Una comisión de seguridad abordó este jueves la planificación de las medidas para afrontar el cierre del botellódromo, en una primera reunión en la que se pusieron sobre la mesa propuestas como la modificación de la ordenanza sobre ruidos para incluir la problemática de las fiestas en los pisos de estudiantes, contar con enlaces vecinales para alertar de posibles botellones por la ciudad o el envío de cartas a los padres de menores que hayan sido sancionados. 

El gobierno local trasladó a los grupos el plan de seguridad que ha diseñado para vigilar el cumplimiento de la clausura del recinto el 1 de septiembre y de la prohibición de consumir alcohol en la calle y evitar que proliferen microbotellones no solo en el entorno de Méndez Núñez sino por los distintos barrios de la capital. 

Finalmente el recinto del botellódromo se vallará, aunque será una medida provisional los primeros días de cierre y en tanto que se decide el uso concreto que se le dará a este espacio público. El objetivo es facilitar el cumplimiento de la decisión municipal de cerrar el recinto que se ha venido utilizando durante la última década para el consumo de alcohol.

El dispositivo policial que se encargará de la vigilancia estará integrado por Policía Local, Nacional y Autonómica, además de Protección Civil. Su labor se orientará a la prevención y tendrá carácter disuasorio. Habrá presencia constante en el entorno del botellódromo y se incrementará la vigilancia con vehículos en toda la ciudad, con el objetivo de evitar que se celebren botellones. 

En ese encuentro, el jefe de la Policía Local trasladó a los grupos municipales, para su estudio, la posibilidad de modificar la ordenza sobre ruidos para acabar con 'la laguna' existente en torno a una problemática, las fiestas en viviendas particulares, que ya se detectó el pasado invierno y que es uno de los principales temores una vez que se clausure el recinto. No está recogido ni en la normativa sobre ruidos ni en la de convivencia. Aunque en el 90 por ciento de los casos la presencia de la Policía Local acaba con estas fiestas, en otros, los responsables evitan su identificación impidiendo la entrada. Para ello, la modificación de la ordenanza regularía estos casos e incluso plantearía hacer responsables a los propietarios de los inmuebles. Los grupos se comprometieron a estudiar la propuesta, según la información recabada por El Independiente de Granada. 

Entre las propuestas, la de IU de contar con contactos de referencia en los barrios para poder comunicar a la Policía Local cualquier incidencia que se produzca los fines de semana en relación con el botellón, según explicó el portavoz de la formación de izquierdas, Francisco Puentedura. Una especie de enlace vecinal, haciendo partícipes a las Juntas de Distrito, que puede facilitar mucho la labor para hacer frente a cualquier problema. 

De los grupos, en este caso de Ciudadanos, también partió otra propuesta que ya se lleva a cabo en Zaragoza: enviar cartas a los padres de los menores que sean sancionados. Siempre en el caso de que sean menores, pues con la mayoría de edad es una iniciativa que no tiene viabilidad por su dificultad. 

En este sentido y respecto a los menores, la comisión acordó recabar la colaboración de la Fiscalía de Menores, para escuchar sus propuestas. 

Información y prevención

La labor de prevención es fundamental. Y por ello en la reunión se obtuvo el compromiso de la Policía Local de introducir en las acciones sobre seguridad vial que desarrollan en los centros educativos información sobre la problemática del consumo de alcohol. Esa labor de prevención también la desarrollará la Policía Nacional, en las actividades a través de las que toman contacto con asociaciones de madres y padres y centro, así como el Distrito Sanitario.