La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial en Almuñécar como investigadas a tres personas, una mujer de 55 años de edad, un joven de 17 y una joven de 21, como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora, la fauna y animales domésticos por el abandono de un perro. 

Una asociación protectora de animales de Motril denunció ante el Seprona de la Guardia Civil de esa localidad que sabían del abandono atado, sin comida y sin agua, de un perro en la entrada de un cortijo en el paraje Los Bañuelos de Almuñécar. 

La patrulla del Seprona acudió al cortijo y comprobaron que se trataba de un perro de la raza American Stanfordshire Terrier, que estaba atado con un cadena de apenas un metro de largo, sin agua, sin comida y en un estado higiénico pésimo; y que además carecía de microchip identificativo, pese a pertenecer a una de las razas caninas consideradas potencialmente peligrosas.

Los agentes del Seprona iniciaron una investigación y averiguaron que dicho cortijo había sido alquilado por una mujer de nacionalidad inglesa y que con ella convivían su hijo menor de edad y la pareja de este. Que los dos jóvenes compraron el perro y se lo llevaron al cortijo. Y que una vez que rompieron su relación a finales de junio los tres abandonaron la vivienda, el joven se fue con su madre por un lado, y la joven se fue por otro, y ninguno de los tres se preocupó desde entonces de alimentarlo, de llevarle agua o de limpiar el sitio donde lo dejaron atado.

Del perro se ha hecho cargo la asociación protectora de animales Olvidados de Motril.