Piden ocho años de cárcel para siete acusados de dar una brutal paliza con torturas a un hombre en Churriana por un chivatazo sobre sus plantaciones de marihuana
Real Chancillería, sede de la Audiencia Provincial de Granada. ep/archivo
La Fiscalía ha solicitado una pena de ocho años y medio de prisión para siete acusados de retener contra su voluntad a un hombre en Churriana de la Vega al que propinaron una brutal paliza atado a una silla y usando diversas armas blancas acusándole de ser el culpable de un chivatazo a la Guardia Civil sobre sus plantaciones de marihuana, según consta en el escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Europa Press.
Los hechos, que se juzgarán en septiembre en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada, se remontan a las 18,00 horas del 14 de agosto de 2018. Esa tarde, uno de los acusados, que a su vez era vecino de la víctima, le llamó para que fuera a su casa de Churriana de la Vega para hablar. Pensando que estarían ellos dos solos, el hombre accedió; pero una vez allí aparecieron otras cuatro personas más que hasta ese momento había permanecido ocultas en las habitaciones de la vivienda.
El hombre que había conseguido que fuera hasta la vivienda cogió en ese momento una pistola y se dirigió hacia él acusándole de propiciar que les quitaran unos interiores de marihuana; otro de los acusados le puso una cuerda en el cuello advirtiéndole de que iban a hacer que perdiese el conocimiento pero mientras el resto le golpeaba optaron por irle arrojando agua para despertarlo, a la vez que esgrimían contra él una hoz y un machete.
Al ver que no obtenían respuesta sobre quién era la persona que había dado aviso a la Guardia Civil, los acusados optaron por trasladar a la víctima a otro domicilio propiedad de la madre de una de ellos, que estaba allí cuando ocurrieron los hechos y formó parte de ellos, según el fiscal del caso.
Le echaban agua para despertarle
En esta nueva vivienda siguieron golpeándole, incluso con unos guantes de boxeo por cada "respuesta incorrecta" que les daba, lo que provocó que perdiera el conocimiento en varias ocasiones más, aunque siguieron echándole agua para que recobrara el sentido de inmediato y continuar con las agresiones, llegando a meterle una bala en la boca, a golpearle con un pistola en la cabeza y a agredirle con un cuchillo.
Acto seguido, obligaron al acusado a beber dos litros de cerveza de modo que cuando le dejaran en urgencias y fuera a ser atendido de las lesiones que presentaba dijera que fueron fruto de una "caída fortuita". Antes de soltarle le amenazaron con que si contaba algo de lo ocurrido le "harían daño a él y a su familia". El hombre sufrió múltiples lesiones y tuvo que ser operado a cuenta de esta paliza de lo que tardó tres meses en recuperarse.
Durante los registros practicados en los dos domicilios donde ocurrieron los hechos se localizaron los guantes de boxeo, dos pistolas, tres escopetas de aire comprimido, un hacha, una hoz, una defensa tipo policial y una catana, entre otros efectos.
La Fiscalía les acusa a todos ellos de un delito de detención ilegal, otro delito de lesiones con empleo de armas y ensañamiento y un tercer delito de amenazas. Además de los ocho años y medio de cárcel, solicita que a los acusados se les prohíba acercarse a menos de 500 metros de la víctima, su domicilio y su lugar de trabajo, así como comunicarse con ella durante tres años.