Oppidum Eleberis pide un proyecto para integrarlos y derecho de visita pública y gratuita

Unas obras en la fachada del Convento de la Encarnación dejan al descubierto vestigios, de 1501, de la primitiva Iglesia de San Justo y Pastor

Cultura - IndeGranada - Sábado, 25 de Junio de 2016
La asociación Oppidum Eleberis ha revelado que unas obras de enfoscado y pintura que se están realizando en las fachadas del perímetro del Convento de la Encarnación han dejado al descubierto restos de la primitiva iglesia de los Santos Justo y Pastor y piden integrar el hallazgo.
Hallazgos visibles por las obras.
Oppidum Eleberis
Hallazgos visibles por las obras.
Al picar su fachada sur, según la asociación, han aparecido grandes arcos ojivales cegados y otros de menor altura, así como las maqabrillas que se utilizaron para la construcción del templo que dejan ver sus bordes epigrafiados, que están llamando la atención de los ciudadanos por su espectacularidad. 
 
A tenor de los vestigios aparecidos la Asociación Oppidum Eleberis ha presentado sendos escritos ante la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Granada, solicitando un proyecto de rehabilitación, consolidación y puesta en valor en la fachada del convento de los vestigios aparecidos que se corresponde con el muro interior de una de las naves de la antigua iglesia que fueron regularizados en la fachada conventual en 1842 y de otros vestigios de la antigua capilla conventual que puedan aparecer en la fachada de la calle San Jerónimo. 
 


La iglesia y parroquia de los Santos Justos y Pastor se levanta en 1501 en un solar que ocupaba la mezquita y aljibe del Majadalbecy, cerca de la Bab al-Riba o puerta del Molino de la harina en la que hoy es la Plaza de la Encarnación.

El Convento de la Encarnación se funda en 1541 sobre unas casas anexas a la desaparecida iglesia y parroquia de los Santos Justo y Pastor, edificios que posteriormente se regularizan en torno a un claustro, utilizando las clarisas la iglesia como capilla conventual, hasta que en 1799 con la expulsión de los jesuitas, la parroquia pasa a la capilla del ex Colegio San Pablo, en la plaza de la Universidad y la iglesia queda incorporada para uso exclusivo del convento.

En 1835 el convento se desamortiza y se vende a un particular para construir viviendas, empezando su demolición por la iglesia. En 1842 la orden recupera el convento y lo que quedaba de la iglesia y a disgusto la Comisión de Ornato del  Ayuntamiento permite el retorno de la orden y solicita a las monjas que regularicen la fachada del convento incorporando la crujía de una de las naves de la iglesia que no había sido demolida, quedando el resto del solar como Plaza de la Encarnación. 
En su escrito Oppidum Eleberis pregunta a Cultura y al Ayuntamiento si esta intervención se está haciendo con las garantías y exigencias prevista en el artículo 33.5 de la LPHA, que obliga al promotor a obtener el preceptivo informe favorable de la Comisión Técnica y el visto bueno de la Delegación de Cultura, antes de cualquier obra o intervención y con carácter previo a cualquier licencia de obras, por ser un Bien inscrito con Catalogación General; a la vista que en el exterior no se observa ningún cartel con el expediente de obras de la Gerencia de Urbanismo. 
 
La asociación solicita así mismo a la Delegación de Cultura la “puesta en valor del derecho de visitas públicas y gratuita” para que los ciudadanos puedan conocer los restos de la Muralla Medieval que quedaron integrados y consolidados en un edificio en el patio conventual, declaradas y protegidas como Bien de Interés Cultural, que quedaron al descubierto tras la excavación arqueológica realizada en el año 2004 y donde se pudo documentar por primera 25 metros de muralla, un torreón, antemuro y barbacana del perímetro amurallado de la conocida como medina llana del siglo XI/XII.