Antonio Malpica reflexiona sobre el turismo de masas y su impacto en el patrimonio de las ciudades

Cultura - Pepa Miranda - Jueves, 16 de Octubre de 2025
La conferencia del catedrático jubilado de la UGR Antonio Malpica se encuadra dentro de un ciclo coordinado por el exdirector de la Alhambra Reynaldo Fernández Manzano y que se imparte en la Escuela de Estudios Árabes (CSIC) a lo largo de esta semana.
Antonio Malpica (derecha) con Reynaldo Fernández.
Antonio Malpica (derecha) con Reynaldo Fernández.

La conferencia que en apariencia aunaba elementos inconexos, aunque nada más lejos de la realidad, pues eran esenciales para hilar una disertación profunda, didáctica y amena sobre uno de los fenómenos mas preocupantes  de los últimos años, que está alterando la vida de los ciudadanos y el deterioro del patrimonio de las ciudades y, que a pesar de ser conocido y estudiado, nadie parece tener la intención de atajarlo, se refería el profesor al turismo de masas sin un fin cultural ni de adquisición de conocimiento o el deleite de la contemplación estética. A lo que es necesario añadir el extraordinario coste económico que lleva aparejado el mantenimiento de dichos bienes culturales, y que atribuye, desde su marxismo militante, en gran medida “al impulso imparable de la sociedad capitalista, que necesita destruir para generar riqueza”, según sus propias palabras.

No dudó en señalar que “estamos instalados en un desarrollo sin freno y con cada vez menos calidad histórica, antropológica y estética”, reivindicando un crecimiento controlado, si no cero, de los bienes culturales.

Antonio Malpica con Reynaldo Fernández.

“En España el turismo es la principal fuente de riqueza, pero se ha desbordado y ahora está sin control. En este año hemos llegado casi a los 100 millones de visitantes, no todos ellos verdaderos turistas, eso sí, mientras no habitamos en nuestro país ni la mitad de personas”

En palabras del profesor Malpica: “en España el turismo es la principal fuente de riqueza, pero se ha desbordado y ahora está sin control. En este año hemos llegado casi a los 100 millones de visitantes, no todos ellos verdaderos turistas, eso sí, mientras no habitamos en nuestro país ni la mitad de personas. ¿Qué somos, un territorio de acogida de una masa ingente de extraños, que a veces ni siquiera entienden nuestra lengua, o nuestras lenguas para ser correcto? Parece que vendemos nuestros recursos a quienes pueden acceder a ellos. Es verdad que tenemos un gravísimo problema, cual es el central de nuestra sociedad. El aumento de los bienes de consumo se hace desarrollando la ecuación valor de uso/valor de cambio en favor de este último. Se consume porque es parte importante de la economía mundial, aunque se venda como una conquista social. 

Habiendo renunciado colectivamente a una distribución más equitativa de la riqueza mundial, creemos que el consumo es la panacea de todo. Craso error, porque agota los recursos del planeta y no satisface socialmente, pues se hace desechando valores que no se consideran como tales porque no son rentables económicamente.

La Alhambra, uno de los monumentos acosado por el turismo de masas, que, pese a encomiables esfuerzos, aún no parece que se puedan encontrar soluciones para conjugar el legítimo derecho a disfrutar de su belleza con un nivel adecuado de uso del monumento.

“Abordar un tema de ámbito global que afecta a cualquier lugar del planeta y a millones de personas, desde una posición critica y a la vez intimista no parecía fácil , y menos enlazarlo con el paso del tiempo, el deterioro, la fragilidad y fugacidad de la belleza, pero los versos de Giacomo Leopardi recitados por Vittorio Gassmann lograron crear la magia necesaria para conseguirlo.

También murieron pronto mis dulces esperanzas:

a mis años también les negó el hadola juventud".  

Leopardi: A Silvia

Escucho los silbidos del viento sobre los campos,

y en medio del infinito silencio tanteo mi voz:

me subyuga lo eterno, las estaciones muertas,

la realidad presente y todos sus sonidos.

Así, a través de esta inmensidad se ahoga mi pensamiento:

y naufrago dulcemente en este mar".

Leopardi: El infinito

Puso fin a la conferencia con una dolorosa reflexión sobre la soledad a la que se ve abocado quien tras una larga vida profesional ha permanecido fiel a la complejidad que supone la búsqueda del conocimiento y la verdad histórica, en ocasiones falseada por el poder. Citando como ejemplo el Jardín de Vélez Benaudalla, mal llamado nazarí con el único objetivo de hacerlo mas atractivo a la afluencia turística y generar más ingresos por tal concepto.

Quizás las palabras del poeta Publio Ovidio Nasón expresaban fielmente su sentimiento refugiado en su amado pueblo de Castell de Ferro que como muy recordó no es de origen catalán si no árabe.

Mientras estés seguro, contaras con muchos amigos, 

si los tiempos se vuelven nublados, te quedarás solo".

Publio Ovidio Nasón: “Tristia”.