestructuras necesarias desde el pantano del Negratín para la puesta en riego de las comunidades de regantes de la comarca de Baza, netamente deficitarias, debido a la inacción de la administración durante 40 años".

Para ellos, es vital también "exigir a los promotores de macrogranjas porcinas una contraprestación para el territorio, una tarifa específica para el uso del agua, así como alternativas al esparcimiento de purines, por ejemplo una gestión mediante biometanización y compostaje", ya que “los purines contaminan con nitratos las aguas subterráneas y por ende las superficiales, además de generar un gran consumo de agua y recursos que no deja beneficios económicos ni sociales en el territorio”, según expuso Ángeles García-Fresneda, vocal de la Plataforma Salvemos el Altiplano. 

Este grupo de trabajo prepara una nueva reunión, en que se realizará una concreción de las presiones humanas sobre las aguas superficiales y subterráneas, con objeto de "avanzar en las mejores soluciones para el desarrollo del territorio".