Según ha informado en un comunicado, Camilo, que padece atrofia muscular espinal, está matriculado en cuarto de la ESO del IES Soto de Rojas de Granada, pero lleva desde el 19 de febrero sin poder asistir a clase en su centro educativo por la falta de asistencia que hasta entonces le había sido proporcionada.



A consecuencia de esto, según la federación, hay un menor al que se le está privando de su derecho a la educación, que incluye un aspecto tan importante como es la socialización y la relación con sus iguales, lo que también afecta a su nivel académico y a su estado emocional.



FAMPA-Alhambra ha reclamado la solución definitiva por vía de urgencia de este "grave problema", que afecta "muy negativamente" a la imagen de la inclusión educativa en Andalucía, y que se resolvería con personal cualificado para asistir los aspectos sanitarios de Camilo y el resto de alumnado que lo necesite.



Asimismo ha anunciado que este jueves acompañará a la Delegación de Educación de Granada a la familia de Camilo, que junto con alumnado y representantes del IES Soto de Rojas harán entrega de más de 86.000 firmas recogidas en sólo siete días para exigir su regreso de inmediato al aula. 

 

Las firmas han sido recogidas por sus compañeros de 4º de ESO del IES Soto de Rojas de Granada en la plataforma 'Change.org' para que su compañero Camilo vuelva a clase.

 

En la petición, que ha recabado en una semana más de 86.000 firmas, explican que Camilo "acude como otro más a sus clases, pero necesita unos cuidados especiales ya que padece atrofia muscular espinal, una enfermedad muscular que afecta su fuerza física. Por ello va en silla de ruedas y desde hace dos años, tiene una traqueotomía".

 

Según relatan, "hasta hace poco, la monitora que estaba a su cargo realizaba la tarea de asistirlo, pero en el aspecto sanitario del cuidado de la traqueotomía, lo hacía de forma voluntaria, ya que entre la Delegación de Educación y la empresa que les proporciona a los monitoras no se ponen de acuerdo en las funciones necesarias y obligatorias para asistir de forma real y global a alumnos con necesidades específicas dentro de los colegios, como lo recoge la ley".

 

Desde el 19 de febrero, la monitora ha decidido no atender más los cuidados de la traqueotomía y, desde ese día, Camilo no tiene a nadie que lo asista y no puede ir a clase, sin que hasta el momento se le haya dado una solución.

 

Los compañeros de Camilo defienden que "tiene tanto el derecho como la obligación de educarse, recibir sus clases, hacer sus exámenes, disfrutar con sus amigos y continuar cursando 4º de ESO como cualquiera" de ellos. "Porque, además, Camilo espera seguir una carrera universitaria", explican. Reclaman por todo ello a la Consejería de Educación que resuelva esta situación.