Sierra Nevada, Ahora y siempre.
Rumores de conspiración en la ciudad

Un relato de intriga y acción preventiva: Granada, 24 de julio de 1933

Política - Paco Robles - Sábado, 2 de Noviembre de 2024
El memorialista Paco Robles nos descubre un momento crítico en la historia de nuestra ciudad, poco conocido.
'El Defensor de Granada', edición del 23 de julio de 1933 – Primera Pagina y las ediciones de lo días siguientes, pagina 2.
'El Defensor de Granada', edición del 23 de julio de 1933 – Primera Pagina y las ediciones de lo días siguientes, pagina 2.

Era el verano de 1933, el caluroso mes de julio y en los días próximos al 23, la ciudad de Granada había sido el epicentro de una serie de movimientos que despertaron tanto el interés como la preocupación de sus habitantes. Los rumores que circulaban discretamente entre las sombras acerca de un posible complot habían comenzado a cobrar forma, llevando a la intervención de las fuerzas policiales bajo orden del gobierno...

Estos arrestos parecían confirmar los rumores que habían circulado desde hacía tiempo

El escenario comienza a tomar forma con la llegada inesperada de una orden gubernamental. Frente a una actividad monárquica que, aparentemente, parecía inofensiva, surge la decidida acción de la Policía, con características extraordinarias, marcando el inicio de un operativo que cambiaría la calma superficial de la ciudad. En la madrugada del domingo, los agentes comenzaron a realizar detenciones a lo largo de Granada, llevándose a un fraile, un ex aristócrata, un militar retirado y hasta un párroco. Estos arrestos parecían confirmar los rumores que habían circulado desde hacía tiempo.

Los nombres involucrados ya sugerían una conspiración de corte claramente fascista que había encontrado un terreno fértil en esta ciudad andaluza.

Es comprensible que el público y los medios recibieran esta noticia con cautela. La naturaleza específica de los arrestos no se reveló de inmediato; sin embargo, era evidente que el juicio de la opinión pública bastaría para entender el propósito gubernamental detrás de estas acciones: la prevención de un complot que podría haber tenido repercusiones significativas para el régimen. Los nombres involucrados ya sugerían una conspiración de corte claramente fascista que había encontrado un terreno fértil en esta ciudad andaluza. Aunque el momento exacto en que este complot iba a estallar era incierto, lo esencial era suprimirlo antes de que pudiera desarrollarse, razón por la cual la Policía actuó prudente y preventivamente.

Se implementó una estrecha vigilancia en puntos críticos de la ciudad, como las calles de Reyes Católicos, San Matías y la Avenida de la República. Estos lugares se convirtieron en centros de observación donde la Policía vigilaba subrepticiamente reuniones sospechosas y conversaciones claves

Todo comenzó una semana antes con una serie de preparativos en el Gobierno civil. Hubo conferencias intensivas entre el gobernador y las autoridades policiales. Se implementó una estrecha vigilancia en puntos críticos de la ciudad, como las calles de Reyes Católicos, San Matías y la Avenida de la República. Estos lugares se convirtieron en centros de observación donde la Policía vigilaba subrepticiamente reuniones sospechosas y conversaciones claves.

En un céntrico café, dos figuras significativas, una de la nobleza y otra de la iglesia, sostuvieron un diálogo que no pasó desapercibido. Estos individuos fueron vistos más tarde en otras reuniones sospechosas, lo cual consolidó la certeza de la Policía sobre la existencia de un complot. Otros indicios surgieron, reforzando la hipótesis, haciendo evidente la actividad de las fuerzas del orden y esparciendo rumores por toda la ciudad.

Se especulaba si este esfuerzo era para frustrar un complot monárquico o si estaba vinculado a la conspiración mencionada por el diario madrileño 'El Sol'

Se especulaba si este esfuerzo era para frustrar un complot monárquico o si estaba vinculado a la conspiración mencionada por el diario madrileño El Sol. Este periódico había informado sobre un "vasto complot" dirigido, aparentemente, por un "gran organizador militar". Los rumores continuaron propagándose, y mientras tanto, en el despacho del Gobierno civil, se ultimaban los preparativos para lanzar la operación decisiva de la Policía.

Granada, con su histórico trasfondo de intereses y ocultas tramas religiosas y políticas, se erige una vez más como escenario de eventos de gran relevancia

En este contexto de incertidumbre y especulación, lo que puede parecer un relato de ficción se convierte en un serio recordatorio del papel vital de la acción oportuna y decisiva en la salvaguarda del orden público y la estabilidad institucional. Granada, con su histórico trasfondo de intereses y ocultas tramas religiosas y políticas, se erige una vez más como escenario de eventos de gran relevancia.

"La Madrugada de las Detenciones"

En la quietud de la madrugada del domingo, una operación meticulosamente planeada se llevó a cabo en un rincón significativo de nuestra Granada: el edificio de Correos y Telégrafos. La narrativa que se despliega a continuación es una crónica de orden, control y acción dentro del ámbito policial y civil, dictada por la autoridad del gobernador.

Este escenario de prevención y vigilancia se extendía hasta la comisaría, donde un retén de agentes se mantenía, en un estado de alerta constante, listos para ejecutar detenciones conforme se les ordenara

La instalación de retenes de seguridad supuso el primer acto en una serie de medidas extraordinarias diseñadas para asegurar un perimetraje seguro y monitorizado en el centro neurálgico de la comunicación. Simultáneamente, la Guardia Urbana del Ayuntamiento encontraba un refuerzo sustancial y era armada bajo la explícita instrucción del gobernador. Este escenario de prevención y vigilancia se extendía hasta la comisaría, donde un retén de agentes se mantenía, en un estado de alerta constante, listos para ejecutar detenciones conforme se les ordenara.

