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Los terremotos de la Vega nos hacen temblar (históricamente)

Ciudadanía - M.A. - Domingo, 31 de Enero de 2021
Conversamos con Francisco Vidal, profesor del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos, sobre la serie de terremotos que se viene sucediendo en Granada.
Una joven camina entre ladrillos caídos de una vivienda en Atarfe el pasado 23 de enero tras el terremoto de 4,4 grados.
Álex Cámara/EP
Una joven camina entre ladrillos caídos de una vivienda en Atarfe el pasado 23 de enero tras el terremoto de 4,4 grados.

Explica el profesor Francisco Vidal, del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos, que de los terremotos ocurridos en los últimos seis siglos se tienen datos para poder evaluar su magnitud e intensidad. Hay constancia de otros anteriores -en época romana-, pero son los registrados a partir del siglo XV "los que se conocen mejor". Y entre esos terremotos 'históricos', hay fechas vinculadas a Granada, como 1431, 1806 o 1884. 

Responde así a la pregunta de cuáles son los primeros terremotos de los que se tiene constancia, y los enumera, en una conversación con El Independiente de Granada a raíz de la serie sísmica que comenzó el pasado diciembre y, tras reactivarse ahora, ha dejado en el área metropolitana una intensa semana de movimientos, entre ellos varios con una magnitud igual o superior a 4. 

Porque como bien nos recuerdan los terremotos que sentimos de manera más intensa desde hace una semana, Granada es una zona de riesgo sísmico. Tenemos que ser conscientes que, al estar en una zona sísmica, durante nuestra vida vamos a sentir algunas series sísmicas. Tenemos que saber qué hacer antes, durante y después. Y tener muy claro la necesidad de revisar las construcciones y aquel material dañado que pueda caer. 

Es un consejo que a lo largo de los últimos días se reitera desde los organismos encargados de estudiar lo que está ocurriendo, tanto el Instituto Andaluz de Geofísica como el Instituto Geográfico Nacional, y desde 112, Protección Civil, Bomberos y ayuntamientos.

Lo resumió con estas palabras la responsable de Prevención del Instituto Andaluz de Geofísica, Mercedes Feriche, al responder a preguntas de los periodistas el domingo pasado en Santa Fe tras el terremoto de 4,4 grados del día anterior -el primero que nos sobresaltó y al que después superarían los de la noche del martes al miércoles-: tenemos que vivir "de cara al riesgo sísmico".

Como recuerda el Instituto Geográfico Nacional en el informe que va actualizando a diario sobre el área metropolitana de Granada, "la sismicidad registrada se enmarca dentro de lo esperable en esta zona, ubicada en el sector central de las cordilleras Béticas, una de las regiones con mayor actividad sísmica de la Península Ibérica, fruto de la convergencia entre la placa Africana y Euroasiática una velocidad de unos 4-5 milímetros/ año. Esta zona se caracteriza por la ocurrencia de numerosos terremotos superficiales de baja a moderada magnitud, y de forma ocasional con intensidad significativa. También existe cierta sismicidad a profundidades intermedias que se extiende en la parte occidental del mar de Alborán y, ocasionalmente, terremotos a profundidades de más de 600 kilómetros con epicentro en la provincia de Granada cuyo origen está posiblemente relacionado con la historia tectónica del arco de Gibraltar, sobre la cual no existe un acuerdo unánime".

En este informe se alude también a los importantes terremotos ocurridos a lo largo de la historia, "siendo la cuenca de Granada la más activa sísmicamente".

"El más antiguo del que se tiene constancia ocurrió en 1431 al sur de Granada que tuvo una intensidad macrosísmica de VIII-IX produciendo grandes daños en la Alhambra y el más virulento el de 1884 en Arenas del Rey, que alcanzó una intensidad de IX-X. También destacan los terremotos de 1531 en la cuenca de Baza con intensidad VIII-IX y el de 1804 en la cuenca de Dalías con intensidad VIII-IX, que produjo gran destrucción en Dalias, Berja y Roquetas" y "en el entorno de los actuales epicentros, enmarcados dentro de la cuenca de Granada, en época preinstrumental destacan con intensidad máxima de VIII la serie sísmica de 1806-1807 en Pinos Puente y el terremoto de 1911 en Santa Fe, y con intensidad máxima de VII el terremoto de 1918 en Atarfe. Más recientemente, ya en época instrumental, los mayores terremotos superficiales han sido de magnitud 5,1 en 1955 en Armilla con intensidad VI-VII y de magnitud 5,0 en 1956 en Purchil con intensidad máxima VII-VIII".

