Este 31 de diciembre en la antigua estación de ferrocarril de Baza no solo se vuelve a pedir al Gobierno de España que inicie los trámites de reapertura de la línea férrea Guadix Baza Almanzora Lorca. Es que además se escenifica el lamento de injusticia de unas comarcas, las del sureste peninsular, que están demasiado lejos, en todos los sentidos, del Gobierno de Madrid y demasiado olvidadas por la Junta de Andalucía. El mayor "agujero negro" de infraestructuras de todo el Estado contempla con rabia como, 34 años después del cierre de la línea, ningún gobernante ni partido político ha sido capaz de enmendar aquel error histórico, que ha condenado al ostracismo a una zona de once comarcas distribuidas en tres provincias y dos comunidades autónomas De poco han servido los numerosos informes técnicos y socioeconómicos que avalan la viabilidad, también la rentabilidad a medio plazo, de reabrir este ramal ferroviario. Para colmo, tras muchos años de lucha se consiguió la inclusión de una partida económica (a todas luces insuficiente) en los PGE2018 para el preceptivo Estudio Informativo de reapertura, pero ni por esas: el Gobierno no ha iniciado aún (urge que lo haga) la licitación, adjudicación y ejecución de dicho estudio, además de cumplir el compromiso de aumentar su cuantía hasta los 1,6 millones en los PGE2019.

Pero esta tierra no se resigna a seguir olvidada, perdiendo población, actividad económica y posibilidades de un mejor presente/futuro. Cada 31 de diciembre en Baza, cada día en cualquier parte, reivindicando la vuelta de un tren público, digno, social y sostenible. No se pide limosna, se reclama lo que de justicia se merece.