Los vehículos, tanto del gobernador civil como de la comisaría, fueron convertidos en un medio para trasladar a los detenidos, marcando un principio fundamental de utilitarismo en las herramientas de movilidad gubernamental. Mientras tanto, un flujo continuo de despachos cifrados se traducía y remitía al gobernador, delineando un mapa de acciones coordinadas que culminaron, a la una y media de la madrugada, con la salida de los automóviles hacia diversas ubicaciones.

A las dos menos cuarto, la primera captura fue efectuada y el primer detenido, el abogado y tradicionalista D. Juan Egea Bueno, fue conducido a la comisaría

A las dos menos cuarto, la primera captura fue efectuada y el primer detenido, el abogado y tradicionalista D. Juan Egea Bueno, fue conducido a la comisaría. Su captura tuvo lugar en su propio domicilio, marcando el inicio de un patrón que posteriormente se repetiría. Entre los siguientes detenidos se encontraba D. Manuel Montalvo Rodríguez, un corredor de granos y empresario, cuya detención subrayaba la amplitud de las sospechas.

Con absoluta reserva, la Policía desplegó un operativo que se extendió a la calle de Natalio Rivas, dando como resultado la detención de D. Alfonso Payan, un ex superior de los jesuitas. La madrugada avanzaba, implacable, y se efectuaron más detenciones, incluyendo la de D. José Jiménez Cascat, canónigo del Sacro Monte, arrestado a las cinco en la abadía de su orden.

El alcance del operativo se prolongó hacia los pueblos de Padul y Dúrcal, donde los párrocos D. Adrián López Triarte y D. Rafael Ponce de León Almazán fueron igualmente arrestados, intensificando la percepción pública de un plan extensivo y minuciosamente elaborado.

Con el amanecer, la actividad no cesaba. Entre los detenidos en las primeras horas de la mañana, se encontraba D. Luis Valero Barragán, un comandante de Ingenieros retirado cuya residencia fue registrada sin que se revelara el contenido descubierto

Con el amanecer, la actividad no cesaba. Entre los detenidos en las primeras horas de la mañana, se encontraba D. Luis Valero Barragán, un comandante de Ingenieros retirado cuya residencia fue registrada sin que se revelara el contenido descubierto. Poco tiempo después, el capitán de Intendencia retirado D. José Labeira Garcés también fue arrestado, conforme la red de detenciones se extendía.

El singular caso de Doña Genara Anguita, una dama católica, subrayó la complejidad de las detenciones. Tras su declaración en la comisaría, fue liberada, una decisión que recordó la delgada línea entre la sospecha y la certeza en esos delicados momentos.

El evento originario, un complot de naturaleza dudosa, se desarrolló sobre un telón de desconfianza y sospecha, motivo por el cual otros individuos de relevancia fueron arrestados. Entre ellos, D. Rafael Fernández de Bobadilla, ex conde de la Jarosa, y D. Antonio Molina de Haro, cuya lista de cargos pasados reflejaba la intrincada red de relaciones políticas y sociales.

Aquella madrugada avanzó con detenidos llegando sucesivamente a la comisaría, cada arresto agregando otra capa al ya complejo lienzo de eventos que se desarrollaban

Aquella madrugada avanzó con detenidos llegando sucesivamente a la comisaría, cada arresto agregando otra capa al ya complejo lienzo de eventos que se desarrollaban. La lista extensa incluía a figuras como D. Eduardo Vázquez Reyes, D. Manuel Jiménez de Parga, y D. Emilio Carreras Rodríguez, entre otros, cada uno sumando contexto y significado al propósito mayor del operativo.

Algunos detenidos, como los sindicalistas Evaristo Torralba García y Antonio Castaños Fernández, fueron liberados a las pocas horas, lo que añadió un matiz de provisionalidad e incertidumbre al proceso.

Finalmente, a las dos de la tarde, un grupo de diecisiete detenidos fueron trasladados a la cárcel. Entre ellos se encontraba el joven Federico Fernández, de tan solo diecinueve años, hijo del ex conde de la Jarosa, evidenciando el impacto intergeneracional de las medidas tomadas.

Este profundo relato de una madrugada dominical no solo resalta el enfoque implacable de las fuerzas del orden, sino que también nos invita a reflexionar sobre los elementos de poder, seguridad y el delicado equilibrio de justicia en tiempos convulsos. Una crónica que quedará inscrita en la memoria colectiva como símbolo de un momento crítico en la historia de nuestra ciudad.

Hemeroteca consultada, que ilustra el artículo:

  • El Defensor de Granada, edición del 23 de julio de 1933 – Primera Pagina y las ediciones de lo días siguientes, pagina 2.
  • Ideal (Ed. Granada)  23/7/1933  página 4.
  • La Libertad (Madrid. 1919)  23/7/1933  página 3.
  • Informaciones (Madrid. 1922)  24/7/1933  página 2
  • Ideal (Ed. Granada)  24/11/1935  página 2.
  • Luz (Madrid. 1932).   24/7/1933.
Paco Robles está jubilado y se dedica al Partido Socialista y a la divulgación de la Memoria Histórica y Democrática, investigador y documentalista, recuperador aficionado y buscador de verdades sin ser historiador universitario. Colaborador en diferentes Asociaciones de la Memoria, ha sido secretario provincial de Memoria Histórica del PSOE de Granada. Autor del libro Los pueblos de Íllora, Memoria Histórica y diversas publicaciones digitales. Actualmente es militante en Armilla, coordinó la Oficina Municipal de Íllora para reunir testimonios y fondos documentales del periodo 1936-1978.