─ Hablando desde Granada es obligatorio preguntarle por el ‘gran paisano’ Miguel Ríos.  Volvió a pisar el ‘Rock and Ríos’ otra vez hace unas semanas  ¿Qué tal la experiencia? 

─ Fue un regreso al pasado y un reencuentro con amigos y músicos de finales de los 70 y por supuesto un placer volver a escuchar todos esos temas que soy coautor con Miguel delante de un público increíble, que llenó dos noches el Wizink. Esa experiencia la van a repetir todos con la reedición del ‘Rock&Ríos’ y esos shows en Madrid, que están plasmados en vídeo y vinilos 

─ ¿Y qué mantiene en la memoria de aquella gira de juventud tan alocada e intensa…?

"Todo lo que soy lo aprendí a pie de calle en USA y Europa también en Latinoamérica… vivir la locura de las ciudades y viajar me descubrieron un mundo en la música porque la inspiración nace del movimiento, y hasta el día de hoy no he parado"

─ Cuando empecé a trabajar con Miguel, hacía el año 78, ya era un artista consagrado con unos conocimientos de el show business que solo estaban al alcance de las grandes bandas inglesas o americanas. Con Miguel aprendí lo que era montar un concierto para dar algo más que no fuera solo música también espectáculo. Fue un mentor que creyó en mí y con él compuse canciones que forman parte de la banda sonora de este país. Esos años en Madrid fueron muy creativos, toda los temas de ‘Rock&Ríos’ fueron un reflejo de lo que pasaba en la calle, de ahí venía la inspiración, por eso la gente los hizo suyos porque se vieron reflejados en esas canciones y en lo que Miguel contaba, era como un trovador de los tiempos modernos que escribía historias cotidianas muy cercanas a la gente. Cuatro décadas después, toda esa magia que creamos sigue vigente, porque lo auténtico prevalece. Todo lo que soy lo aprendí a pie de calle en USA y Europa también en Latinoamérica… vivir la locura de las ciudades y viajar me descubrieron un mundo en la música porque la inspiración nace del movimiento, y hasta el día de hoy no he parado.

─ Ahora llaman ‘Stoner rock’ a lo que en los 70 era simplemente ‘Rock’ ¿Ha recuperado con SNight su esencia roquera?

─ El blues tuvo un hijo y le llamaron Rock&Roll yo soy un hombre de blues y rock aunque también me gusta la fusión el sonido Stoner, que efectivamente, es el reflejo de los 70. 

─ ¿Tanto se ha divertido que anuncia un segundo volumen?

─ Soy muy creativo cuando empiezo a crear es como una catarsis que no se sabe qué puede surgir. En este momento había tanto material que me pareció una buena idea grabar un álbum doble. 

─ Se nos fue Jeff Beck… Usted ‘ocupó’ su lugar en aquel fabuloso trío con Bogert y Appice ¿Qué sintió?

"El lugar de Jeff Beck no lo puede ocupar nadie, era único, pero tocar con sus antiguos músicos fue una experiencia increíble"

─ El lugar de Jeff Beck no lo puede ocupar nadie, era único, pero tocar con sus antiguos músicos fue una experiencia increíble. Grabamos dos álbumes y nos lo pasamos muy bien, estuvimos girando dos años por Europa y algo en España.  

─ Anunció que iba a hacer un disco ¡con la marquesa de San Damian! Con Elena Figueroa… ¡Auténtica ‘sangre blue’! ¿Salió?

─ La produje seis canciones que se pueden escuchar en stream como Elena Figueroa. Es una gran cantante, que colaboró conmigo en mis dos primeros discos, su voz quedó plasmada en unas cuantas canciones mágicas en de ‘Al all around blues’ y en el ‘Madrid Memphis’. 

─ Repaso todo mi álbum fotográfico suyo, de décadas’ y… ¿Siempre Fender?

─ Las Strat y telecaster son mis favoritas. 

─ Los indies llevan más pedales y botones que la cabina de mando del  Endeavour ¿usted que pisa? 

─ Un delay Wah wah y un tube screamer. 

─ Abrió los ojos musicalmente en Argentina, como los argentinos, desde Tanguito, no los abrieron a nosotros para el rock cantado en español…Ya hizo un disco y conciertos en homenaje recuerdo… ¿Se siente continuador de la tradición?

─ Soy de la vieja escuela, lo que pasa que empecé con 12 años a tocar y aproveché bien el tiempo. Viví intensamente esos años y estoy preparando un libro que lo cuento también mis años en USA y Argentina. 

─ Y hay un continuo intercambio de bandas en la actualidad, vamos, un auténtico puente aéreo entre los dos países. Qué bien ¿no?

─ Argentina ha dado músicos legendarios, es un país con un talento y una actitud perfecta para el rock y el blues, también el público es de los mejores, lo viven a tope. 

─ En esto tiempos ha habido una auténtica fractura generacional con la llegada en tromba de los ritmos latinos (y el Trap)… ¿Cómo contempla esta situación quien patentó el ‘blues latino’?

─ Los chicos de ahora de 15 años es lo que escuchan en su mayoría, aunque no todos. Yo con esa edad escuchaba a Led Zeppelin y los Stones.