Dentro del caos

El artista alemán, afincado en Granada, Thomas Busse presenta una nueva instalación, compuesta de fotografías, esculturas, y videomontajes, con los cuales organiza un ambiente caótico, en el que las imágenes, sensaciones, intuiciones, se mezclan en la Sala, convirtiéndola en un atolladero visual, espacio de espejismos, representación del flujo rápido de pensamientos, entremezclados y delirantes, cuando la razón escapa del orden lógico y se adentra en el universo de sorpresas azarosas, cuan un caleidoscopio de imágenes múltiples, liberando la mirada del entendimiento real, para adentrarla en la magia que anida en el subconsciente, mostrando la cara complementaria de la realidad auténtica. Sólo basta elegir el camino oportuno, que llega por casualidad al entendimiento, si es que puede llamarse así, liberando sueños, miedos, atavismos, fantasías… Es una exposición que potencia su efecto visual cuando el espectador se encuentra solo, en el laberinto de piezas que compone esta obra, piezas complejas de elementos diversos, conjugados para representar un escenario especial, envolvente, vía hacia dimensiones imaginarias, en el que el pensamiento vuela libre.
Compuesta de fotografías, esculturas, y videomontajes, con los cuales organiza un ambiente caótico, en el que las imágenes, sensaciones, intuiciones, se mezclan en la Sala, convirtiéndola en un atolladero visual, espacio de espejismos
Consigue Thomas Busse comunicar estas sensaciones, en su obra, gracias a la expresión directa de los diversos componentes de su gran pieza estructurada, que sustenta la instalación que ofrece, debido a la secuenciación ordenada de su presencia, la combinación de composiciones digitales con las escultóricas, dividiendo el espacio expositivo entre la claridad y la luz, el misterio en cual la imagen propone un orden sin lógica y el lugar luminoso, en el que la claridad desvela los posos de la consciencia, que compiten por mostrar sus imágenes, aleatorias, sin sentido, abstractas en unas, grotescas en otras, desenfadas en muchas, inquietantes en su conjunto.
Logra el artista abrir la mirada hacia el interior de la persona, alcanzando el resultado que con su propuesta ha querido comunicar. Construye un vocabulario sensitivo, representado en las diferentes piezas presentes en su experiencia plástica. El ingenio de Thomas Busse soporta la sustancia de todo el montaje.