En las últimas décadas -agrega el trabajo- se han producido varios terremotos de magnitud en torno a 4,0 en la zona epicentral de la actual serie, como los terremotos de Atarfe y Santa Fe de 1986 y 1996, ambos sentidos con intensidad máxima de V o el terremoto de Chauchina de 2018 de intensidad IV, agrega el documento del IGN para indicar que, "no obstante, los mayores terremotos de la época instrumental han sido los de tipo profundo de Granada de magnitud 7,8 en 1954 y de Mw 6,3 en 2010, los cuales debido a su profundidad (superior a 600 kilómetros) no produjeron daños".

Al estar en una zona activa, prosigue Vidal, "cada cierto tiempo" se producen estas series sísmicas. En 1806, recuerda aludiendo a los movimientos históricos, "tuvo más de 500 réplicas sentidas por la población". 

Los movimientos que se registran ahora son, en su inmensa mayoría, a profundidades superficiales y las sacudidas "causan mucha alarma", teniendo en cuenta además que son zonas muy pobladas. 

Por qué esas réplicas. "Se rompe una zona de la corteza de las rocas y las que haya al lado de esa rotura quedan deformadas y presionadas", de forma que se producen movimientos hasta que "se acondicionan y quedan selladas". No se puede predecir qué sucederá, aunque según trasladan estos días los investigadores, van a seguir sucediéndose estos seísmos. "Porque esas rupturas van modificando lo que está en su entorno", explica el profesor para indicar que seguirán, "a no ser que quede bloqueado" para volver a "reactivarse" más tarde.

Alude a otra característica a tener en cuenta en esta serie. La Vega y el acuífero con agua a no mucha profundidad. Es un terreno que está saturado de agua, agrega el profesor. "Es un relleno 'más blando' y ante cualquier sacudida se mueve con más amplitud y la duración es más larga".

El profesor Francisco Vidal destaca no obstante que los seísmos que se vienen registrando desde diciembre en el área metropolitana son "microterremotos". Así, desde el sábado 23 y hasta el viernes, han sido 5 con magnitud superior a 4. "Los terremotos propiamente dichos", matiza.

Más de 800 terremotos desde el 1 de diciembre

Los movimientos que se van sumando a la serie sísmica en el entorno de las localidades de Atarfe, Pinos Puente y Santa Fe son superficiales, con una profundidad menor de 10 kilómetros, y de magnitudes mayoritariamente menores de 2,5, como recuerda el Instituto Geográfico Nacional en el informe de seguimiento sobre la situación del Cinturón de Granada. 

Mapa de sismicidad en la Vega de Granada desde diciembre. ign

El día 2 de diciembre la Red Sísmica Nacional registró un terremoto de magnitud 3,6 e intensidad máxima de IV-V en Atarfe y Santa Fe, que fue ampliamente sentido en numerosas localidades cercanas al epicentro pero sin causar ningún daño. La serie se ha reactivado ahora, a finales de enero, y desde el día 23 el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha registrado cinco terremotos con magnitud superior a 4, uno el día 23 de Mw 4,4, al noroeste de Santa Fe con intensidad máxima de V-VI en Atarfe, tres el día 26, el mayor también de magnitud Mw 4,4 localizado al oeste de Santa Fe con intensidad máxima también de V-VI y los otros dos de magnitud Mw 4,2 y 4,1 localizados al suroeste de Santa Fe y otro terremoto el día 28 también de magnitud Mw 4,4. Todos han sido fuertemente sentidos en numerosas localidades cercanas al epicentro, así como en la ciudad de Granada, llegando incluso a sentirse en algunas localidades de las provincias de Málaga, Almería, Córdoba y Jaén.

Desde el día 23 y hasta el viernes pasado, el Instituto Geográfico Nacional ha registrado 702 terremotos, 23 de ellos de magnitud superior a 3. Si se calcula desde el día 1 de diciembre de 2020, son un total de 806 terremotos en la zona, de los cuales 25 son de magnitud mayor o igual que 3,0 y 86 han sido sentidos por la población.