Richard Bona trajo La Habana a Granada

Cultura - IndeGranada - Miércoles, 20 de Julio de 2016
Richard Bona durante su actuación.
Prensa Festival
Richard Bona durante su actuación.

Con todas las entradas vendidas en muy pocos días y el aforo ampliado para la ocasión, Richard Bona pasó como un rodillo una vez más por Jazz en la Costa, esta vez por razones idiomáticas con un proyecto especialmente disfrutable por esta parte del mundo: el Mandekan Cubano. Jazz en la Costa está organizado por Ayuntamiento de Almuñécar y la Diputación provincial de Granada.

Amigo de fusiones con músicas de los cinco continentes, en esta gira se decantó por un repertorio mayoritariamente centrado en el Son y el Cubop (cantado en douala, ¡como el número flamenco que hizo junto a Antonio Rey y Alejandro Fernádez fuera de programa) aunque hubo flashes de Miles Davis, Weather Report tanto como de los Van Van, la Aragón o sus ritmos africanos que, como origen de todo,  encajaron con naturalidad y sin solución de continuidad. Bona estuvo muy cómodo recorriendo escalas con su burbujeo característico por el mástil que tanto recuerda al sonido gomoso de Jaco Pastorius. Casi siempre doblándose con la voz, y mucho rato cantando, tanto que no se sabe si es instrumentista antes que cantante o al contrario. 

Bona pertenece a esa clase tan escasa de virtuosos que no hacen alarde gratuito de su virtuosismo, sino que todo lo orientan hacia la comunicación ¡y menuda comunicación: a los pocos minutos del concierto  ya estaban todos en el parque El Majuelo bailando! Y si algún día decide dejar de tocar se ganaría bien la vida en el Club de la comedia pues su sentido del humor es arrebatador. Su trabajo tuvo su réplica perfecta en la genialidad del pianista Osmany Paredes, la percusión de los hermanos Roberto y Luisito Quintero y los vientos de Rey David Alejandre y Dennis Hernández.  Virtuosismo y técnica de sangre caliente al servicio de un espectáculo musical  de calidad impresionante pero sobre todo dispuesto para dar felicidad del público. Y lo consiguió sin paliativos, no había más que ver la sonrisa del público a la salida tras dos horas largas de incansable concierto. 

Un momento del concierto en el Parque del Majuelo. prensa festival

Hoy miércoles actúa el músico francosuizo Erik Truffaz y mañana jueves el saxofonista Kenny Garrett
La revista Rolling Stone lo llama el “Hot Jazz Artist” de su generación. De sonido visceral y de impactante lirismo en sus composiciones, Garrett es considerado el culpable de otorgar una nueva dimensión jamás conocida al saxo. Su música se entrelaza con los ritmos urbanos y su discurso, versátil y libre, se refleja en sus colaboraciones con la Orquesta Sinfónica de Nueva Jersey, con el hip hop de Gurú, elrock de Sting, Peter Gabriel o el jazz de Woody Shaw, Fredie Hubbard y Art Blakey, entre otros muchos.
 
Introducing Kenny Garrett (1984) fue el título de su primer disco como líder. Mientras tocaba con Freddie Hubbard o Woody Shaw, Blakey lo incorpora en su banda. Su gran poder expresivo llamó la atención de Miles Davis, que lo fichó en 1986. Aparece así formando parte de numerosos proyectos de Miles, con el que permanecería durante cinco años, hasta casi el final de sus días.
 
Riqueza armónica y voluble velocidad son las cualidades dominantes del estilo de este saxofonista de culto que recuerda en sus maneras y sonidos a Cannonbal Adderley. Ha grabado más de cincuenta discos como líder y sideman, entre los que destacan sus colaboraciones con Quince Jones, Donald Byrd, Hubbard, Mulgrew Miller, Cedar Walton, Wallace Roney, Pat Metheny y un largo etcétera. 
 
Joe Leonard, un reputado comentarista de jazz neoyorquino, dijo de él: “...Kenny toca de una forma apasionada, excepcional, como si el saxo fuera una prolongación natural de su cuerpo...” 
 
Kenny Garrett, saxo alto y soprano 
Corcoran Holt, contrabajo                       
Rudy Bird, percusion                            
Hunter McClenty,  batería                                
Vernell Brown, piano